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“No me siento representado por Gioja ni por Scioli”

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“No me siento representado  por Gioja ni por Scioli”

Nació en Villa María el 18 de julio de 1958. Es ingeniero electromecánico, cursó sus estudios primarios en la Escuela José Bianco, el secundario en el Colegio Nacional y obtuvo su título universitario en la Facultad local de la UTN, siendo abanderado. Es empresario. A los 25 años fue secretario académico de la Tecnológica, en 1999 fue electo senador por Unión por Córdoba, cuando se formó la unicameral volvió a ser electo y estuvo cuatro años en una banca de la Legislatura provincial. En 2003 fue electo concejal, cargo al que renunció dos años después. Hoy está en la Vicepresidencia del Parque Industrial, cargo que es ad honoremLITIN PIZZORNO Color

Escribe: Nancy Musa
DE NUESTRA REDACCION

Le gusta disfrutar de lo cotidiano, se define como una persona muy austera, algo que aprendió de su padre. La corrección, caballerosidad y calma son sus características, al igual que su modo de hablar pausado. Se quiebra un instante cuando nombra a su madre y no controla la emoción que le produce recordarla. Desde 

Carlos Pizzorno nació en una cuna peronista, forjó una buena imagen en su trayectoria privada y pública y tuvo la gran oportunidad de ser candidato a intendente en 2003, una postulación que no aceptó. “Pudiendo ser rey, eligió ser escudero”, escribí en esa oportunidad y fue ese hecho lo que disparó la primera pregunta.

-Algunos le dicen “el intendente que no fue”. ¿Por qué resignó esa posibilidad?

-Me parece que no hay honor más grande para un vecino que ser el intendente de la ciudad porque es la única autoridad electiva a la que todo el mundo conoce, de manera que cuando la gente elige a un intendente es porque le  tiene confianza, lo considera una persona que puede representarlo bien. Uno habitualmente vota a un gobernador o a un presidente y no lo ha visto en la vida. 

Desde ese punto de vista, el intendente es la figura más honorable que hay.  Siempre pensé que las actividades que yo desarrollaba que tienen que ver con la venta al público podían no ser compatibles con la gestión de intendente. Tengo un socio, que somos socios de toda la vida, y me parece que esto podía perjudicarlo a él y por eso consideré que eran incompatibles, pero no dejo de pensarlo como un sueño, como un sueño deseado.

-Viene de una familia con su padre intendente en 1973, ¿qué recuerdos tiene de esos momentos, del regreso de Perón, de su padre en el Sillón de Viñas?

-Mi papá fue intendente y tengo un primo hermano con el mismo apellido que fue intendente de Tandil. Incluso, un tío también fue diputado y senador en la provincia de Buenos Aires. Vengo de una familia donde siempre se habló mucho de política y se abrazó siempre al peronismo. De la infancia tengo recuerdos muy lindos, incluso del peronismo de la proscripción. ­­

Me acuerdo de que venían cintas para los grabadores Sony y no se podían escuchar porque era material prohibido. Me acuerdo de, siendo niño, haberlo acompañado a mi papá a la quinta de algún amigo y se reunían seis o siete personas en, una actitud de estar escondidas, para escuchar la palabra de Perón que venía grabada en esas cintas. Y siempre algún dirigente gremial o algún secretario traía esas cintas y se sentaban a escucharla con devoción.

-¿Lo acompañaba siempre a su papá en las reuniones?

-Sí, muchísimo. Y tengo recuerdos de la asunción a la Intendencia, del traspaso de mando de Vijande a mi papá. En esa época la política se hacía con mucho menos egoísmo, con más generosidad y más caballerosidad. La sociedad ha cambiado, hay egoísmo,  hoy se manejan otros intereses en la política. Antes la política era más de caballeros, la gente se acercaba con intereses más nobles. No hay que generalizar antes ni hay que generalizar hoy, pero uno cuando ve estas cosas (por lo de José López) queda asombrado y le parece que en aquel momento no era así.

Por supuesto que habrá habido corrupción, pero no en la dimensión que se ha visto últimamente.

-El día del golpe militar, cuando sacan a su padre de la Intendencia,  ¿qué recuerdo le dejó?

-Los años 74 y 75 fueron duros. Me acuerdo de que mi papá usaba una patente de bronce que decía “Intendente” en el coche particular, porque el municipio no tenía auto, y al poco tiempo de poner la chapa, quien estaba de jefe de Policía aquí le sugirió que la sacara porque era peligroso ir a Córdoba o Buenos Aires con la chapa de intendente. 

Incluso, como era el auto particular, viajábamos en familia y podía ser blanco de un atentado. Se vivían momentos de mucha angustia. A ese 24 de marzo lo recuerdo muy bien; recuerdo perfectamente que a hora muy temprana ya había llamados telefónicos a mi casa. Mi papá se levantó y yo lo acompañé hasta la Municipalidad, donde estaba el mayor Torres, que se presentó como la persona que iba a ocupar el lugar del principal administrador del municipio en carácter de comisionado. 

Mi papá era un hombre muy tranquilo y tomó eso con cierta resignación, pese a que era gente que hacía 20 años que estaba trabajando por la vuelta del peronismo al poder y pese a tantos años de trabajo, después cuando cae, lo tomó sin odio.

El siempre recordaba que esa mañana del golpe un muchacho que trabajaba en la Gobernación de Córdoba le había hablado por teléfono diciéndole que se iba a presentar a las autoridades militares y mi papá le decía “por qué te vas a presentar si vos no hiciste nada malo” y este muchacho se presentó, contradiciendo un poco a mi padre, y fue un desaparecido. 

-¿Quién influyó más en su decisión de ser peronista? ¿Su papá,  su mamá?

-Posiblemente mi pensamiento no encuadre plenamente en lo que es el peronismo. Soy peronista fundamentalmente por los derechos del trabajador, respeto mucho los derechos de la persona que trabaja y en ese sentido, me parece que el peronismo lo interpreta mejor. Soy peronista por el respeto al trabajo y al trabajador, el esfuerzo de la persona que trabaja tiene que ser reconocido, respetado, no solamente en una paga justa, sino en el trato, en la consideración. Soy peronista por eso, quizás desde el punto de vista de la economía, yo tenga una visión más liberal.

-Siendo empresario y con esa visión, ¿cómo definiría la política del actual Gobierno nacional?

-Venimos de distorsiones muy fuertes que en algún momento hay que corregir, no sé si ésta es la forma correcta de hacerlo, quiero tener fe en la política económica que se está llevando adelante, como peronista quiero fervientemente que el Gobierno de Macri sea exitoso, quiero que los gobiernos que tengamos sean exitosos porque cuatro años, ocho años, es muchísimo para postergar un país. Tengo la suerte de no sufrir en carne propia los desaciertos de los gobiernos, pero cuando cometen errores,  hay muchísima gente que lo sufre y queda postergada y eso es tremendo para la situación de las personas que viven en un país.

-¿Le ve algún rumbo a la política económica o son simples ajustes?

-Yo estoy vinculado al tema agropecuario y en ese tema no se podía más trabajar, no sólo no había rentabilidad, sino que era negativa. Los cultivos como trigo, maíz, se trabajaban y cuando cosechaban, se había perdido plata. Creo que parte de las inundaciones son producto de las retenciones que tenía el trigo, no se sembraba y hoy estamos importando trigo de Uruguay, un país más chico que la provincia de Córdoba. 

Hoy veo un camino en esto, veo en el sector un entusiasmo y me parece que es hora de hacer lo que dice siempre Roberto Urquía, que lo viene diciendo hace 20 años, nosotros no podemos ser el granero del mundo, tenemos que ser el supermercado del mundo, vender los productos. Cuando sale un camión de un campo y va al puerto y se exporta el grano de maíz es el fracaso de la sociedad argentina. 

En este momento, desde varios sectores se dice que el Gobierno nacional es para los ricos, para las corporaciones y que va hacer un daño muy grande al país, ¿cuál es su visión?

-Sinceramente, a mí me cuesta pensar que una persona pueda ambicionar un cargo de mucho poder sin pensar que el principal destinatario de sus decisiones es el pueblo. No puedo pensar eso, creo que todos los que suben lo hacen convencidos de que las decisiones que van a tomar son para el bien de la mayoría. 

Por ahí después que en la implementación no haya buenos resultados puede ser,  pero no creo que sea una cuestión que se proponen. Creo que la gente que está en el Gobierno tiene las mejores intenciones de provocar un cambio positivo en la economía. Hay muchas maneras de ver el desarrollo.  Cuando el Gobierno anterior hablaba de inclusión, a mí esa palabra no me gustaba mucho porque incluir se parece más a una cosa. Me parece que palabra inteligente era cuando Arturo Frondizi y Frigerio hablaban de integración. Si hago un asado en mi casa y te incluyo, ¿qué hago? Te invito al asado. Pero yo tengo que integrarte con mis amigos, presentarlos, si vamos hacer un partido de truco, invitarte a que te sientes a la mesa, a mí me parece que tenemos que integrar, no incluir.

-¿Le parece que estamos ante una política desarrollista?

-Veo eso y no un neoliberalismo, como dicen muchos. Veo a Rogelio Frigerio con una gestión importante y cuando lo escucho hablar, es como escuchar a su abuelo.

-¿Por qué piensa que el peronismo perdió las elecciones a nivel nacional?

-Cuando llegó el momento de afiliarme al peronismo, cuando llegó la democracia, fui con la misma ilusión con la que fui a sacar el carné de conductor.  Esperaba que llegara el momento para afiliarme, peroéste fue un peronismo al que no adherí. Pienso que, como yo, a mucha gente le tiene que haber pasado lo mismo. No me sentí representado, no me siento representado con la conducción actual del peronismo, no me siento representado con Gioja ni con Scioli. Fue un peronismo que no lo vi democrático, fue muy autoritario y al paternalismo autoritario creo que nadie lo quiere. Las personas necesitan ser seducidas por una idea y no ser obligadas a abrazar una idea. Esto lo he hablado con mis amigos, incluso con los que estaban en el Gobierno kirchnerista, y ellos saben que ese peronismo no me representaba. Y me siento peronista no sólo desde el punto racional, sino afectivo; para mí es un orgullo ser peronista, pero no de ese peronismo.

-Cuando era chico, ¿qué soñaba ser?

-Soñaba ser neurocirujano. Después mi mamá se enfermó (se emociona), tenía 12 años y vi tanto sufrimiento, que me dije “no puedo ser médico”.

-¿Y por qué eligió ingeniería?

-(Sonríe) Porque tenía una gran facilidad y una gran pasión por la matemática. La matemática para mí era una diversión, me apasiona.

-¿Cuál fue el momento más duro de su vida pública?

-El momento más desagradable fue el 9 de noviembre de 2005, cuando se produjo el hecho éste del medidor de la estación de servicio que estaba en cero y que sin haber habido denuncia de EPEC, nosotros nos presentamos en la Fiscalía a solicitar una investigación sobre el hecho. Después de cuatro años y de una investigación minuciosa que tiene más de 50 páginas, el fiscal dijo que el hecho se había debido o bien a una intencionalidad tratando de desacreditar a una empresa de larga y pacífica trayectoria en el medio o bien a una inexperiencia de la gente de EPEC.  Fue la conclusión el fiscal.

-En ese momento del hecho usted era concejal.

-Sí, y como no quería llevar esto a la Justicia teniendo un cargo público, quise ir como un vecino cualquiera y por eso renuncié a la banca.

-¿Tuvo solidaridad de parte de sus compañeros o se sintió abandonado?

-(Pausa) Me sentí solo en ese momento. De algunos tuve solidaridad, no obstante me sentí solo. Después, cuando el fiscal hace público el resultado de la investigación, desde el partido ofrecieron acompañarme con una nota pública, pero les dije que no tenía sentido. Creo que nadie dudaba de esto, en los ámbitos donde trabajo creo que la gente tiene mucha confianza en nosotros, en lo que hacemos. Nosotros somos personas que tenemos crédito social, eso fue increíble, aparte un medidor puesto en cero.

-Siempre quedó la duda de que fue una operación en su contra por la política.

-No pudo haber sido de otro ámbito porque para hacer eso, hay que tener poder y al poder en esos ámbitos sólo lo maneja la política.

Cuándo le pregunté qué lo enojaba, me dijo que estaba indignado con el tema de la corrupción.

Sí, uno pensaba que había corrupción, pero viendo lo que aparece hoy, no pensaba que hubiera sido tanta. Pero en esto hay que ser prudente y esperar la decisión de la Justicia. Hay que creer en la Justicia, no se puede hacer conjeturas a partir de simples suposiciones pero vamos camino a pensar que la corrupción ha sido grandísima.

 

Me gusta

El trabajo me entretiene mucho. Lamento no tener un hobby. No soy de viajar, pero me gusta los sábados a la tarde ir a tomar mate al campo.

 

Me divierte

Me encanta compartir un asado con los buenos amigos.

 

Me sorprende

Me sorprende la adaptabilidad del género humano a cualquier circunstancia.

 

Me entristece

Pensar en la muerte de mi madre, me emociona profundamente. En el aspecto social me angustia ver que hay sectores “caídos del mapa”.

 

Me enoja

Uno está indignado con esto de la corrupción, que parece ilimitada.

 

Opiniones

 

Mauricio Macri

“Me parece que ha tenido una férrea voluntad de llegar al lugar que ha llegado. Me parece que es una propuesta que se hizo hace muchos años, lo veo como un hombre muy capaz y tengo una anécdota que no es menor de un docente suyo en la universidad. Una vez cenando en Uruguay con un ingeniero que fue profesor de Macri en la facultad, me contó que siendo su alumno, le dijo él a Macri: ‘Mirá, si en algún momento les sobra un durómetro en la empresa, traelo a la facultad, que nos hace falta”. Pasó una semana, dos semanas, Macri nunca le dice nada y el profesor se queda angustiado. Llega el momento del examen, Macri rinde la materia y a la semana de haber rendido, le manda el durómetro a la cátedra. Creo que eso habla de un gesto de prudencia, de no crear un compromiso para ese profesor, y me parece importante. Estimo que quien ha hecho una larga trayectoria para llegar a este destino, no puede traicionar a su ambición, a su deseo. Por lo tanto, quiero pensar que las cosas se van hacer lo más prolijas posible”.

 

Juan Schiaretti

“Con Juan he compartido la Legislatura, tengo buena relación, me considero amigo, hemos hablado muchas veces, compartido viajes en coche juntos, me da la impresión que tiene una visión un poco menos política y un poco más empresaria. Rescató a Córdoba, me parece una provincia que en los últimos años ha sido bien administrada y que dentro del marco del país, ha estado de pie. Me parece que De la Sota y Schiaretti han sido buenos gobernadores”.

 

Martín Gill

“Martín es un amigo, hablo con él con la confianza con la que puedo hablar con un hermano bastante menor. Yo no participé del peronismo kirchnerista, pero a Martín lo valoro mucho y lo considero un hombre con todas las virtudes que tiene que tener un gobernante”.

 

¿Sería candidato a intendente en algún momento? ¿Sigue el sueño en pie?

“Sí, claro, absolutamente. Tendría que previamente dejar la actividad que desarrollo por los menos dos años antes de ser candidato, pero el tiempo me va jugando en contra (risas). Es un sueño que no sé si podré cumplir, he dedicado parte de mi vida a otra cosa y soy esclavo de esto otro, no es fácil cuando uno tiene como medio de vida una actividad, tiene compromisos, muchos empleados, una cantidad de gente que forma parte de un equipo y no se puede bajar. Mientras tenga estas actividades son incompatibles con la Intendencia”.