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“No puede haber silencio del docente ante la discriminación”

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“No puede haber silencio del docente ante la discriminación”
Saavedra dijo que, por ejemplo, quien es discriminado por su sobrepeso, le es más fácil llegar a su casa y comentarlo, pero en general esto no ocurre cuando se trata de discriminación por motivos de orientación sexual

Pablo Saavedra dijo que sigue existiendo hostigamiento a personas de la diversidad sexual y planteó que debe haber sanciones en los colegios. “El problema es el que hostiga, no el que es discriminado”, indicó

Saavedra dijo que, por ejemplo, quien es discriminado por su sobrepeso, le es más fácil llegar a su casa y comentarlo, pero en general esto no ocurre cuando se trata de discriminación por motivos de orientación sexual
Saavedra dijo que, por ejemplo, quien es discriminado por su sobrepeso, le es más fácil llegar a su casa y comentarlo, pero en general esto no ocurre cuando se trata de discriminación por motivos de orientación sexual

Hoy se conmemora el Día Municipal de la Igualdad en Villa María, instituido hace cinco años por impulso del entonces programa municipal de diversidad, en el primer aniversario de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario.

Pablo Saavedra, quien en ese momento estaba al frente de la iniciativa, y que actualmente trabaja en la órbita de educación sexual integral de la provincia, dijo ayer a EL DIARIO que hay mucho por hacer para evitar que se siga discriminando por cuestiones de diversidad sexual.

Aseguró que en los últimos años se efectuaron numerosas capacitaciones a docentes de todos los niveles en la provincia, pero que queda un largo camino por recorrer, porque persiste el hostigamiento y la discriminación a personas gays o trans.

“Desde 2010, año de la Ley de Matrimonio Igualitario, y 2012 con la Ley de Identidad de Género, el programa de educación sexual integral a nivel provincial viene trabajando en la temática en las escuelas, tal es así que docentes de todas las instituciones educativas en todos los niveles han recibido una capacitación en educación sexual integral”, afirmó.

“Durante tres años se hicieron capacitaciones masivas en toda la provincia, a las que tenían que asistir dos representantes de cada escuela y luego replicar el contenido en sus colegios. Desde la Ley de Matrimonio Igualitario se le dio mucha fuerza al eje de la diversidad”, especificó.

Saavedra contrastó esta circunstancia con el hecho de que en la ciudad de Córdoba muchos estudiantes “siguen siendo discriminados por orientación sexual, generando incluso el abandono de los estudios” y en ese sentido apuntó que un reciente estudio de la Facultad de Psicología lo pone en evidencia.

“Incluso actualmente se siguen dando capacitaciones y se va a las escuelas cuando lo necesitan, pero me parece que falta acentuar en la cuestión porque no hay charlas de diversidad sexual, sino de la diversidad en general. Una sola escuela en la zona serrana nos pidió abordar la temática puntual”, ilustró.

Por eso, consideró que “habría que hacer un trabajo más profundo en esa temática, sensibilizando con el tema, generando reflexiones de uno mismo, que tiene que ver con un trabajo introspectivo, con lo diferente, con el rechazo”.

“Así como existen doctores en teología que no creen, en el país cambiaron las leyes, pero falta apertura. Hay muchos docentes que tienen apertura, pero se ven rechazos en algunos maestros de escuelas confesionales particularmente”, ejemplificó.

Sostuvo que si bien “el bullying homofóbico tiene que ver con la educación en la casa, porque esos modelos homofóbicos lo traen del hogar”, los establecimientos educativos tienen un papel claro en esto: “Las escuelas deberían replantearse el discurso heterosexista, desde los contenidos curriculares, desde la vida institucional, desde lo que se llama las puertas de entrada para trabajar sobre educación: primero está la reflexión sobre uno mismo, luego replantearse contenidos curriculares, replantearse los códigos de convivencia y plantearnos también la posibilidad de generar sanciones a quienes discriminan y hostigan”. “No puede haber silencio pedagógico ante las situaciones de discriminación”, destacó.

“Y es importante el trabajo en la familia. No es aislado el hecho de que los chicos actúen así en la escuela. Del hogar se traen muchas cosas, seguimos planteando que el azul es para el varón, así como el autito, y para las chicas está la muñeca”.

Además, advirtió que, por ejemplo, quien es discriminado por su sobrepeso le es más fácil llegar a su casa y comentarlo, pero en general esto no ocurre cuando se trata de discriminación por motivos de orientación sexual.

Más allá de todo esto, subrayó que el presente de las personas de la diversidad sexual no es el mismo que el de quienes atravesaron décadas anteriores. “Indudablemente las leyes ayudaron mucho, los medios de comunicación favorecen y el estereotipo ridiculizante que existía ya no lo plantean más”, apuntó. Pero al mismo tiempo “la homofobia sigue presente”, señalando que en los sectores más vulnerables suele haber mayor naturalización y aceptación.

“El niño, adolescente o joven no es el problema, como se lo veía 20 ó 30 años atrás, tiempos en que cuando aparecía una orientación sexual diferente a la hegemónica el problema era él y eran tratados por psicólogos y no se tenía en cuenta el sufrimiento que le generaba el resto. Hoy se puede ver de manera diferente”, analizó. “El problema es el que hostiga, no el que es discriminado”, cerró.