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Nueva técnica en el hospital público

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Nueva técnica en el hospital público

Una cirugía percutánea renal permitió que un paciente intervenido el viernes se fuera a su casa el domingo

Hernán Manavella, urólogo del centro asistencial, en un pasaje de la conferencia de prensa

El Hospital Pasteur se convirtió una vez más en el escenario donde pudo desarrollarse de manera exitosa una intervención quirúrgica inédita para Villa María y la región.

Se trata de una cirugía renal (percutánea) que permitió extraer cálculos de importantes dimensiones de los riñones de un joven de 36 años, utilizando una técnica no invasiva que posibilitó la extracción con sólo una incisión de un centímetro.

Hernán Manavella, urólogo del nosocomio, fue el propulsor y coordinador de esta cirugía que se extendió por alrededor de tres horas y que contó con la participación de otros tres profesionales médicos.

“Lo que hacemos es, a través del uso de aparatología de primera generación, pulverizar las piedras de aproximadamente 2 centímetros de diámetro para después extraerlas con pinzas especiales, previo un pequeño corte que favorece al paciente, ya que pasa muy poco tiempo de proceso posoperatorio, demanda menor uso de calmantes y se reinserta laboralmente a la brevedad, a diferencia de la técnica convencional”, explicó.

 

Un momento de la práctica realizada en el centro asistencial público

Hay equipo

Además de Manavella participaron los cirujanos Juan Pablo Sarría, Rolando Consano y Marcelo Giménez, quienes forman parte del Fucdim, un instituto modelo de urología de la capital que se especializa en litiasis (cálculos), y en este tipo de cirugías.

Durante la explicación del proceso, Manavella destacó el trabajo de la gente de rayos: “Es fundamental su intervención para detectar de manera exacta la ubicación del cálculo. Se ingresa con agujas muy finitas y se va aumentando el calibre, el diámetro, creando un trayecto desde la piel hasta el riñón. Esa aguja la vas viendo con radioscopia, y va siendo más gruesa hasta dilatar para que entren los aparatos, y ahí se destruye la piedra. Se avanza en el procedimiento según lo que el cirujano ve de acuerdo a lo que muestra la radioscopia, por eso la importancia del radiólogo, ellos posibilitan la reducción del riesgo”.

El paciente intervenido había consultado por dolores intensos luego de automedicarse sin éxito. La consulta y el trabajo de radiología arrojaron una inflamación importante debido a la presencia de una piedra de 2 centímetros ubicada a la altura de la pelvis. Rápidamente se logró el consenso para operarlo el viernes y el domingo obtuvo el alta correspondiente.

Sobre la continuidad de esta práctica, Manavella aseveró que habrá una segunda cirugía. Aunque evitó dar fechas ya que “se necesita mucha coordinación para una logística importante”, concluyó.