El exfuncionario que denunció junto a Maristany que el dinero que iba hacia el Eninder era sustraído del control de los tribunos, dijo que siente “paz” por el informe de la Auditoría General de la Nación
El extribuno de Cuentas de la Municipalidad de Villa María, José Naselli, dijo a EL DIARIO que “hace ocho años” que está “convencido” de lo que ahora estableció la Auditoría General de la Nación (AGN) respecto al Eninder y dijo que el fiscal Gustavo Atienza había señalado en su fallo, cuando en 2009 archivó una denuncia, que la Municipalidad rendiría mensualmente la utilización de fondos, “algo que nunca hemos visto”.
-¿Cómo tomó el informe de la AGN?
-Hace ocho años que estoy convencido de esto. Además, quiero recalcar que el fallo del fiscal Atienza señala que había control, porque la Municipalidad debía informar en forma mensual el uso de las remesas. Calculo que esto no se dio, porque en ocho años jamás los vi. Estoy hablando con las palabras textuales del fiscal: el municipio debía realizar rendiciones mensuales. Sin embargo, nunca vimos ninguna rendición.
Debe haber habido, por decir, 20 convenios, imaginate las remesas que se habrían hecho, entonces tienen que estar, pero yo no he visto ninguna, ninguna. Entonces o el fiscal señaló algo que ni él comprobó o están las rendiciones pero no se conocen.
-Usted ratifica que el dinero que ingresó al Eninder no tenía control de ningún tipo.
-Ninguno, absolutamente ninguno. Cuando nosotros asumimos la función con (Gustavo) Maristany firmamos las primeras órdenes de pago. Pero empezamos a estudiar el tema, porque esto no es fácil, aun siendo abogado. Ahora todo el mundo lo sabe, pero en ese momento no. Y al analizar vimos que esto era propiedad de la Municipalidad, porque los convenios se firmaban con el municipio.
Recuerdo cuando nos encontramos con que (Javier) Pretto (por el Eninder) firmó un convenio con (Eduardo) Accastello (por Villa María) en el que el municipio le pasaba dinero al Eninder, siendo que de los acuerdos con Nación el Eninder no tenía parte.
Entonces, cuando con Maristany planteamos la situación, mandaron carta a (exministro Julio) De Vido diciéndole que había que hacerlo a través del Eninder y cambiaron las cosas. Todo se manejó de esa forma, muy difícil de sintetizar.
-¿Calcula cuánto dinero manejó el Eninder durante todos estos años?
-No, no. Nunca llevamos la cuenta porque nos oponíamos. El fiscal en una nota con EL DIARIO ahora nos echa en cara que nosotros al comienzo firmábamos. Sí, firmamos una o dos veces y nos dimos cuenta de que estábamos equivocados. Lo dijimos en la misma denuncia.
Cuando llegaban las órdenes de pago nos limitábamos a rechazar, entonces no llevamos la cuenta de la cantidad de dinero que pasó al ente.
-¿Qué le representa la figura del revisor de Cuentas interno que tenía el Eninder?
-Habría que ver a qué le llaman revisor. Nosotros somos tribunos. El Eninder tenía un organismo, representado en su momento por (Alberto) Lattanzi, responsable de fiscalizar de manera interna. Accastello dijo que las municipalidades controlaban los fondos que ejecutaba el ente, lo que no es cierto, al menos en el caso de Villa María. No sé en otros lugares, acá no, por lo que el exintendente falta a la verdad, porque el Tribunal de Cuentas no podía seguir el rastro. Llegaba el dinero y lo sacaban de esta órbita en pocos días.
Nosotros veíamos llegar a Lattanzi y ya nos mirábamos con Maristany, dándonos cuenta de que llegaba dinero para el Eninder.
Como nosotros rechazábamos, el por entonces intendente bajo su responsabilidad podía transferir y así lo hacía. Y a nadie le importó.
“El mismo intendente y el mismo Pretto”…
Algunos me preguntan si estoy contento y no lo estoy. Ni estoy contento ni estoy triste, siento una especie de paz, porque sufrimos mucho. Cada tanto nos pegaban en los medios, hacían cola para decir que estábamos en contra del progreso de la ciudad, que poníamos palos en las ruedas, que teníamos aspiraciones políticas. ¿Qué aspiraciones? Mi única aspiración era trabajar y lo hacía con gusto. Eran siempre los mismos los que salían a decir cosas de nosotros. Incluso el mismo intendente y el mismo Pretto, quien una vez pidió que nos destituyeran, que nos hicieran juicio político a Maristany y a mí. Y por qué, porque le molestaba el control.
Al principio me dolía, después me causaba gracia y al final no me decían nada porque sabían que teníamos todos los elementos para decir lo que decíamos.
-En la mayoría de las ocasiones el oficialismo le contestaba con palabras de tinte político, pero no con argumentos jurídicos o técnicos.
-Jamás. Y eran lo mismo, siempre.
-¿Algunas de las grandes obras debían hacerse desde el Eninder según los convenios primarios?
-Al principio, antes incluso de que nosotros entremos, no había nada en referencia al Eninder. Cuando nosotros comenzamos a advertirlo, se empezaron a tomar los recaudos. Hay un caso que denuncié en la Fiscalía Federal, de convenios gemelos. No vino la plata, porque se cortó el envío de dinero de parte de Nación tras la muerte de Kirchner cuando indudablemente algo sucedió, pero el convenio se hizo. En ese acuerdo, Nación se comprometía a enviar fondos para la reconstrucción del Anfiteatro, entre lo que se contaba al escenario. Como no llegaba la plata y se acercaba el Festival, Accastello se dio cuenta de que había que hacer el escenario. Entonces llegó una orden de pago a favor del Eninder, diciendo que íbamos a adelantar la plata y que cuando llegaran los fondos nacionales, se iba a reintegrar. Nos mandan el convenio firmado entre De Vido, Fatala y Accastello. El Eninder no figuraba para nada. Por lo tanto, rechazamos la orden. Pasaron 10 días y apareció (Carlos) De Falco diciendo que estaba la documentación: mandaron un segundo acuerdo, con todos los datos iguales, añadiendo la leyenda “el municipio a través del Eninder”. Eran gemelos, agregando eso. Nos quisieron engañar. Así se manejaban.