Mientras en el mundo se preguntan si realmente el chip es valioso y no solamente un negocio, la ciudad bonaerense de Pigüé ya lo decidió: de manera obligatoria los dueños de perros deberán llevar a colocar chips subcutáneos a sus mascotas.
La medida se impulsa desde el municipio de Saavedra-Pigüé con el fin de dar una respuesta a la problemática de los perros sueltos en la ciudad y se implementará desde el 1 de septiembre, en paralelo a una campaña de vacunación antirrábica.
En declaraciones a Reflejos Radio (97.9), la responsable del área de Zoonosis local, Guillermina Puente, detalló que el chip permite identificar al animal, a través de un código numérico, y paralelamente, un software guarda dicha codificación con todos los datos del animal.
Por tanto, en caso de que el can se pierda, podría acercarse a un escáner que detecta el número y detalla su información adherida.
“Cuando llega un perro a una veterinaria adherida, éstas pueden usar esta herramienta para detectar al dueño del animal, también es una ficha clínica del animal, a los datos también podrán acceder la Policía, Inspección y Zoonosis”, explicó la funcionaria.
Vale mencionar que el chip se coloca con una jeringa entre las dos escápulas del perro, no genera reacción y, además, dura 30 años, es decir toda la vida del can. Su colocación será obligatoria, pero también gratuita, ya que el costo lo absorberá por 2016 el municipio. Al respecto, Guillermina Puente anticipó que desde Zoonosis estarán realizando desde el 1 de septiembre la acción de colocación del chip, dos días en cada barrio, más dos días en cada pueblo del distrito.
Sobre cómo surgió esta iniciativa, la funcionaria de Pigüé relató que “esto lo venimos estudiando desde hace ocho meses, nos pusimos en contacto con el municipio de Ushuaia, que es el que lo está implementando desde 2005, y esa fue nuestra base de investigación, tuvo buenos resultados”.
La doctora Puente manifestó que la idea es organizarse ante los perros sueltos en la ciudad: “Callejero no sé a que llaman, hay muchos perros que tienen dueños que también se pierden, que tienen accidentes, la idea es organizarnos un poco, obviamente que todo cambio es gradual y paulatino”, expresó.
En Villa María, en tanto, muchos rescatistas alertaron que el chip no es bueno para el perro y que se trata más de un negocio que de un beneficio.