LVF – Clausura – 3ra. fecha

El Lobo venció 3 a 1 a Alumni y comparte la cima de la Zona A con Sportivo Playosa. Páez en dos ocasiones y Piovano le dieron el triunfo al local. Pessuto descontó para el Fortinero

Escribe: Pablo Luna Broggi

El actual subcampeón local se presentaba ante su gente nuevamente, tras la dura derrota en la final ante Universitario. En el debut liguero había vencido 3 a 1 al duro Alem de Agosto de visitante, y ahora debía rendir un complicado examen ante su público frente a Alumni.

El estadio albiazul lucía en excelentes condiciones, bajo un sol radiante que no podía impedir que el frío reduzca el número de asistentes.

El conjunto conducido tácticamente por David Reano visitaba la guarida del Lobo con la intención de comenzar a sumar de a tres, ya que en su presentación había caído frente a Sportivo Playosa y apenas había podido rescatar un magro empate ante Silvio Pellico en la segunda fecha.

El cotejo comenzó retrasado (porque la reserva jugó un tiempo de 45 minutos por descuido del árbitro) bajo la atenta mirada de Claudio “Lana” Díaz (histórico excapitán de Argentino) y Carlos Ronco (exlobo y fortinero) en las tribunas.

La primera emoción de la tarde llegó para el visitante, luego de un muy buen ataque que culminó con un gran remate frontal de Cecchini que se fue cerca del ángulo izquierdo defendido por Frandino. Luego de unos minutos, el ex-Racing de Córdoba le tapó un mano a mano clarísimo a Iván Pessutto y nuevamente evitó la caída de su valla.

La primera chance de Argentino recién llegó a los 11 minutos y se transformó en el 1 a 0: la gran efectividad del local hizo que luego de una excelente recuperación de Molina, que derivó en una apertura hacia Galíndez, Páez pudiera definir tras un gran centro del extremo albiazul.

Luego, el propio Galíndez intentó estirar diferencias, pero su remate se fue demasiado alto.

Alumni pretendía igualar el tanteador, pero carecía de peso ofensivo y efectividad. Quizás tenía más posesión de la pelota que su rival, pero no la traducía en opciones de gol, las cuales escaseaban y daban tranquilidad al local.

Sobre el final del primer tiempo pudo haber conseguido el empate pretendido, pero Pessutto volvió a desperdiciar una chance imposible de creer.

Para peor, en el inicio del complemento los dirigidos por Morales aumentaron la diferencia: un córner ejecutado desde el costado izquierdo derivó en un cabezazo de Rojas y en una posterior definición de Matías Piovano, que sin oposición anotó el segundo.

Argentino sin hacer demasiado prácticamente aseguraba los tres puntos y además comenzaba a crecer futbolísticamente de a poco. A los 23 minutos el Pulpo Ñáñez malogró el tercer gol al rematar demasiado alto, sin embargo, en la jugada siguiente la goleada albiazul llegó tras una gran jugada de Mauro Fuente que le cedió el balón a Maximiliano Páez para que anote el tercer tanto local y asegure la punta de la Zona A.

Luego del gol de Ojito, Alumni fue en búsqueda del descuento más por vergüenza deportiva que por juego. En una de las aproximaciones, Núñez remató desde lejos con gran precisión, pero Frandino voló hacia su palo izquierdo y con mano cambiada evitó el gol visitante.

También Peñaloza trató de quebrar la resistencia del uno albiazul con una gran tijera, pero el arquero local volvió a impedir el festejo de la parcialidad fortinera, que debió conformarse con el descuento sobre el final, luego de un tiro libre que le permitió a Iván Pessutto poner el 3 a 1 definitivo a través de un sencillo disparo ante la salida de Frandino.

Argentino ganó porque jugó con una seriedad y una efectividad asombrosa. El Lobo está ratificando lo hecho el campeonato anterior, está puntero y ya dejó en el camino a dos grandes de la liga con mucha autoridad. Alumni, nuevamente dejó el campo de juego lleno de dudas y sigue sin poder levantar cabeza en este campeonato.

La figura

Maximiliano Páez

Ojito fue la gran figura de la cancha, anotando dos de los tres goles del Lobo. Inquietó a toda la defensa fortinera durante los 90 minutos.

El árbitro

David Peninger

Excelente. No tuvo ningún fallo.