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OMS pide reclasificar para adultos películas argentinas con vistas de fumadores

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OMS pide reclasificar para adultos películas argentinas con vistas de fumadores
Darín y Francella, en “En el secreto de sus ojos”

Casi nueve de cada 10 películas nacionales exhiben personajes fumando o productos del tabaco y Argentina ocupa el primer lugar en cantidad de segundos por película para este tipo de imágenes, informó la Organización Mundial de la Salud

Darín y Francella, en “En el secreto de sus ojos”
Darín y Francella, en “En el secreto de sus ojos”

Es impresionante la cantidad de tabaco que tiene el cine argentino: encontramos que el 88% de las películas argentinas aptas para todo público lo contenían, en comparación con el 75% de las mexicanas y el 54% de las estadounidenses”, afirmó a Télam Raúl Mejía, coautor de una de las investigaciones en las que se basó el informe de la OMS/OPS presentado en Buenos Aires.

El también investigador principal del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) explicó que estos datos surgen del análisis comparado de las 839 películas de producción nacional más vistas entre 2004 y 2012 en nueve países (EE.UU., Argentina, México, Alemania, Italia, Islandia, Polonia, Países Bajos y Reino Unido).

Allí se investigó “cuántas escenas de tabaco aparecen, cuántos segundos dura cada una, si se ven las marcas y quién es el que fuma”. “En el caso de Argentina, los jóvenes y los niños están expuestos a una cantidad inmensa de tabaco, porque además ocupa el primer lugar en cantidad de segundos por película”, dijo Inti Barrientos, coautor junto a Mejía del estudio “Tobacco and alcohol use in nationally-produced films from Europe and Latin America”.

Así, el tiempo promedio en el que aparecen personas fumando o productos del tabaco en las películas argentinas es de 202 segundos (3,36 minutos).

Estas cifras fueron difundidas durante la presentación en Buenos Aires del tercera edición del estudio de la OMS “Películas sin tabaco: de la evidencia a la acción”, que demostró que el tabaco aparece en el 44% de todas las películas de Hollywood en 2014 y en el 36% de las clasificadas aptas para adolescentes.

Y si este comportamiento de la industria del cine resulta de gran interés para el organismo de las Naciones Unidas para la Salud es porque “el cine es un factor muy poderoso para el comienzo de la adicción al tabaco”, sostuvo James Thrasher, investigador de la Universidad de Carolina del Sur

Estudios realizados en los Estados Unidos concluyeron que mostrar el tabaco en la pantalla contribuye al 37% de todos los nuevos fumadores adolescentes y que la exposición a escenas de tabaco en la pantalla podría producir 6 millones de nuevos fumadores jóvenes entre los niños estadounidenses, de los cuales 2 millones acabarían muriendo por enfermedades inducidas por el tabaco.

Thrasher recordó que “hay algunos modelos estadísticos que indican que 1 de cada 3 niños que fuman actualmente, no hubieran iniciado la adicción”. Pero mientras que en México y Estados Unidos en la última década disminuyó la presencia de tabaco en el cine, Argentina venía registrando un pequeño descenso que se revirtió a partir de 2010, lo que Mejía atribuyó a “la falta de regulación”.

Es que, a pesar de que la Ley 26.687 prohíbe cualquier forma de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco, el Estado argentino aún no adoptó normas para restringir la exposición de los niños y adolescentes a películas donde se muestran cigarrillos o gente fumando, las cuales se habrían transformado en una nueva vidriera para este tipo de productos. “Y por los estudios que hemos llevado a cabo en distintos países vemos que cuando se prohíbe la publicidad en la radio, la TV y los medios impresos, así como anuncios en la vía pública, el cine se vuelve más importante como vehículo para promover el consumo en los niños”, agregó Thrasher.

El informe concluye recomendando cinco medidas a los estados partes: exigir la clasificación para adultos de las películas con imágenes de consumo de tabaco; certificación de que los productores no recibieron dinero alguno por usar o exhibir productos de tabaco en una película; no exponer las marcas; exigir la inclusión de fuertes anuncios contra el tabaco antes de las películas; y que las producciones que promuevan el consumo de tabaco no reciban subsidios públicos. “Sabemos que en muchas industrias nacionales en la región latina el gobierno está financiando una gran parte de las películas: ¿y por qué el Estado está pagando un comercial para las tabacaleras? Esto no debe pasar”, afirmó Thrasher.

Además, explicó que la reclasificación de las películas que contienen imágenes de tabaco «no es censura» porque «no viola la libertad expresión», ya que pueden seguir apareciendo fumadores siempre y cuando ya no sean aptas para menores.