Están en comisión los dos proyectos en pos de la transparencia de los actos de gobierno anunciados por Martín Gill al asumir como intendente. Se trata del “gobierno abierto” y el control interno permanente
En la primer sesión del Concejo Deliberante ingresó para su tratamiento una batería de ordenanzas. Dos de ellas procuran dar un marco de transparencia a la gestión. La tercera es para abordar la problemática de las adicciones.
El concepto de “gobierno abierto” está definido como “el que es capaz de entablar una permanente conversación con los ciudadanos a partir de la transparencia y promoviendo la participación y la colaboración ciudadana en la definición de los objetivos y procesos de políticas públicas”.
En Villa María, según indica el proyecto de ordenanza al que accedió EL DIARIO, se materializará en el acceso a la información pública de manera más amplia que en la actualidad.
La iniciativa prevé la creación de un portal en el que no sólo esté la publicidad de los actos de gobierno, sino otros datos, como, por ejemplo, la cantidad de empleados y contratados de la Municipalidad, el inventario de bienes públicos y los recursos que se usan en cada área.
En el capítulo de contrataciones públicas, el proyecto que será analizado desde el lunes en el Concejo Deliberante prevé que se publique en ese portal “la información general de las entidades y órganos de contratación, la información sobre las licitaciones, llamados, pliegos y licitaciones en curso con acceso a las condiciones de ejecución del contrato y, en su caso, la restante documentación complementaria y la información sobre los contratos programados, los contratos adjudicados, las licitaciones anuladas, sanciones y cualquier otra información que se considera necesaria”.
Control de gestión
El segundo proyecto ingresado al Deliberante es el que establece un mecanismo de control de gestión permanente.
Asegura que el Ejecutivo procura que el Estado municipal “sea ejemplo de transparencia y probidad”. Es por eso que impulsa la creación de “la Unidad de Control Interno” para medir y evaluar la eficiencia de la gestión.
Es interesante señalar que ambas iniciativas abarcan no sólo la administración municipal, sino “los organismos descentralizados y empresas y sociedades del Estado que dependan del mismo”.
El proyecto prevé que el control interno esté a cargo de un síndico, que será nombrado por el intendente con el aval del Concejo Deliberante.
Equipo contra las adicciones
Los ediles de la ciudad están analizando también el proyecto de creación de un consejo municipal de prevención de adicciones.
Ese organismo estará integrado, según prevé la iniciativa original, por el intendente o el jefe de Gabinete y funcionarios designados por el Ejecutivo, un concejal por bloque, un representante del Hospital Pasteur y representantes de “toda institución social, educativa, del trabajo y religiosa” que considere el Ejecutivo, como así también “un representante de cada una de las ONG e instituciones públicas o privadas” que trabajen en la problemática.
Ese consejo trabajará en políticas activas no sólo para la prevención, sino para el tratamiento y recuperación de las personas adictas. Cabe recordar que el intendente Martín Gill prometió un centro de noche para los que tienen tratamiento ambulatorio y un centro de desintoxicación.
Entre las funciones de ese Consejo está, según el proyecto, la asistencia y contención de los familiares de adictos.
La iniciativa que está analizándose en comisión también propone la creación de un observatorio para que estudie y difunda datos de la problemática y de un registro de organizaciones que trabajan con personas adictas.
