Apenas 10 pesos de aumento en relación con los precios que se fijaron el año pasado con la intención de que “la gente pueda sentarse a comer y a disfrutar”
Hoy comienza el recorrido peñero y se abren los patios de comidas y las peñas ya tradicionales con su oferta gastronómica que se sostendrá hasta que finalicen las noches del espectáculo central en el Anfiteatro.
Como es ya un clásico, miles de personas de la ciudad y la región acuden a la costanera en busca de un plato de locro, un choripán o unas empanadas, “regadas” con alguna bebida. La primera pregunta que todos se hacen, entonces, es: ¿cuánto costará degustar algún plato nacional; y cuánto acompañarlo con alguna bebida?
La respuesta salió a la luz ayer a la tarde, luego de que todos los responsables de los establecimientos gastronómicos que abrirán sus puertas esta noche se reunieron para consensuar las tarifas: la porción de locro costará 100 pesos; la docena de empanadas, entre 130 y 140 pesos; el choripán, 50 pesos; la gaseosa de litro y cuarto, 70 pesos; la cerveza, 80 pesos; el vino de litro, 60 pesos; el vino de 3/4, 80 pesos; el copón de un litro de fernet, 100 pesos.
Apenas 10 pesos de aumento en los distintos platos y bebidas respecto de los precios que se habían fijado en la anterior edición del evento más convocante que tiene la ciudad.
Si bien los establecimientos que no ofrecen números musicales pueden llegan a variar un poco esas cifras, “serán apenas una moneditas menos (5 pesos de diferencia), porque creemos que los precios son económicos”, coincidieron en señalar encargados de patios de comidas.
Tanto desde las peñas de la Agrupación Folklórica como la de Los Soñadores, al igual que el patio de comidas del Jockey, el Rotary, que tiene dos plazas y La Cantina, coincidieron en señalar que “queremos que la gente pueda sentarse a comer y a disfrutar, por eso casi no hemos fijado un aumento en los precios. Cualquiera que viva en el territorio nacional sabe que las cosas han aumentado en el último año mucho más que eso”, señalaron desde la peña de Los Soñadores.
Precios populares, entonces, para comer y beber durante las noches festivaleras.
