La ola de robos y destrozos en locales comerciales que se vivió en la última semana en Villa María no se detuvo a pesar de la sucesión de reuniones en los más altos niveles. Esta vez, una parrillada ubicada sobre la avenida costanera y una carnicería situada sobre bulevar Cárcano, a unas pocas cuadras, fueron el blanco escogido por los delincuentes
El peor despertar tuvieron ayer dos conocidos comerciantes de esta ciudad. Más o menos a la misma hora se disponían a iniciar el trabajo cotidiano, cuando supieron que la ola de inseguridad había alcanzado sus locales.
Nolberto Fratondi recibió a EL DIARIO con tristeza cierta. Le explicó al cronista que “tuvieron que tirarle cuatro o cinco ladrillos enteros al vidrio para poderlo romper”.
El ventanal por el que ingresaron a su local los desconocidos da al patio en el que también coloca mesas en el verano. Y los cristales son evidentemente reforzados.
“Terminamos de trabajar a eso de la 1.30. Yo creo que deben haber venido unas pocas horas después. Y también creo que sabían a lo que venían, porque no tocaron ni el vino ni la comida. Se llevaron las dos cajas registradoras, una de las cuales es la homologada por la AFIP y me había costado 14 mil pesos. También me llevaron el televisor”, dijo.
(Mientras él hablaba, tres agentes de Policía de la Departamental sacaban las dos cajas registradoras, embarradas, del fondo del río).
-¿Tenían plata en su interior?
-Sí, unos 10 mil pesos que me deja mi hermano para pagar a los proveedores que vienen a traer mercadería por la mañana.
-Llevamos 14 mil pesos de la registradora fiscal, 10 mil pesos en dinero…
-Y el televisor, que cuesta más de 10 mil pesos, además del vidrio, que es carísimo. Hace un mes y medio me rompieron otro y me costó algo así como 4.700 pesos.
-¿Le robaron hace un mes y medio?
-No, fue daño nomás. Hasta el cartel apedrearon esa vez. Pero no lo rompieron del todo y no ingresaron al local. Fue una parejita que quedó registrada en una cámara de seguridad de uno de los vecinos…
(EL DIARIO pudo ver luego las imágenes de esa cámara, en la que se observa a un hombre con una caja registradora abrazada contra su pecho. La caja es blanca, o sea que puede ser la de Fratondi o la de Oscar “Cacho” Martínez, si es que la carnicería fue “visitada” antes. Se aprecia que dos sujetos increpan al ladrón, que se marcha y sale de escena).
El hecho sufrido por Fratondi en su parrillada fue denunciado en horas del mediodía en la sede policial de General Paz 317 por su esposa, Jaqueline Elva Carpio Ortiz, que es la titular del negocio.
Unas cuadras más allá
A unas pocas cuadras de allí, en la esquina de Cárcano y Tucumán, el local de Carnes Cacho había sufrido un ataque con ribetes parecidos.
“Me entraron por una ventana fija que da a la calle Tucumán y se llevaron la caja registradora, nada más. No tocaron nada de carne ni de bebida… Y eso que había un montón de botellas de fernet”, comentó Oscar Martínez, “Cacho”, al periodista de este medio.
-¿Cómo se enteró de lo que había sucedido?
-Esta mañana a eso de las siete pasó un repartidor y vio el vidrio roto, entonces le avisó a mi hijo, que tiene Carnes Martínez acá cerca…
-¿Había dinero en la caja registradora?
-Unas monedas… Y perdieron varias acá, en la vereda… A la caja aparentemente la llevaron hasta cerca de Fratondi, porque me dicen que hay una cámara de seguridad donde se ve a un tipo con una registradora parecida a la nuestra.
Hacía diez años que a “Cacho” no le pasaba algo así. En aquella oportunidad también le habían roto uno de los cristales.
Los dos comerciantes que sufrieron en la madrugada de ayer el accionar delictivo dejaron algunos mensajes para tener en cuenta.
Oscar dijo que “hace un tiempo que no se ven policías por acá patrullando, siendo que antes había más control y hasta te dejaban un papelito avisando que habían pasado por la noche”.
Atención
El mensaje de Nolberto conlleva datos preocupantes, dado que revela robos a otros comerciantes del sector: “Que traten de vigilar más por esta zona; no lo digo solamente por nosotros, ya que a la panchería que está acá enfrente le entraron dos o tres veces y también a la heladería que está en la otra cuadra”.
O sea, otros tres robos.
Una semana “bisagra”
Los seis hechos reflejados por EL DIARIO en esta página se dieron durante esta semana, junto a robos de motos o en casas particulares. Exhibirlos a la sociedad fue posible por la valentía de las víctimas, que no pretenden otra cosa que alertar a los vecinos.
Al cúmulo de situaciones de robo se sumaron al menos cinco actos vandálicos registrados en otros tantos comercios. Entonces, hablar de inseguridad, de ola delictiva, no es una exageración.
Esconder los hechos, no reflejarlos en los partes de prensa de la Departamental, no ayuda en nada. Es más, impide que los ciudadanos tomen mayores recaudos. Más temprano que tarde, en esta ciudad las cosas se saben…
Es verdad que la jefatura accedió a reunirse a media semana con integrantes de la Asociación de Empresarios de la Región Centro Argentino (AERCA). Pero lo que debe quedar en claro a partir de ahora es que se debe pasar del dicho al hecho.
A nadie escapa que la relación entre la Municipalidad y la Gobernación en tiempos de Eduardo Accastello y José Manuel de la Sota perjudicó y mucho a Villa María en materia de seguridad, ya que la ciudad no cuenta con los móviles necesarios ni con el número indicado de efectivos para hacer frente a la problemática que la afecta. Ahora, al parecer, soplan otros vientos institucionales que, a nuestro entender, deberían ser aprovechados para atender necesidades que ya son más que evidentes (tanto en materia de seguridad, como de prevención de las adicciones, ya que ambas cuestiones van de la mano).
Gracias a los que hablan, porque nos permiten conocer más de la ciudad donde vivimos.
Y cuidado con los que callan.
Matías Careri, uno de los hermanos propietarios de Pizza Bemba, le narró el martes último a EL DIARIO el octavo robo que sufrieron en los cuatro años que llevan al frente de ese negocio. Lo preocupante, en este caso, ocurrido en el populoso barrio
Ameghino, fue que los dos jóvenes que actuaron esgrimieron una escopeta de caño recortado.
Gonzalo Rodríguez, propietario de La Boquería, le contó el martes pasado a EL DIARIO los dos robos que sufrió ¡en dos días!,
uno de los cuales fue padecido por una empleada, Virginia Olivero. En este caso, el local se encuentra ubicado en el corredor gastronómico de la calle Corrientes. Un día le robaron la caja registradora y, al siguiente, motochorros arrebataron una cartera.
Daniel Fiorano propietario de la agencia oficial de la Lotería de Córdoba, le explicó el viernes último a EL DIARIO cómo los
delincuentes ingresaron al local ubicado en pleno centro, 9 de Julio 91, tras romper la cerradura de la puerta de ingreso.
Walter Alvarez, titular de la despensa y quiosco que se encuentra en la esquina de Lisandro de la Torre y Jujuy, le confió el viernes último a EL DIARIO cómo los delincuentes ingresaron al salón por un ventiluz. Le llevaron 4.000 pesos, muchos atados de cigarrillos y varios artículos de menos valor. Luego le hicieron “un desparramo” y huyeron por los techos, donde descartaron algunos bienes que recuperó la Policía.
Sergio Vaudagnotto