El doctor en Ciencias Biológicas e investigador del Conicet se refirió al algarrobal del barrio Malvinas en el marco de su disertación sobre la situación del monte nativo en la provincia
El biólogo Fernando Barri llegó ayer a la ciudad para coordinar la charla-taller promovida por la Asamblea Socioambiental local sobre la ley de bosques y la situación del ecosistema en la provincia.
En la ocasión, también se refirió a la importancia de preservar las 32 hectáreas de bosque nativo del barrio Malvinas Argentinas, más conocidas como El Montecito.
“Me parece fundamental que el municipio pueda proteger ese espacio por muchas razones. Primero, porque ya las Naciones Unidas hablan de que las ciudades deben ampliar sus espacios verdes, ya que hace a la calidad de vida.
Por otro lado, porque es una zona inundable y es fundamental generar sitios donde el agua pueda ser absorbida”, destacó el especialista.
Barri es investigador del Conicet, magíster en vida silvestre, especialista en antropología y actualmente estudia el impacto negativo de los desmontes en la fauna.
En declaraciones a este medio, aseguró que el algarrobal de calle Tucumán al 3000, “es representativo de lo que alguna vez fue el ecosistema de la región”.
“Yo creería, porque así lo establece la ley, que siendo un parche de bosque nativo no podría desmontarse bajo ningún punto de vista. Ni el municipio ni la provincia deberían autorizar un desmonte en ese lugar”, indicó.
Cabe recordar que el actual Código de Edificación local plantea una red vial en esa zona, que terminaría con el último montecito en la zona urbana de Villa María, y uno de los pocos de la región.
“Creo que las leyes son una herramienta a la que la ciudadanía puede apelar si el día de mañana no se creara una reserva y algún interés privado intentara desmontar ese sitio”, alertó Fernando Barri, el biólogo que está al frente de la cátedra de problemáticas ambientales en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Salvar al monte
El profesional analizó que los principales problemas ambientales de la provincia “están vinculados a la pérdida del bosque nativo” y que donde hay monte, “hay familias que viven del monte haciendo extracción de miel, venta de leña seca o practicando la ganadería de bajo impacto”.
En Córdoba, queda menos del 3% de bosque nativo inicial.