Investigadores del Conicet trabajan a nivel local
Un grupo de investigación desarrolla un proyecto en los laboratorios de la UNVM en el que apunta a optimizar y llevar a cabo estrategias de preservación de productos frutihortícolas locales
Desarrollar, evaluar y optimizar estrategias de conservación de frutas y hortalizas de la región de Villa María para mejorar la estabilidad, calidad y valor agregado son las metas que se ha trazado un equipo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) que realiza su tarea en los laboratorios de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).
Según pudo conocerse, Emiliano Badín, Yanina Rossi y Alejandro Lespinard están abocados a la labor de optimizar el tratamiento térmico para garantizar que el alimento sea inocuo, es decir que se pueda consumir sin riesgo para la salud de quien lo ingiere, prolongar su vida útil y a su vez minimizar la pérdida de los componentes nutricionales y sensoriales que posee.
En el contacto mantenido con el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM, Badín precisó que “cuando se procesa térmicamente un alimento se produce una reducción en su capacidad nutricional, esto está relacionado con la pérdida de componentes bioactivos, como pueden ser vitaminas, pigmentos como la antocianina, la cual tiene capacidad antioxidante y proteínas, además de consecuencias sobre sus características sensoriales, como, por ejemplo, su color y textura y a su vez se logra de esta manera la reducción o eliminación de microorganismos patógenos que podrían afectar a quien consume el alimento y enzimas que deterioran el mismo”.
Es importante remarcar que los investigadores se concentraron en la producción frutihortícola local, que incluye tomate y pimiento, a lo que agregaron frambuesas y zarzamora.
Los protagonistas de la tarea coincidieron en que “el tratamiento térmico es necesario para garantizar que el consumidor se encuentre con un alimento saludable desde el punto de vista microbiológico, pero a su vez es necesario encontrar un equilibrio entre la búsqueda de la inocuidad y el cuidado de los nutrientes que éste posee”.
Para concluir, se destacó que la investigación servirá para desarrollar formas de conservación que permitan mantener los nutrientes naturales del alimento y al mismo tiempo eliminar las bacterias, generando así alimentos seguros y que aporten significativamente a la salud del consumidor.