Pedro Parnenzini es un joven villamariense de 20 años, que alcanza números asombrosos con sus cortos audiovisuales en tono humorístico, como más de cien mil suscriptores en su cuenta de YouTube, o miles de reproducciones de sus videos. Confiesa que ha recibido ofertas televisivas y teatrales de Buenos Aires. Una charla para conocer cómo funciona su mezcla de trabajo planificado con un hobbie y la exposición virtual
Escribe José Glanzmann
La denominación “youtuber” fue tomando popularidad en los últimos años, y se vincula al usuario que comparte videos breves de elaboración propia que van desde monólogos en los que se cuentan anécdotas de la vida cotidiana o grabaciones humorísticas, en especial por parte de adolescentes y jóvenes.
Muchos de éstos se han convertido en relevantes actores públicos para sus grupos de influencia, no sólo en el escenario virtual sino en vínculos presenciales por medio de eventos o encuentros en grandes ciudades como Buenos Aires, Rosario o Córdoba. Así, exponentes tales como el chileno Germán Garmendia de “hola Soy Germán”, Rubius, Julián Serrano, o Vedito en nuestra provincia, entre otras decenas de productores de contenidos virales, marcan un panorama del fenómeno establecido.
Conversar con un joven que reúne estas características, que domina expresiones propias de un millennials, y las potencia para su provecho personal, que aprendió de un entorno que ahora le genera recursos económicos, sin perder rasgos de su edad, resulta algo extraño. Más que entrevistarlo, se trata de preguntar por curiosidad y asombro ante un asunto que no deja de sorprender por sus implicancias y repercusiones.
Pedro entiende la lógica de este “negocio”, domina las herramientas y se divierte, construye un micromundo a partir de su hobbie, que arrancó cuando cursaba el secundario en el colegio Rivadavia. Un verdadero autodidacta que se plantea llegar al millón de seguidores en la popular plataforma para consumo de videos de entretenimiento y educación.
-¿Cuánto hace que arrancaste con esta experiencia de ser youtuber? ¿Y Cómo surgió esto de hacer videos desde tu casa? Fue por curiosidad, porque alguien te comentó o te estimuló para meterte en el tema?
-Empecé a subir contenidos por subir, medio con algunas pavadas caseras, desde 2011-2012, y cuando me lo tomé como un hobbie o “trabajo” desde finales de 2015 casi 2016.
Al principio fue curiosidad mezclado con lo que otros hacían, por ejemplo me inspiré en Vedito al comienzo, y pensé ah se puede hacer cualquier cosita y editarlo medio en forma casera.
-¿Cuánto tiempo te lleva realizar, producir y difundir un video para tu canal?
-Yo lo divido en cuatro o cinco fases a todo el proceso de lo que es desde el guión hasta la subida propia en la plataforma. Un video cualquiera, normal, lo grabo en una hora y media, después un video más elaborado que tenga que ir por la ciudad filmando con más gente me lleva hasta días o una semana. En la edición me puede llevar entre 48 a 72 horas el trabajo. Después de subirlo a YouTube viene todo el tema de la publicidad, publicarlo en diferentes plataformas como Twitter, Facebook, o pedirle a otros colegas que lo compartan en sus perfiles.
-Los conocimientos técnicos para filmar y editar tus producciones ¿los obtuviste con ayuda de alguien o en forma autodidacta?
-Todo lo fui adquiriendo por YouTube mirando tutoriales, por ahí tenía dudas con qué cámaras comprar o no, y consultaba mirando esos videos explicativos. Al principio eran bien básicos, ahora no edito con un solo programa, uso cinco o seis diferentes.
-¿Cuantos seguidores tenés en tu canal y qué promedio de visitas?
-En la actualidad tengo 106.000 suscriptores en YouTube. En mi último video estoy teniendo casi doscientos mil visitas, pero hice dos videos que alcanzaron el medio millón de visualizaciones.
Hace unos días subí un video por haber alcanzado los 100.000 seguidores, y en dos días había superado las cien mil reproducciones.
Con los videos de rap pegué cierto boom, se viralizan mucho más y eso hace que se agrande el número de personas que interactúan.
-¿A quiénes admirás o podés mencionar son tus modelos entre los youtubers nacionales o internacionales?
-Todo el mundo dice que soy una mezcla entre muchísimos youtubers. Al principio me inspiré en Vedito, después fui variando un poco, después me fijé mucho en un español DalasReview, el Rubius lo veía desde antes que se haga famoso. En Argentina me gustaba Julián Serrano me inspiré, saco detalles de cada uno, y ahí voy armando mi propio estilo.
Con Vedito por ejemplo era muy fan de él, y hace poco establecí contacto intercambiamos teléfono y pensamos en grabar algún video juntos.
-Viste que hubo muchas tendencias y modas respecto a ciertas plataformas como los floggers y los Fotolog, entre tantas otras, que se estancaron o desaparecieron. ¿Con los youtubers vos pensás qué es una moda que explotó, algo que se puede prolongar en el tiempo?
-Es raro de explicar porque los youtubers es algo que vienen desde 2007, solamente que ahora pegaron el boom, y YouTube supera a la televisión en muchas cuestiones. Yo creo que una moda no es, lo que sí podría decir que es una moda son las temáticas de los youtubers, por así decirlo, hoy es tendencia Rubius, mañana será otro, pero siempre van a estar. Ahora está muy de moda el tema de los que hacen experimentos y eso, pero yo creo que YouTube como plataforma y sus usuarios se va a prolongar por mucho tiempo.
-¿Cómo es la relación que mantenés con tus seguidores y alguno de tus fans?
-Es algo reloco porque sabés que tenés cien mil personas que pueden estar interactuando con vos, a veces entro a mi Facebook y tengo decenas de mensajes privados agradeciéndome por hacerlos reír, etcétera, y siempre trato de devolver los saludos y agradecimientos. Por ahí nunca falta el típico “hater” que comenta mal y te insulta, pero es uno entre un millón.
-Tenes seguidores de nuestra ciudad y también de las demás provincias o países…
-Sí, de Villa María es el potencial principal, después tengo mayoría de Buenos Aires, luego Córdoba, después tengo seguidores de Chile, Perú, Uruguay, España. Todo esto lo puedo seguir a partir de las Analytics de YouTube que me va mostrando desde los lugares que me entran a visitar mi canal.
Con la gente de mi ciudad, es algo mucho más común ya, porque nos venimos cruzando desde hace un tiempo más prolongado. Al principio algunos seguidores me paraban para pedirme unas fotos conmigo, y con el paso del tiempo ya nos paramos a charlar bien tranqui…
-¿A qué te dedicás más allá de esta actividad?
-Ahora estoy estudiando Diseño y Producción Audiovisual en la UNVM, aunque estudié dos años de Odontología en Córdoba, pero cuando llegué a las prácticas me di cuenta que no era lo mío.
También juego al fútbol casi todos los días.
-¿Contás con algún sponsor o te pagan por tus realizaciones audiovisuales?
-Cuando uno es youtuber y alcanzás cierta cantidad de suscriptores, las marcas se empiezan a interesar en vos para publicitar. Para esto necesitan un “partner” (una empresa alineada, ajena a YouTube que permite el tema sponsoreo y demás). Por ejemplo, a mí YouTube me paga cada mil visitas tal cantidad de plata, esa empresa se queda con un porcentaje que es lo que le corresponde por contrato y me da el porcentaje restante a mí.
-¿Cómo te imaginás de acá a dos o tres años en tu vida con este fenómeno? ¿Qué metas te planteás para el mediano plazo?
-Por ahora una de mis metas sería llegar al millón de suscriptores en mi canal de YouTube. Y pensando en el futuro, es muy difícil saber qué puede pasar, realmente no sé lo que me espera. En esta semana me han llegado propuestas de Telefe para hacer algún programa, para hacer teatro en Buenos Aires.
Me da un poco de miedo eso, y a la vez ansias, es como una mezcla linda. Pero no sé qué va a pasar, sea lo que sea lo que me depare el futuro.
Un modo de trabajo, nocturno y minucioso
Todos los días grabo y edito mis videos, pero subo mínimo uno por cada semana. No tengo días fijos para colgarlos a la web, pero es una exigencia propia, porque en esta plataforma es un poco así, si no subís videos, no crecés.
Me pongo a editar a partir de las once de la noche y hasta que no termino casi no paro con esa tarea, a veces estoy hasta las ocho o nueve de la mañana de continuado.
-Cuando comenzaste con esta tarea ¿imaginaste la repercusión que conseguirías?
-No, no, cuando arranqué para hacerlo era como un hobbie para mí, pero cuando empecé a ver cierta repercusión pensé: “Oh mirá les gusta” pero nunca imaginaba que podían pasar estas cosas. Después cuando llegaron algunas ofertas y otras respuestas positivas, me quedé pensando mirá adónde llegué haciendo estupideces en un principio, y que ahora se convierte en algo que podría ser mi trabajo en alguna forma.
Lo que siempre se mantuvo es la temática de humor preadolescente, que ahora fue cambiando un poquito hacia “gente algo mayor” porque es un humor muy tonto digamos. Al principio arranqué subiendo juegos, me gustaba alguna parte de alguno que me había gustado y lo subía así sin editar. Después se me dio por hacer sketches, actuando mis propias ideas.
-Muchos quieren ser youtubers, pero les da vergüenza que los vean.
-En Villa María, no hay muchos youtubers, casi que soy el único, hay un par pero con sus canales que suben videos cada dos o tres meses. Intenté organizar alguna juntada en la ciudad, se dieron un par, pero ya muchos dejaron. Porque muchos entran en YouTube por el tema de la fama o demás cosas como el dinero. Si vos pensás entrar para ganar plata o fama no lo vas a conseguir porque ahí lo estás tomando como otra cosa, y para mejorar tenés que sentirlo por así decirlo.
-Y por qué crees que no hay muchos chicos en la ciudad que se dediquen a esto?
-Acá, porque la gran mayoría de la gente que me dice quiero arrancar, quiero probar, es porque les da vergüenza que la gente los vea. Yo siempre fui cara rota no me importó mucho lo que digan los demás. Y los que no tienen vergüenza les falta la cámara o los conocimientos de cómo editar, y no les da muchas ganas de indagar en tutoriales o videos.
En nuestra ciudad hay pocos jóvenes youtubers, básicamente porque les da vergüenza ser vistos en Internet, y en menor medida por la falta de recursos tecnológicos como cámaras para filmarse.