Sin necesidad de complicadas y costosas intervenciones se puede transformar la apariencia de un espacio con tan solo actuar sobre sus muros. La pintura es el método más rápido y barato, y el más utilizado para mejorar el aspecto de las paredes por medio del uso del color y la textura.
A la hora de pintar es preferible optar por pinturas ecológicas. Las acrílicas no son más caras que las plásticas, secan rápido y se limpian bien. En el baño, para evitar la costosa tarea de levantar el antiguo alicatado y colocar uno nuevo, las mejores marcas de pinturas ofrecen esmaltes especiales para aplicar sobre los azulejos.
Otra forma rápida de transformar una pared son los revestimientos a base de tableros, ya sea cubriendo la totalidad del muro o solo una parte de él.
Actualmente, los que más se utilizan son los tableros aglomerados revestidos, de chapas de madera natural o bien de láminas decorativas. Los tableros, sea cual sea el tipo, pueden barnizarse o pintarse para mejorarlos con las propiedades protectoras, decorativas o técnicamente específicas del barniz o la pintura.
Otra posibilidad económica, fácil de instalar y adaptable a diferentes estilos decorativos, son los revestimientos de PVC. Para personalizar las paredes también se puede recurrir a zócalos, molduras, cornisas y otros elementos decorativos que se fijan fácilmente mediante colas.
Durante muchos años, los papeles pintados estuvieron presentes en los hogares hasta que fueron desplazados paulatinamente por la pintura y “pasaron de moda”. Afortunadamente, los papeles pintados han evolucionado y son muchas las marcas que recurren a diseñadores gráficos o artistas que aportan un plus de arte y singularidad a las paredes.
Y no podíamos dejar de hablar de los vinilos, tan en auge en los últimos tiempos por sus incuestionables virtudes como es la inmediatez de su colocación, las posibilidades decorativas que ofrecen y su capacidad pata suscitar emociones.
Se pueden encontrar vinilos personalizados o de serie que transmiten mensajes filosóficos, artísticos, humorísticos o poéticos, que sin duda aportan un carácter extraordinario al interior y dicen mucho sobre quienes lo habitan.