Inicio Suplementos El Diario Político Pedro Fernández: “De esta manera no somos parte del mundo, somos esclavos del mundo”

Pedro Fernández: “De esta manera no somos parte del mundo, somos esclavos del mundo”

0
Pedro Fernández: “De esta manera no somos parte del mundo, somos esclavos del mundo”

Nació en Villa  Nueva, el  7 de enero de 1957. Es trabajador lácteo. Casado, dos hijas. Militó partidariamente en el movimiento alfonsinista en la década del 80. En 1974, tras cursar sus estudios en la Escuela de Lechería, ingresó a trabajar a una fábrica y se entusiasmó con la actividad gremial. En 1980 fue delegado de la planta, en 1983 integró la comisión directiva de ATILRA. Ese año ingresó a una banca del  Deliberante villanovense por la Unión Cívica Radical. Fue concejal durante cuatro años. Desde 1997 es el secretario General de ATILRA seccional Villa María. Es secretario Adjunto del Consejo Directivo Nacional de su sindicato.

 

Escribe Nancy Musa

 

“Todo lo que hemos conseguido fue por la lucha”, es una de las tantas frases que deja picando en la calurosa tarde. El teléfono no deja de sonar, la actividad gremial no tiene horario, está dedicado todo el tiempo a esa tarea que emprendió con pasión y convicciones cuando era un pibe apenas.

Pedro Fernández es un sindicalista que ama su Villa Nueva, la ciudad donde creció, formó su familia y de la cual está orgulloso. Vive en el mismo lugar de su infancia, conserva sus amigos, es un agradecido de la gente que lo acompañó, recuerda a los que ya no están con respeto y piensa que debemos interiorizarnos de la historia para leer el presente y proyectar el futuro.

Sueña con un país que los que conducen sean ejemplo, los trabajadores se sientan dignos de su condición y la riqueza esté mejor distribuida.

 

¿Qué análisis hace con respecto a la situación que está atravesando hoy el sindicalismo?

Creo que en algunas cosas tenemos que hacer mea culpa. Por ahí no hemos sabido aprovechar los espacios que hemos tenido en algún momento, a veces porque las cuestiones personales se privilegian sobre el interés del conjunto de los trabajadores.

A causa de eso se generan divisiones que no les sirve a quienes representamos, que es el sector obrero.

 

¿Las divisiones se ven en todos los ámbitos?

Las diferencias se dan a nivel provincial y nacional.  En Villa María hay unidad, no hay divisiones, trabajamos con la CTA y cuando se necesita movilizarnos por algún cierre de plantas estamos todos unidos.

Y creo que necesitamos al sindicalismo unido, cada uno en el sector en que está, para fortalecerse, ya que si se debilita el sindicalismo, se debilitan los trabajadores.

Cuando se le pega a un dirigente, se lo perjudica a todo el sector obrero. Porque siempre se dan los ejemplos malos, pero dentro del sindicalismo hay delegados, comisiones directivas que trabajan por sus compañeros, ponen la cara todos los días y no cobran un centavo. Lo hacen de corazón, convencidos y esos ejemplos no salen en ningún lado.

 

Sin embargo, hay una tendencia a generalizar  cuando se habla de los sindicalistas

No se puede juzgar al sindicalismo por cuatro, cinco o seis dirigentes que están permanentemente en la palestra y dejan lugares para que los critiquen y les peguen.

El movimiento obrero ha servido, durante años, para cambiar políticas, y va a seguir sirviendo,  el movimiento obrero argentino es un ejemplo a nivel mundial.

Pienso que no hay que asustarse de algunas cuestiones que pasan alrededor, hay que mantener las instituciones con los mejores hombres, hay un montón de gente con capacidad para ocupar cargos de importancias, no sólo dentro de los sindicatos sino que deben participar en la política del país para que los trabajadores estén representados.

 

¿Está acostumbrado a los altibajos del sector?

Siempre hay altibajos, la experiencia me los ha dado, estuve en la época de los militares, de Alfonsín, Menem, De la Rúa pero los cambios los han producido los trabajadores, entonces ahora también tenemos la oportunidad.

Tenemos un gobierno democrático, lo ha votado el pueblo, hay que respetarlo pero creo que los trabajadores tienen que ser lo suficientemente inteligentes y saber quién los representa y cuál es el plan económico de quienes se ofrecen en elecciones y apoyar el plan que sirva al trabajador y no a los más poderosos.

Tenemos que concientizarnos, no ir en contra de, sino a favor de lo que queremos hacer y demostrar que somos mejores que otros, para eso tenemos que trabajar, para demostrar que tenemos capacidad y sumar la gente joven.

 

Su gremio ha pasado por momentos muy complicados

Nosotros la pasamos muy mal desde el año 1994 hasta 2002, tuvimos salarios bajísimos, se destruyó nuestro salario, nuestra obra social, del año 2002 hasta 2014 tuvimos un incremento salarial muy importante.

La gente que vivió el periodo, de la década del 90, el que la pasó mal sabe que necesitábamos un cambio, en aquel momento lo tuvimos, pero los pibes nuevos que ingresaron no vivieron esa época.

Ellos ingresaron con buenos salarios. Nosotros en 2002 recorríamos las plantas y eran todas bicicletas, ni siquiera motos. Eso lo tenemos que recordar. Y hoy la mayoría tiene su auto, no nos podemos olvidar.

 

¿De 2002 en adelante se lograron cambios significativos para el sindicato?

Sí, recompusimos nuestra obra social, creamos una mutual interna en Villa María para ser una rueda de auxilio de nuestra obra social que hoy la tenemos en vigencia.

Y esto lo cuento porque fue una tarea que se fue haciendo con el acompañamiento de los trabajadores, muchos de ellos no lograron disfrutar de todo lo que se consiguió, pasaron la época mala y hoy los que estuvieron en la buena, en los últimos años, no saben todo lo que se peleó para conseguir lo que tenemos y cuesta hacérselo entender.

Porque no siempre los medios de comunicación dicen la verdad, hoy por una política del gobierno se le está pegando al sindicalismo porque el sindicalismo molesta.

 

¿Por qué molesta tanto el sindicalismo, según su opinión?

Porque quieren bajar salarios, quieren decir que las empresas son más productivas si los trabajadores ganan menos y no es así. Nosotros tuvimos discusión por el convenio colectivo de trabajo y dimos ejemplos de empresas de nuestra zona que nacieron de la nada, se manejaron muy bien, se administraron muy bien, han crecido, pueden pagar los salarios que pagan y si hoy tuvieran que dar un aumento lo darían.

Pero nosotros estamos discutiendo en el Ministerio de Trabajo de la Nación, en un ambiente donde las discusiones son durísimas, porque cuando se cae Sancor, se lo acusa a Atilra de ser la causante de la caída.

 

¿Qué factor fue el que provocó la caída de Sancor?

Y Sancor se cae porque la administración fue deficitaria durante los últimos veinte años.  Sancor tenía cuatro mil trabajadores, más los que dependían en forma indirecta. Fue una cooperativa líder en nuestro país y nosotros creíamos que había que reestructurarla  y seguir como cooperativa porque era un ejemplo.

Pero se cae porque no supieron llevar adelante la administración y no fue culpa de los trabajadores.

 

¿En qué estado se encuentra la discusión por los salarios?

Nosotros teníamos que discutir salarios a partir de mayo de 2017, porque nuestro convenio vencía el 30 de abril, no se discutió nunca el salario, recién nos sentamos a negociar en diciembre de 2017. Hemos tenido tres o cuatro reuniones y no hemos podido avanzar.

 

¿Qué es lo que traba la negociación?

Se nos dice que no avanza la cuestión salarial porque las empresas están en una situación delicada, que no pueden crecer, no se pueden tecnificar, y nosotros desde la seccional Villa María podemos decir que las empresas han crecido, se han tecnificado, han pagado los salarios, han pagado los aportes y esas empresas si hoy tuvieran que pagar un aumento salarial lo pagarían.

Estamos en una situación compleja pero que no la generaron los trabajadores y donde hay un plan económico que dice que el sueldo de los trabajadores deteriora la empresa.

Y nosotros creemos que el sueldo, da bienestar al trabajador y hace caminar la economía interna.

Se nos vende que al país hay que introducirlo en el mundo, que hay que ser parte del mundo, pero nosotros hoy, de esta manera, no somos partes del mundo, somos esclavos del mundo.

 

¿Esclavos del mundo?

Sí. Porque nos estamos endeudando, las noticias que nos venden hay analizarlas, hay que profundizar en todo, y no sólo debemos ver el hoy, hay que ver el futuro, de nuestras familias, de nuestros hijos, de nuestros nietos.

Tenemos un gobierno elegido por el pueblo y hay que respetarlo pero tenemos que saber que ese gobierno que votó el pueblo, al sector trabajador, al sector de los jubilados no le está generando un beneficio, con las bajas de salario, con la ley previsional los ha perjudicado seriamente.

Y ese dinero que no está girando dentro del país, hace que de a poquito nos vamos achicando, y tenemos mucho miedo, lo digo en lo personal, que tengamos nuevamente un 2001.

Eso no nos sirve a nadie, habrá que ver en que nos equivocamos porque sabemos que este plan estaba ideado así.

 

¿Para usted el plan económico está pensado de antemano?

Sí, el plan está premeditado. Esta gente llegó a gobernar para ejecutar este plan económico.  Está bien claro que es para beneficiar a las grandes empresas, a las multinacionales, en desmedro de los trabajadores.

Está bien claro, porque no tiene sentido que les saquemos a los que menos tienen, que son los jubilados. La nueva ley previsional les va a causar un grave perjuicio a los jubilados.

Y te doy un ejemplo, nuestros trabajadores se jubilaban con un 70% aproximadamente del sueldo que cobraban en actividad, y a partir de la nueva ley se van a jubilar con un 40% del sueldo, ya de arranque le estamos pagando un 30% menos.

Cualquier plan económico que va contra los intereses de los trabajadores, va contra los intereses del pueblo, va en beneficio de los que más tienen.

 

¿Usted tiene claro el rumbo?

Esto está muy claro, no hace falta ser economista y creo que la gente va a reaccionar a medida que le vaya achicando el poder adquisitivo, hay sectores que les cuesta muchísimo llegar a fin de mes.

La gente que ve que no llega a fin de mes va a reaccionar, independientemente de lo que piensen los dirigentes. En algún momento se va dar cuenta que lo que se vendió como la panacea no es lo que se esperaba.

 

Pedro, ¿cuál es su mirada en relación al paro y movilización convocada para el 21 de febrero?

Creo que cualquier movilización, independiente del dirigente que la haga, si va en beneficio del conjunto de los trabajadores la tenemos que hacer. Si nosotros tenemos que juzgar a algún dirigente hay que hacerlo puertas para adentro, puertas para afuera hay que defenderlo.

Si ha cometido errores, que lo juzgue la Justicia. No que lo juzgue los medios de comunicación.

Y que lo juzguen con las pruebas necesarias, y tenga los elementos para poder defenderse.

Porque hoy, a través de los medios se juzga y se condena. Y de esta manera el país no va bien.

Este es un plan que trata de destruir a los sindicatos porque es el único medio de defensa que tienen los trabajadores.

No podemos ser tan necios, debemos leer más la historia y saber quiénes han sido nuestros enemigos y quienes han venido para que estemos un poco mejor. Quienes nos han defendido y quienes nos han entregado pero no lo hace nadie.

 

¿Vivimos el hoy sin pensar en nada?

Vivimos de lo diario, de que nos vaya bien hoy y no nos importa lo que pasó ayer o lo que pasará mañana. Creo que tenemos que ser más solidarios, más inteligentes y hacer el análisis de todo lo que nos ha pasado y de lo que nos puede pasar. Hay que pensar en los que la están pasando mal, los que menos tienen, los que no crecen porque no pueden, y no porque no quieran.

Pero es más fácil criticar, decir cosas sin fundamentos, sin pruebas.  Los que están en las movilizaciones, los que ponen la cara para defender los derechos conseguidos son siempre los mismos. Los otros están siempre en la vereda de enfrente.

Y si nos va bien, les va bien a ellos y si nos va mal nos va mal a nosotros que ponemos la cara. Esa es la realidad. Uno ya está en una etapa que tiene experiencia, va analizando las situaciones y va conociendo a la gente.

 

¿Por qué piensa que algunos gremios, mejor dicho sus dirigentes se están alejando de Moyano y la movilización?

En todo hay internas, nosotros en 2002 estábamos alineados con Moyano, hoy estamos en la corriente federal con Palazzo. Son discusiones internas que se deben dar puertas para adentro y tener en claro qué queremos.  Queremos que los trabajadores estén mejor y Moyano no es el que conduce el país.

La conducción del país la tiene el gobierno y si no estamos de acuerdo con ciertas medidas tenemos que generar un movimiento que les haga ver que nosotros creemos que están equivocados.

Porque los trabajadores la están pasando mal, y tenemos que acompañar a quien quiera demostrarle al gobierno que este no es el camino para nosotros.

Moyano en la década del 90 fue el que enfrentó ese proceso, fue el que salió a la calle, no tenemos que ser frágil de memoria.

A la dirigencia sindical se las castiga, pero es la que genera la obra social, es la que genera los hoteles para que sus trabajadores puedan pasear, sirve para que nuestros hijos se puedan capacitar, puedan viajar, es la que nos contiene cuando hay un reclamo.

Es decir, nunca tenemos que dejar de pensar que somos trabajadores.

El trabajador necesita la empresa y la empresa necesita el trabajador. Es mutuo.

 

 

¿Qué motivos lo llevaron a interesarse en el terreno sindical?

Cuando yo empecé en la fábrica en el año 1974, salgo de la escuela de lechería, hago la pasantía y quedo en la fábrica. Había dos delegados con una situación muy difícil, la gente estaba en negro varios meses, y estos delegados peleaban por los compañeros y me empezó a interesar porque veía mucha injusticia.

Algunos los apoyaban y otros estaban con la queja permanente y no los apoyaban.  Recuerdo que cuando entré a la fábrica hacía poquito que se había comprado la casa en calle Belgrano donde hoy está el gremio. Y uno de los delegados me dijo que me tenía que afiliar y me gustó. Ahí empecé.

Pasamos épocas muy difíciles, el proceso militar, hicimos medidas de fuerza y logramos aumento salarial para la planta y sus sucursales. Logramos una buena negociación, logramos el 30% de aumento.

Me entusiasmé, empecé a participar con Odil Giannoni, con Soria, me invitaron a integrar la lista, hubo una interna y ganamos.

Y a través del diálogo logramos la unidad en base al criterio que teníamos que pelear todos por lo mismo. Y hoy el objetivo es el mismo, que el trabajador esté cada vez mejor.

Reconocerse como trabajador es lo que nos da dignidad.

La gente tiene que entender que si modifican la ley de contrato de trabajo nos van a perjudicar seriamente, vamos a perder muchos derechos.

 

¿Su paso por la política partidaria también le dejó experiencia?

Sí, aprendí mucho de Carlos Zanotti. Era un tipo que hablaba con todo el mundo y eso también me dejó la política. A la gente hay que escucharla, entenderla, tratar de solucionar sus problemas pero hay que enseñarle.

Tiene que saber que hay que participar si quieren que las cosas salgan bien.

 

¿Por qué se sumó al movimiento alfonsinista?

Me invitaron a participar. Cuando yo iba a la Escuela de Lechería tenía de profesor en Instrucción Cívica a Elvio Toscano. Y me quedaron cuestiones que nos enseñaba y me incliné por el movimiento alfonsinista porque lo veía más cerca de la gente.

El alfonsinismo era más socialista y Alfonsín tuvo su propia interna en el partido.

Y vemos  gente que estuvo con Alfonsín y hoy está con el gobierno de Macri.  Pienso que Alfonsín a esos dirigente no sé si los felicitaría pero yo no juzgo y respeto a los que piensan diferente.

Respetarnos todos es lo importante,  pero el primero que tiene dar el ejemplo es el que conduce.

 

¿Usted viene de una familia humilde?

Mi mamá era ama de casa, mi viejo cuando yo era chico trabajaba en un taller metalúrgico en Villa Nueva, tuvo un accidente muy grande, estuvo convaleciente mucho tiempo, cuando le dan el alta lo echan. Entra a trabajar en una bodega que estaba en el ferrocarril, cuando se cierra el ferrocarril, cierra la bodega y se queda sin trabajo. Por una cuestión política entra de policía hasta que se jubiló.

La pasamos mal, por eso siempre digo que uno no se puede olvidar de sus orígenes.

Mis abuelos por parte de mi vieja siempre trabajaron el campo, se jubiló porque le dieron una pensión porque nunca le habían hecho aportes y murieron pobres.

Mi abuelo paterno era albañil, se pasaron la vida laburando.

 

¿Qué le gustaba hacer cuando era un niño?

Me gustaba la calle, el fútbol (se ríe). Fui al colegio de las monjas hasta tercer grado, después me mandaron al Bianco. No me podían manejar, era un indio (risas),  y hoy vivo en el mismo barrio donde crecí.

Mis viejos vivían en una casa y al lado mis abuelos paternos, tenían un patio con jardín y venían flores. Y en el patio hice mi casa y estoy contento de vivir ahí. Es mi lugar.

Cuando empecé la secundaria, tenía un tío que trabajaba en Chac y tenía un kiosco. Yo le atendía el kiosco en Alem y San Juan, frente a La Perla. Después de atender el kiosco me cruzaba a comer un sándwich de milanesa (risas).

 

¿Desde chico le gustó trabajar y ser independiente?

Sí,  cuando tenía 14 años, mi tío me llevó a trabajar a Chac, me gustaba trabajar, la pasaba bien, y tenía mi plata para salir.

Crecí estudiando, trabajando y tengo la satisfacción de tener muchos amigos.

Uno de acá no se lleva nada, hay gente que quiere tener cada vez más  y yo digo ¿qué se llevan?.  Si este mundo fuera más equilibrado, si la riqueza estuviera mejor repartida todos estaríamos bien.

Hay unos que viven bañados en oro y otros no tienen que comer. Esa es la realidad del mundo.

Si todos pusiéramos un granito de arena viviríamos mejor. Nos tenemos que proponer vivir mejor y la mejor manera es ayudar al otro.

 

¿La militancia partidaria la dejó de lado?

Seguí un tiempo, yo tuve un quiebre cuando hubo un conflicto muy grande de los empleados municipales, fue una huelga importante, yo era concejal pero apoyé a los trabajadores.

Los apoyé porque pensaba que el reclamo era justo y ahí hubo un quiebre, porque en el partido me dijeron que yo tenía que dar un paso al costado.

 

¿Le ofrecieron ocupar otros cargos en algún momento?

Varias veces, lo que pasa es que o uno se dedica a la política o se dedica al sindicato. Si uno quiere ocupar todos los espacios no está en ningún lado.

Inclusive en un momento Carlos Zanotti me buscó para que fuera candidato a intendente de Villa Nueva pero ya había pasado mucho tiempo alejado de la política.

Sentí que mi momento ya había pasado. Cuando fui concejal, tenía mucho asidero con la gente, en aquel momento me hubiera gustado ser el intendente de mi ciudad.

Porque había aprendido mucho y quería ver una Villa Nueva diferente.

En ese momento hubiera sido candidato pero hoy no, el tiempo pasó, yo tengo un pensamiento propio, yo estoy identificado con los trabajadores y  pienso que generaron su espacio en la época de Yrigoyen y de Perón.

Hay que leer la historia, y no puedo estar en un partido político que no se identifique con los trabajadores.

Voy a seguir en este camino, ya no cambio más.

 

¿Cuál fue la mayor alegría que tuvo en su trayectoria gremial?

En el año 2001 tuvimos dos listas a nivel nacional, yo conocía a gente de la dos listas. En aquel momento de la lista que conducía Ponce me vinieron a buscar pero por respeto a Giannoni que estaba en la otra boleta preferí mantenerme en la línea con Carlos Troncoso que perdió.

Pero en Villa María nosotros sacamos el 95% de los votos. Por eso estoy tan agradecido a la gente, no los abandonaría nunca.

Fue una elección brillante y nos controlaron voto por voto. Ese gesto de la gente no me lo voy a olvidar nunca, muchos no están más con vida. Y ahí me di cuenta que lo que uno estaba haciendo servía. Fue un momento lindo.

Y a los pocos días me llama Ponce, que está hoy en el gremio, y me dice que estaba integrado a su equipo y ahí lo acompañé en la obra social.

 

¿Y el mayor logro?

Todos los logros son buenos.  Haber generado una mutual cuando no teníamos nada, teníamos la obra social quebrada, no teníamos ni servicio de farmacia.

Ibamos fábrica por fábrica a contarles a los trabajadores lo que queríamos hacer y nos apoyaron todos. Y esa mutual hoy tiene 1.600 afiliados de los 1.700 trabajadores.

No me olvido que para la farmacia quien vino a tirarnos una soga fue Stefoni,  que tenía droguería. Y nosotros no teníamos plata y él puso las farmacias, después de varios años se la compramos. El nos dio una mano.

Hicimos los consultorios, hicimos la obra del camping, y tenemos estructura donde brindamos un montón de servicios y la satisfacción es decirle a la gente lo que hacemos con lo recaudado, está a la vista.

A través de Ponce se generó un centro de capacitación.

 

¿La radio fue un proyecto que no tuvo el final esperado?

La radio fue un proyecto que empezamos con mucho entusiasmo, allá por 2010. Nosotros queríamos llegar a la gente, en el primer momento fue muy duro, tuvimos escollos que sortear, nosotros hicimos de buena fe todo, teníamos un equipo de lujo,  siempre tuvimos fe porque nos dijeron que la licencia nos iba a salir.

En 2014 se nos dijo que la licencia ya estaba y nos encontramos que la licencia no era nuestra, que era de Miguel Bazán.  Bazán nos había hablado, nos había dicho de la frecuencia pero nosotros por el asesoramiento que tuvimos pensamos que él estaba equivocado.

Y realmente en el tiempo nos dimos cuenta que no teníamos la razón. Por eso cuando nos avisan que estábamos ocupando un espacio que no nos corresponde, lo llamamos a Bazán, quedamos en una buena relación y dejamos de salir al aire.

Ahora estamos buscando alguna alternativa para los tres o cuatro trabajadores que dependían de nosotros.  Hay mucha gente que está dando vueltas alrededor de la radio porque está muy bien puesta y sabemos que hay frecuencias disponibles.

 

 

Opiniones

 

Mauricio Macri

La gente lo votó, creo que votó con la esperanza de estar mejor y pienso que el plan que está llevando adelante estaba preestablecido.  Mucha gente que lo votó sigue estando con él y otra parte ya no cree tanto porque se está dando cuenta que no era lo que pensaba.

 

Juan Schiaretti

Está dentro de la estructura del gobierno nacional, me parece que para mantener la Gobernación el peronismo va a tener que hacer un análisis muy profundo para saber hacia dónde se encamina.

Independientemente que en la provincia se están haciendo muchas obras, creo que hay que fijarse más en el plano social.

 

Martín Gill

Martín lleva el gobierno para el lado de la educación que es muy importante. Me parece que tendría que generar una política más profunda de obras en los barrios. Lo considero una buena persona, honesta y capacitada para llevar adelante el municipio.

Villa María concentra mucha gente de la zona con su polo educativo y eso le ha dado un gran crecimiento y hay que seguir apostando a eso, pero no hay que olvidar la trama social que es muy importante para que la gente alcance un bienestar y pueda tener un futuro.

Pienso que es inteligente y lo va hacer.

 

Pedro, ¿siente que se ha profundizado un aparato represivo, en los últimos tiempos,  para frenar los reclamos?

Creo que sí. La muestra está en la forma que se reprime en las movilizaciones, estamos como en el proceso militar. Uno lo ha vivido, creo que desde la vuelta de la democracia al país, la mayor represión se está dando ahora.

Cuando se necesita de la represión para manejar un país es porque las cosas no están bien. Cuando tenemos que salir a la calle a manifestar, porque hay cuestiones sociales que no se sostienen, y tienen que salir a reprimir es porque vamos muy mal.

Una vez que hay represión cómo te sentás a negociar, creo que es necesario escuchar a los que tienen necesidades para hacer un país más justo y para todos.

 

¿El enfrentamiento entre argentinos es similar a otras épocas?

Creo que cada vez se agudiza más el enfrentamiento, porque no se discuten ideas.

Pienso que hay que respetar todas las ideologías, hay que tener la grandeza de respetar que cada uno puede decir lo que piensa sin ser castigado por sus dichos, esa es la mejor forma de convivir.

Cuando en una mesa de café se junta un grupo de personas y de determinados temas no se puede hablar porque eso genera enfrentamiento, genera odio,  no vamos por buen camino.

Tenemos que saber discutir con grandeza y los que tienen que dar el ejemplo son los que conducen. No se puede conducir con revanchismo, con odio, hay que conducir con ideas, con inteligencia y tratando de sumar.

Reprimir a la gente no conduce a nada, a la gente hay que escucharla, no reprimirla.

 

¿Cuál es su sueño hoy?

Terminar bien, tener una familia bien conformada que es lo que tengo, que los compañeros puedan seguir lo que este grupo de trabajadores está haciendo.

Y que veamos hacia adelante un país diferente, no ver chicos en la calle, que podamos incorporarlos al trabajo, que incluyamos.

El deber de los que más tienen es pensar en la gente que necesita. Hay tantos que tienen mucho y no dan nada.

 

 

 

Emoticones

 

Me gusta

Compartir en familia, la tarea gremial

 

Me encanta

El deporte

 

Me divierte

Los asados con los amigos, compartir con ellos.

 

Me entristece

Las personas que la pasan mal y que parecen estar siempre castigadas

 

Me enoja

Las injusticias