El ingeniero fue hallado culpable del trágico choque en el que perdieron la vida “Caito” Fonseca Osse y “Leo” Biccire. Recibió una condena de tres años de prisión de ejecución condicional y seis años de inhabilitación para conducir automotores
El juez René Gandarillas le impuso ayer una pena de tres años de prisión en suspenso al ingeniero olivense Luis María Nieto (38) y lo inhabilitó para conducir cualquier tipo de vehículo automotor por el término de seis años, al dictar sentencia en la sexta y última audiencia del juicio que se le siguió en la Cámara del Crimen local.
Como la condena fue de ejecución condicional, Nieto mantuvo el estado de libertad con el que compareció a lo largo de todo el proceso oral y público y se retiró de los Tribunales villamarienses acompañado por su esposa, su madre y su hermana.
Por el contrario, las mamás de los menores Miguel Fonseca Osse (15) y Leonel Alejandro Biccire (16), fallecidos en el luctuoso accidente carretero ocurrido la madrugada del 15 de febrero de 2014, lloraron sin consuelo luego de escuchar el fallo porque esperaban que la sanción fuera de cumplimiento efectivo (como lo había solicitado el abogado) y que Nieto terminara entre rejas.
Conmovidas por el veredicto, pero respetuosas de la decisión de la Justicia, Claudia Pérez y Roxana Díaz se consolaron mutuamente en el interior del recinto y momentos más tarde, ya en los pasillos del quinto piso, se fundieron en un emocionado abrazo con el letrado Guillermo Romero.
Cabe recordar que en su alegato del miércoles, el profesional de Oliva había reclamado una pena de cuatro años y medio de cárcel para el ingeniero en Telecomunicaciones y 10 años de inhabilitación para conducir vehículos automotores.
En cambio, tanto el fiscal Horacio Vázquez como el abogado José Luis Bertoldi coincidieron en solicitar tres años de prisión en suspenso, pero difirieron en el pedido de la inhabilitación para conducir: nueve años el acusador público y cinco el defensor.
Otro aspecto que tuvo en cuenta el juez Gandarillas fue un requerimiento del fiscal Correccional para que Nieto cumpla tareas comunitarias y una serie de reglas de conducta por el término de cuatro años.
Así, el magistrado dispuso que el profesional domiciliado en Córdoba realice 20 horas mensuales de trabajos de asistencia social o salud pública en instituciones de la capital provincial (próximos a su lugar de residencia), además de cumplir una serie de reglas de conducta descriptas en el artículo 27 bis del Código Penal de la Nación (ver “Qué dice la ley”).
Dicha norma detalla ocho disposiciones legales, pero en el caso de Nieto el presidente del tribunal resolvió que, durante los cuatro años que dure la sentencia, fije domicilio, concurra a la sede judicial más cercana a su domicilio para firmar del 1 al 10 de cada mes, realizar un curso de manejo con un capacitador habilitado por la Provincia (pero solo desde el punto de vista instructivo, ya que no podrá conducir por la vía pública por el término de seis años) y abstenerse de usar cualquier tipo de estupefacientes o abusar de bebidas alcohólicas.
Sobre este último punto, es oportuno recordar que aquella fatídica madrugada Nieto conducía un automóvil Peugeot 207 en estado de ebriedad, ya que había participado de una despedida de soltero junto a su hermano Félix Augusto (quien lo acompañaba en el coche), e incluso circulaba por la ruta 9 vieja a una velocidad estimada entre 150 y 165 kilómetros por hora.
Ambas circunstancias fueron plasmadas en la acusación por la fiscal Mónica Biandrate en base a una serie de pericias que confirmaron que el ingeniero manejaba alcoholizado y a exceso de velocidad.
Ahora bien, si Nieto no cumple a rajatabla alguna de las reglas de conducta antes descriptas, la autoridad judicial competente podrá disponer su inmediata detención y hasta revocar la condicionalidad de la pena, con lo cual irá indefectiblemente a la cárcel.
Sus últimas palabras
La audiencia final comenzó apenas pasadas las 15 y, en primer término, el presidente del tribunal rechazó un planteo de inconstitucionalidad efectuado el miércoles por el abogado Romero.
Tras cartón, Gandarillas le concedió a Nieto la “última palabra” para que expresara lo que creyera conveniente en su defensa antes de que se dictara la sentencia correspondiente.
Fue entonces cuando el profesional olivense pidió perdón a los familiares de “Caíto” y “Leo” por el irreparable daño causado y dijo que le gustaría poder hablar con las mamás, aunque ambas mujeres -al menos por el momento- no accedieron a su pedido.
En la audiencia final no estuvo presente el defensor Bertoldi por haber tenido que asistir a una audiencia en la ciudad de Córdoba, por lo que su lugar lo ocupó la hermana del condenado, Cecilia Nieto, quien también es abogada y se desempeña como jueza de Faltas de la ciudad de Oliva.
