Se trata de Facundo Toranzo, quien estaba detenido desde el 5 de abril pasado, luego de golpear, amenazar e insultar a su expareja varias veces. La Fiscalía y la Defensa habían acordado la misma sanción, pero de cumplimiento efectivo
El camarista René Gandarillas le impuso ayer una condena de dos años y seis meses de prisión de ejecución condicional a un joven repartidor de gaseosas que agredió física y verbalmente a su exconcubina y ordenó su inmediata libertad, aunque bajo estrictas reglas de conducta.
La pena recayó en Facundo Nahuel Toranzo (19), quien en el marco de un juicio de trámite abreviado reconoció su responsabilidad penal en todos los hechos que se le atribuían y de los que resultó víctima Florencia Rosario Arias.
Previo a la audiencia de debate realizada en la Cámara del Crimen de Villa María, el fiscal Correccional, Horacio Vázquez, y el abogado defensor, Eliseo Boiero, habían acordado solicitar dos años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo, y así lo expresaron durante sus alegatos, pero al momento de dictar sentencia el presidente del tribunal aplicó esa misma sanción, aunque en suspenso, lo que le permitió a Toranzo recuperar la libertad luego de 323 días.
Reglas de conducta
Sin embargo, este joven convicto primario deberá cumplir a rajatabla una serie de reglas de conducta si es que no quiere volver a la cárcel.
En efecto, el juez Gandarillas ordenó en su sentencia que Toranzo se someta a tratamiento psicológico o psiquiátrico (de acuerdo a lo que determine el profesional que lo asista en el Hospital Pasteur) y presente todos los meses el correspondiente certificado médico que acredite que se encuentra realizando dicho tratamiento.
Además, dispuso una “restricción absoluta de acercamiento o comunicación -por cualquier medio- con la víctima”, e incluso el condenado deberá fijar domicilio y no cambiarlo sin autorización expresa del tribunal.
Si Toranzo desobedece alguna de las estrictas reglas de conducta establecidas, la Justicia revocará la condicionalidad de la pena y la misma pasará a ser de cumplimiento efectivo, por lo que el joven regresará al penal de barrio Belgrano.
Todos los hechos
El 2 de abril del año pasado, alrededor de las 20, en momentos que Arias se encontraba en su domicilio de Malvinas Argentinas 2140, departamento 18, en barrio San Justo de esta ciudad, mantuvo una fuerte discusión con Toranzo (eran pareja desde mayo de 2012) y el irascible sujeto intentó quemarla en la cara con un cigarrillo encendido.
La joven se resistió, pero no pudo evitar que su concubino y padre de su hijo le produjera una quemadura en la muñeca izquierda. Florencia se fue de la vivienda y poco después le asignaron 10 días de curación, por lo que se trató de “lesiones leves”.
Al día siguiente, pero a eso de las 3 de la tarde, Toranzo y Arias volvieron a discutir y en esas circunstancias el agresor le dio un golpe en el cuello. Seguidamente, le arrojó una silla que impactó en el cuerpo de la chica, por lo que ella se fue corriendo al patio. “¡Andate porque te mato!”, le advirtió el joven a viva voz, tras lo cual Florencia se fue del domicilio junto al pequeño hijo de ambos.
La última agresión
Finalmente, el martes 5 de abril, minutos antes de las 20.30, en momentos que Arias se encontraba en el baño y su hijo durmiendo en la cocina sobre un colchón, Toranzo ingresó raudamente al departamento e inició una violenta discusión.
En esas circunstancia y luego de querer sacarle el teléfono celular, le aplicó golpes de puño en la cabeza y luego la tomó del cabello mientras le decía: “Esta mañana, cuando vine había olor; seguro estuviste con otro… puta, hija de puta”.
Luego empujó a Florencia y la joven cayó sobre el colchón y allí la pateó en la zona vaginal, las piernas y el estómago, ocasionándole hematomas en un brazo y en la pierna derecha, según consta en la acusación y cuyos hechos fueron reconocidos por el propio Toranzo durante la audiencia de la víspera.
“¡Te voy a matar, hija de puta!”, le gritó cuando Arias estaba en el suelo, por lo que la joven le pidió que la dejara en paz. Sin embargo, el agresor se colocó encima de ella y la escupió en el rostro, al tiempo que le decía “te voy a matar, sucia”.
Detenido en flagrancia
Los gritos fueron escuchados por un vecino, quien de inmediato dio aviso a la Policía. En pocos minutos, personal de la Patrulla Preventiva llegó al lugar y encontró a Toranzo cuando todavía se encontraba dentro del inmueble, por lo que lo detuvo en flagrancia.
Por esos violentos episodios, el fiscal que instruyó la causa, Gustavo Atienza, acusó al iracundo sujeto como presunto autor de “lesiones leves calificadas por el vínculo, reiteradas” (tres hechos); “amenazas reiteradas” (dos hechos) y “agresión con arma impropia” (por arrojarle la silla).
La confesión lisa y llana de los hechos por parte de Toranzo a poco de iniciada la audiencia, confirmó su culpabilidad y permitió que el juicio oral y público se abreviara, y además porque se trataba de un convicto sin antecedentes.