En medio del conflicto por los despidos en el polvorín, ATE pide que se expresen sobre declaraciones que “afectaron el honor” de empleados y dirigentes gremiales

Al dolor de haber tenido que soportar 30 despidos, de los cuales solo se recuperaron dos fuentes de empleo, los trabajadores de la Fábrica de Pólvora y el gremio que los nuclea (ATE) se vieron afectados en su honor por diversos comentarios en las redes sociales.

Puntualmente fueron dos los escritos que molestaron a los estatales y lo produjeron “las esposas de dos trabajadores” que lograron mantener su puesto dentro de la fábrica.

Así lo detalló el abogado Matías De Falco, quien asesora a ATE en las distintas causas que llevan adelante por los cesanteados.

“No se hizo una presentación judicial, sino que se enviaron cartas documento, tanto a título personal como en nombre del gremio”, indicó. Cabe aclarar que en las publicaciones, realizadas en forma de comentario de un portal web, mencionan puntualmente a algunos hombres y además agreden a la institución sindical.

“Se consideró que las afirmaciones cruzaron el umbral de toda tolerancia. Si no se rectifican por el mismo medio se iniciará una querella”, señaló De Falco.

“Son manifestaciones injuriosas que superan cualquier grado de tolerancia y han afectado el honor de algunos de los trabajadores de la Fábrica, como así también de ATE. Se decidió enviarles carta documento para que rectifiquen esas acusaciones”, remarcó.

“Al ser una asociación, se afecta el honor objetivo y el  subjetivo de sus miembros”, señaló.

“Cruzaron el umbral de toda tolerancia. Si no se rectifican por el mismo medio se iniciará una querella”. Matías De Falco, abogado

Al mismo tiempo contextualizó que estas acusaciones se dan en un marco “de dolor y de lucha” que vienen llevando a cabo desde el gremio a partir del plan de desguace que ejecuta el Gobierno nacional.

Las notificaciones estarán llegando en las próximas horas, según estimaciones del asesor letrado, y tendrán cerca de 48 horas para publicar en el mismo medio una rectificación o retractación de lo dicho.

Los primeros indicios de la situación por la que hoy atraviesa Fabricaciones Militares los vieron cuando cayó la producción. Esto preocupó sobremanera a los trabajadores, la mayoría contratados, porque entendían que iba a ser insostenible el mantenimiento de los puestos de trabajo.

Lo anunciaron por todos los medios posibles y hasta, le llevaron la inquietud al Papa Francisco. Todos los funcionarios gobernantes -hasta la propia vicepresidenta de la Nación- negaron los despidos. Sin embargo, en diciembre de este año llegaron las comunicaciones telefónicas primero y los telegramas después a 30 trabajadores del polvorín -después dieron marcha atrás en dos casos; 29 de la Fábrica Militar de Río Tercero y 250 en Azul, la que fue directamente cerrada.