Sobre la costa del Ctalamochita no hay restos de árboles caídos, aunque en los espacios verdes quedan algunos gajos. Los paradores no se dañaron y aseguran que la temporada recién “está arrancando”
Muchas fueron las consecuencias de la tormenta desatada el pasado domingo sobre nuestra ciudad y la región, como así también los daños.
A pesar de que la costanera fue uno de los sectores más afectados en los espacios verdes -no tanto en la ribera del Ctalamochita-, rápidamente se retiraron los restos de árboles que quedaron luego del temporal.
El intendente, incluso, ya había declarado a nuestro medio el mismo día, a horas del fenómeno natural, que mucha gente se acercaba a tomar mates o a hacer asados a zonas donde todavía se realizaban trabajos por parte del personal municipal.
Será por eso, quizás, que fue una de las zonas de la ciudad donde más aceleraron las tareas de limpieza, sin olvidar que en menos de 10 días miles de personas recorrerán esa parte de la ciudad ya que se instalará el circuito peñero.
Pero con la vuelta del calor, la gente volvió a ocupar las distintas playas y sectores habilitados para permanecer en el río.
EL DIARIO realizó un recorrido por los dos paradores de la costanera, uno ubicado en el barrio Mariano Moreno, en la playa conocida como Puerto Madero, y el del barrio Santa Ana, Me Matan Limón.
“Respecto a gente, la temporada recién está arrancando”, aseguró Edgar Maggi, concesionario del primero de los puestos mencionados.
“Hubo varios días lindos por la tarde, a pesar de la lluvia, pero la fija del Limón es a la noche”, expresó por su parte Ignacio Pons, encargado del bar que ya lleva 10 temporadas.
Mientras que uno apuesta fuerte al día, sin extenderse a más de las 22 a pesar de que la Municipalidad permite hacerlo hastas las 2.30 de la madrugada, el otro es un clásico nocturno de los veranos villamarienses.
“Recién arrancando”
“La temporada en cuanto a gente recién está arrancando. Lamentablemente, la gente con el tema de la lluvia día de por medio no se termina de convencer ni de acomodar”, dijó Edgar Maggi.
“Yo trato de potenciar el lugar durante el día. Ahora empiezan a festejarse cumpleaños y fiestas privadas y nos vamos a extender un poco más en el horario, pero no mucho. Tratamos de ser cuidadosos con los vecinos y si hacemos ruido, que sea durante el día”, comentó el reconocido animador villamariense.
Maggi aseguró que abren de lunes a lunes apenas pasado el mediodía hasta las 22.30, aproximadamente, y tienen pensado hacer un ciclo de bandas locales, para lo que lanzarán una convocatoria muy pronto.
“Al único que afectó fue a Elvio, el sereno de acá, que por ahí pensé que lo iba a tener que ir a buscar a Santa Fe”, bromeó Maggi al ser consultado sobre si el temporal afectó las instalaciones del parador.
Todas las noches
Me Matan Limón, el parador de barrio Santa Ana, hace 10 años que abre sus puertas en el mismo lugar.
“Hay mucha gente en la playa que viene a comprar gaseosas y demás. Pero de noche es una fija, ya hace 10 años”, destacó Ignacio Pons.
“Este año no quedaron tantas playas, por eso hay mucha concurrencia y en esta zona hay dos opciones. Años anteriores también había más paradores y ahora se concentra más la gente”, aseguró.
Respecto a los precios de las bebidas, en ambos espacios son similares. Las cervezas oscilan entre los $70 y los $90, el fernet $100 y las gaseosas entre $25 y $40. Si bien ninguno ofrece comidas elaboradas, sí cuentan con sandwichería, copetín y helados.
Durante unas semanas “el Limón” contó con un carribar sobre la calle, pero tanto los dueños del bar como el propietario del puesto gastronómico desistieron de seguir con esa modalidad porque “no le convenía a ninguno”, según expresaron.
“La temporada está arrancando. Lamentablemente, la gente con el tema de la lluvia día de por medio no se termina de convencer ni de acomodar”. Edgar Maggi
“Este año no quedaron tantas playas, por eso hay mucha concurrencia, y en esta zona hay dos opciones y se concentra más la gente”. Ignacio Pons
Gill recorrió las obras de la costanera
El intendente Martín Gill recorrió ayer la zona del puente peatonal, a la vera del lago, donde comenzaron las tareas de restauración de las barandas. Allí, los trabajadores realizan la remoción de los restos de pintura para proceder a la colocación de nuevas capas de laca para exteriores.
También estuvo presente en el recorrido el titular de Desarrollo Urbano, Ambiente e Infraestructura, Carlos Ramírez.
El 26 de enero próximo comienza el recorrido peñero y los trabajos se realizan en el marco de un plan integral que dispuso el municipio para la ocación.
El mandatario también recorrió las obras de la Plaza de la Música en las inmediaciones del Anfiteatro.
Las cuadrillas trabajan en la renovación de la carpeta para la colocación de adoquines en la caminería proyectada.
Pensando en lo que será el próximo Festival de Peñas, el Anfiteatro también forma parte de este plan de renovación para el espectáculo mayor de la ciudad.
En este caso, se están recambiando todas las cubiertas de madera de las áreas de servicio por otras de chapa para evitar las filtraciones de agua.
Gill también observó el avance de los trabajos en el puente Alberdi, donde se llevan adelante tareas de reconstrucción de veredas y accesos. Del mismo modo, en las inmediaciones, otra cuadrilla realiza bacheo de hormigón sobre la avenida Libertador.
En la misma arteria se realizan tareas de toma de juntas de pavimento, en el sector comprendido entre el puente Isidro Fernández Núñez, en el barrio Santa Ana, hasta el puente Perón, por ambas manos de circulación. Los trabajos se realizaban esta mañana a la altura de la bajada Entre Ríos.
Idénticas intervenciones ya se realizaron en los barrios Güemes, Sarmiento y Santa Ana, dándole al pavimento mayor durabilidad.
Según informó el municipio, y así lo pudo comprobar EL DIARIO en el recorrido por esa zona, en toda la costanera correspondiente al barrio Santa Ana se procedió al retiro de todo el material arbóreo, para proceder en las próximas horas a la limpieza fina.
En tanto, continuaban esta mañana los trabajos en el resto de la ribera, con cuadrillas equipadas con camiones y maquinaria pesada para la limpieza más gruesa.