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Playosa, fútbol y goles para volver a prenderse

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Playosa, fútbol y goles para volver  a  prenderse
Servetti arma un ataque para el Albo, mientras llega la marca de Berterame. Playosa cortó la racha adversa y vuelve a creer en la clasificación

El Albo superó por 4-2 a San Lorenzo de Las Perdices, volvió a ganar después de ocho partidos y quiere dar pelea en esta recta final. Con la caída, en tanto, el Santo desaprovechó la chance de ser líder en su zona

Servetti arma un ataque para el Albo, mientras llega la marca de Berterame. Playosa cortó la racha adversa y vuelve a creer en la clasificación

Escribe: Daniel J. Cerutti

En una destacable actuación, de mínimo a máximo rendimiento en el transcurrir de la brega, Sportivo Playosa obtuvo un meritorio triunfo por 4 a 2, dando cuenta de un duro y calificado rival, San Lorenzo de las Perdices; resultado que le permite seguir aspirando a lugares de privilegio en las instancias clasificatorias del torneo de la Liga Villamariense.

Encuentro jugado a todo ritmo, con altibajos en la definición técnica, pero con ambición y potencia ofensiva en ambos rivales; que produjeron numerosas situaciones de riesgo a lo largo de los noventa reglamentarios.

A los 10 m, luego de un córner se produce un choque entre Ferreyra y un defensor local dentro del área alba; la pierna levantada de este es interpretada como acción ilícita por el árbitro, marcando penal para el huésped. Luego de algunos reclamos derivados de la acción, Jonatan Silva ejecutó con displicencia la sanción, con disparo al rincón opuesto del que había elegido Garetto. Uno a cero para San Lorenzo, pero desde dicha circunstancia se abrió un panorama alentador para un partido que se desarrolló sin concesiones, con dos equipos jugados “al extremo”, a través de intentos permanentes en la gestión ofensiva y sin mezquinar piernas en procura de la iniciativa; aspecto que muchas veces puso en peligro la integridad física, debiendo el juez amonestar de inmediato a dos jugadores por el carácter violento de las jugadas.

A los 19 m en rápida intentona alba, Roberto Aimar (lanzado al ataque), superó a su marca y cuando iba a disparar fue frenado por el pie levantado del guardavalla Giraudo, en clara infracción que el árbitro penó sin titubear. El penal fue ejecutado por el mismo Aimar, con disparo violento levemente desviado por el arquero, pero que no alcanzó con dicho esfuerzo, marcando la igualdad para Playosa.

Así, el trámite se hizo intenso, sin intervalos ofensivos y con acciones de real peligro, como la que desperdició Jonatan Silva luego de eludir la salida de Garetto, o el disparo de Bella en Playosa, bien contenido por Giraudo; ejemplos concretos de un estilo elogiable y una presión de ataque que exigió al máximo la cobertura de las retaguardias respectivas. Buen trabajo de los centrales, especialmente José Berterame en San Lorenzo; destacándose además por su constancia y movilidad, Semenzín y Servetti en Playosa.

El uno a uno parcial marcó una definición de equilibrio; aportando todos sin excepción para conceptuar un positivo estilo futbolístico, que ciertamente fue del agrado del público asistente. Comenzó mostrando superioridad estratégica y técnica el elenco visitante, pero después de los 20 m el local reaccionó y progresivamente fijó mecanismos de juego que le permitieron emparejar el devenir de la brega, logrando una igualdad equitativa y realmente ajustada a su desarrollo.

En el segundo período, el panorama no se modificó en la presión ofensiva, aunque progresivamente Playosa expuso pautas de fútbol asociado, con un sistema de vínculos en el medio campo que le permitieron establecer superioridad sobre su oponente. A los 20m. en rápida jugada por sector derecho; Piva habilitó a Semenzín (lanzado al ataque), quien desubicó a su marcador y con certero remate a un rincón de la valla venció a Giraudo, poniendo en ganancia al anfitrión. Playosa fue a partir de allí un conjunto afirmado en sus pretensiones, que cinco minutos después consiguió el tercero; en jugada de buna concepción entre Servetti y Piva, quien se filtró entre los defensores azulgranas y con envío muy bien ubicado aumentó la ventaja para el hasta allí inspirado elenco de Aureliano Sánchez.

Las expulsiones de Franco Vos y posteriormente de Matías Silva, sacudieron las posibilidades de reacción del visitante, que se limitó a soportar el asedio de un equipo que no cesaba en su intencionalidad ofensiva. A los 30 m Servetti, en un destello de su capacidad, receptó un balón en el andarivel derecho de ataque, y viendo adelantado al “cuidapalos” Giraudo, lo venció con hermoso disparo por elevación, elevando las cifras a una diferencia quizás exagerada, pero demostrativa de la evidencia práctica del dominio albo.

El descuento final de San Lorenzo llegó por consecuencia de la lesión de Garetto, quien continuó en su puesto a pesar del serio golpe que sufrió en un choque previo. No pudo contener un fácil envío que llegaba a sus manos, escurriéndose el balón de su control, cuando lo tenía prácticamente asegurado.

Fue la instancia final para un partido de positivo nivel ofensivo, donde ambos pusieron todo de sí para acceder a un resultado favorable; la inspiración de sus jugadores y la mejoría experimentada por los ágiles albos en el complemento, le ofreció la posibilidad (bien aprovechada) de llegar a una contundente y legítima victoria.

La figura – Roberto Aimar

Alcanzó por momentos y al igual que varios de sus compañeros un rendimiento destacable, ordenando la estructura defensiva alba ante los embates continuos del equipo “Santo”. Fue protagonista excluyente del primer gol de Playosa: soportó la infracción del arquero Giraudo (en violenta instancia del encuentro) y luego convirtió la pena máxima. En el segundo tiempo fue un moderador activo en el funcionamiento defensivo Albo, ordenando y orientando la labor de los defensores y mediocampistas para una salida efectiva y sin fallas, luego de los goles que otorgaron cifras contundentes al encuentro.

El árbitro – Eduardo Bonaventura

Aceptable desempeño, en un encuentro disputado a toda máquina y que exigió su intervención en muchos pasajes, donde el roce y la mala intención primaron sobre la actitud técnica. Estuvo acertado en la sanción de los penales y en las expulsiones, fruto de situaciones violentas y no exentas de mala intención; aspecto que pudo ser abarcativo a otros jugadores de ambas divisas, por su constante cuestionamiento o quejas ante los fallos del conductor de la brega.