Dirigentes locales del Movimiento Alfonsinista que en el orden nacional encabeza Leopoldo Moreau, confirmaron ayer detalles del encuentro que mantendrán mañana en esta ciudad con sus pares de otros distritos. Quedó descartada la presencia del diputado nacional de Córdoba Ciudadana Pablo Carro

El expresidente del comité de circuito Villa María de la Unión Cívica Radical, Daniel Azcona, junto a sus correligionarios  Hugo Garrido y Marcelo Dapelo, aseguraron ayer que “ya está todo listo para el plenario provincial de mañana  (por hoy) en nuestra ciudad, que será encabezado por la dirigente Malvina Tosco”.

Azcona, Garrido y Dapelo, apartados del oficialismo partidario aliado a Cambiemos, están enrolados en una corriente frentista, “nacional y popular”, que el orden nacional encontraría sus referentes en dirigentes como Leopoldo Moreau y Leandro Santoro, este último más enfocado hacia la juventud con su movimiento Los Inrompibles.

“Lo que está descartado es que se haga presente el diputado nacional Pablo Carro, del Frente Córdoba Ciudadana, porque en este plenario vamos a discutir cosas propias de nuestro espacio y, posteriormente, lo haremos dentro del frente”, señalaron.

De cualquier manera, para el mediodía tienen prevista una primera actividad en la casa de ese frente -ubicada en la calle 25 de Mayo- con sus militantes. Luego de un alto para el almuerzo, a partir de las 16 comenzarán a debatir las cuestiones propias del Movimiento Alfonsinista, según señalaron.

Azcona, Garrido y Dapelo dieron como confirmada la presencia de referentes de los departamentos San Martín, Capital, Punilla, Traslasierra, San Justo, Tercero Arriba y Unión, Marcos Juárez y Río Cuarto.

“Estamos buscando definir la etapa organizativa, el cuadro político general y cuáles son los caminos para transitar en este año y en 2019”, indicaron.

El plenario se iniciará con la lectura de un “manifiesto”, que puede servir de base para un documento que se dé a conocer al final del encuentro.

Entre otros, puntos, ese “manifiesto” señala que “desde el comienzo mismo de su gestión, el Gobierno de Cambiemos ha demostrado, con creces, aplicar sin pudores las recetas de ajuste del neoliberalismo, sin entender ni atender razones de pura humanidad destinadas a promover el bienestar y la felicidad de las grandes mayorías”.

“Pero, además, no trepida en corromper las bases del sistema institucional democrático que, laboriosamente, venimos sosteniendo desde diciembre de 1983”, el alusión a la fecha en la que asumió la Presidencia de la Nación, luego de imponerse en las elecciones de octubre de aquel año, que marcaron el retorno a la democracia tras la noche más larga y cruel de la dictadura.

El escrito tiene párrafos dedicados también a la administración de Justicia: “Con cinismo sin límites pretendió quedarse con una Corte adicta, ingresando por la claraboya del sistema con un Decreto de Necesidad y Urgencia, burlándose de la Constitución y de los parlamentarios”, se lee en el trabajo que elaboraron los villamarienses para someter a tratamiento durante el plenario de los radicales críticos hacia la conducción partidaria.

En otro párrafo se puntualiza que el Ejecutivo liderado por Mauricio Macri “comenzó el plan sistemático de persecución de todo dirigente que no adhiriese a los postulados del Gobierno, dando por tierra con preceptos judiciales históricos y riéndose de la gente, incluso de sus propios seguidores”.

“Encubre con un dispositivo mediático y judicial que solo tiene precedente en las dictaduras, a los funcionarios y amigos del poder que se reparten sin desparpajo los pedazos del Estado nacional y de las provincias que les son útiles para seguir acumulando un poder sin límites. Para más, condena a los jubilados y otros sectores vulnerables a la miserable condición de supervivientes, violando las más elementales normas de ética, solidaridad, modernización y participación”, comenta, para agregar que “remata por monedas el capital que, con esfuerzo, la sociedad aportó para la ciencia, la técnica y la tecnología, convirtiendo al proyecto soberano de educación en una simulación propia de una colonia sin dignidad, al servicio de las corporaciones domésticas e internacionales”.

En otro de sus pasajes, el “manifiesto” de base del Movimiento Alfonsinista habla de una “complejidad creciente, de endeudamiento externo feroz”, por la cual “los sectores vinculados con el campo nacional y popular estamos obligados a extremar el esfuerzo por darnos una organización capaz de aportar a un gran frente único, popular y democrático que nos permita desalojar a esta runfla de los lugares de poder a los que accedieron con el voto mayoritario de una sociedad sometida a las campañas de desprestigio instrumentadas para perseguir a la oposición y hacerla víctima del discurso hegemónico que solo persigue seguir saqueando a la Nación”.