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“El poder siempre es servicio, de lo contrario, se corrompe”

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“El poder siempre es servicio, de lo contrario, se corrompe”
Samuel Jofré, titular de la Diócesis de Villa María

El obispo de Villa María, Samuel Jofré, dio a conocer el texto del documento firmado por los prelados argentinos, elaborado a 200 años de la Declaración de la Independencia

Samuel Jofré, titular de la Diócesis de Villa María
Samuel Jofré, titular de la Diócesis de Villa María

Con ocasión de celebrar próximamente “el Bicentenario de la Independencia Nacional”, Samuel Jofré hizo llegar la reflexión de todos los obispos que han “querido ofrecer como aporte para una Argentina fraterna y solidaria, pacífica y reconciliada, como condiciones capaces de crear una Nación para todos”.

Se trata de “pensamientos que anhelamos compartir para estimular el diálogo desde un hecho histórico que nos dio origen como Nación y que, a su vez, nos interpela a pensar juntos qué país queremos ser”, indican en el documento que aborda temas como la corrupción, el narcotráfico y “el descuido de la casa común” en relación a los “pecados ambientales” que mencionó en su oportunidad el Papa Francisco.

Bajo el título de “Algunos males de la casa en común”, los obispos escribieron:

“La corrupción no es sólo un problema personal que atañe al corrupto, sino que alcanza al conjunto de la sociedad. Es fundamental que el Poder Judicial se mantenga independiente de las presiones de cualquier poder y se sujete sólo al imperio de la verdad y la justicia. El Papa Francisco lo dice claramente: ‘Esta llaga putrefacta de la sociedad es un grave pecado que grita hacia el cielo, pues mina desde sus fundamentos la vida personal y social. Es un mal que se anida en gestos cotidianos para expandirse luego en escándalos públicos’.

El narcotráfico: “Hoy nadie duda que el narconegocio está ampliamente instalado en la Argentina. No es una sensación, y mientras se discute si el país entero es una ruta de paso, de consumo o si ya tenemos producción en el país, lo cierto y tristemente comprobable es que un silencioso y perverso mal social se extiende con progreso geométrico y sigue matando y destruyendo familias a su paso. Negar la realidad de esta miseria humana que aspira a corromperlo todo, nos puede llevar a una inacción que favorecerá el avance de esta sombra luctuosa sobre nuestra geografía.

El descuido de la casa común: los argentinos también necesitamos una verdadera conversión ecológica que empieza en cada familia. La celebración del Bicentenario nos compromete con las generaciones futuras y el cuidado de la casa común. En nuestro país abundan los descuidos con respecto al medio ambiente. Es necesario por ello crear una «agenda ecológica». Hay que ser rigurosos con la adopción de medidas que fortalezcan la utilización responsable de los recursos naturales a partir de la licencia social, es decir, la aceptación de las poblaciones que podrían verse afectadas por emprendimientos agroindustriales, mineros y extracción de hidrocarburos” .

 

Democracia inclusiva

“Para que la democracia sea efectiva y real, debe darse no solo a nivel político, sino también a nivel social y económico, asegurando la protección de la dignidad de la persona humana. Nuestra democracia ha sido catalogada como democracia joven o en transición, como varias de Latinoamérica. Sin embargo, creemos que la democracia es el sistema político más coherente con la dignidad de la persona humana y se sustenta en la realidad de ser pueblo”.

Y agregan: “El poder siempre es servicio, de lo contrario, se corrompe”. Se destaca el valor de la política como “una actividad noble que busca ante todo el bien común”. Por eso se insiste en la valoración de los partidos políticos “como escuelas de civismo y formación de líderes, en la educación para los verdaderos valores de la democracia como servicio al bien común, en la recuperación de la ética social y la legalidad y la moral pública para que el sistema democrático pueda defenderse de los males que hoy la desprestigian” .

Aseguran que “no hay plena democracia sin inclusión e integración. Esta es una responsabilidad de todos, en especial de los dirigentes”.

El documento fue aprobado en abril, durante la 111º Asamblea Plenaria de la conferencia Episcopal Argentina y se titula “Tiempo para el encuentro fraterno de los argentinos”.

 

Detalles

El documento está compuesto por una introducción y cinco capítulos: “Una justa y esperada reparación de la memoria” (capítulo 1); “Organizar la casa común” (capítulo 2), “Algunos males de la casa común” (capítulo 3), “Independencia y educación” (capítulo 4) y “Casas de encuentro” (capítulo 5). El recorrido de todo el texto se hace a partir de la imagen de una casa que, como la Casa Histórica de Tucumán, alberga los deseos del pueblo con una mirada hacia el futuro.

En el primer capítulo, se refieren a los pueblos originarios indicando que “Argentina les debe gratitud e integración plena de sus derechos como ciudadanos, respetando su acervo y cultura”.