Una yegua que esperaba cría y que fue durante dos años la mascota de una familia de Tío Pujio, fue golpeada en la cabeza y falleció dos días después. El dueño pide que se haga cumplir la Ley Sarmiento, mientras sufre por la tristeza que deja la ausencia del animal más querido por los niños de la casa
La crueldad contra los animales muchas veces no se toma con la seriedad que corresponde a nivel de la Justicia. De otra manera, muchos no entienden en Tío Pujio por qué todavía no se hizo lo adecuado con el caso que un vecino denunció por la muerte de su mascota, una yegua mansa que fue, durante dos años, la mejor compañía de los niños de la casa.
“Era una yegua petisa de entre 5 y 6 años y estaba preñada de casi 8 meses de gestación”, indicó el dueño del animal, al que compró hace un par de años para tenerla en su casa y darle la contención que se merece todo animal.
En su casa de Tío Pujio, la familia tiene bastante terreno alrededor como para disfrutar de la yegua. Es por eso que la tenían muy bien cuidada y la petisa se paseaba mimosa, casi siempre buscando el cariño de los dos pequeños del hogar, que se subían a ella y le profesaban todo el amor.
“Era una yegua bien petisa, pero no llegaba a ser un pony, más bien tenía el carácter de un perro, bien mansa… Era la mascota de la familia”, contó Elías.
“La compré en Ana Zumarán, donde la cuidaban muy bien; fue el regalo para los chicos y armamos todo para que no le faltara nada; tenía su alfalfa y la contención que se necesita”, agregó.
Claro que los últimos días fueron también especiales porque la familia disfrutaba viendo cómo crecía en su vientre el potrillo, sintiendo sus patitas.
Dar vida era el mensaje más noble, pero la violencia de un personaje ajeno “desbastó” a la familia.
El viernes, el animal saltó la cerca y “se fue a buscar una yegua amiga que vive en el barrio, pero le pegaron un golpe con un palo en la cabeza y le causaron un derrame”.
“En dos larguísimos días de agonía y sufrimiento ese derrame le provocó la muerte… Tampoco pudimos salvar a la cría”, relató Elías, que vio morir al animal en sus brazos.
“Mis hijos, sobre todo el mayor de 8 años, esta desbastado… El dolor que tenemos en toda la familia es indescriptible”, expresó, con angustia. Y en ese contexto, reconoció que es “casi imposible hacerles entender a los niños que un loco decidió quitarle la vida a un animal así, tan indefenso”.
Tras la muerte del animal surgió una bronca generalizada en la zona.
Muchos niños y adultos del barrio saben bien quién fue.
Algunos que casi siempre iban a la casa de Elías y le pedían querer pasear con la yegua, al parecer vieron cómo el maltratador se acercó sigilosamente al animal y, antes que el equino reaccionara, le dio un golpe que le causó primero un desmayo y, después de dos días de agonía, la muerte.
La Policía fue hasta la casa para tomar la denuncia, pero todo quedó hasta allí. La Justicia no suele moverse en este tipo de casos, aunque la Ley Sarmiento existe y está para cumplirse.
“Nunca quisimos llegar a esto, pero nos dejaron un dolor muy grande en la familia, entonces pedimos que se haga lo que corresponde y que nunca más alguien pueda matar a un animal de esta manera”, manifestó Elías.
Sus amigos y seres cercanos conocen muy bien el tema y es por ello que también se expresaron pidiendo rápidamente justicia por las redes sociales.
El caso ya superó a Tío Pujio. ¿Alguien tomará cartas en el asunto?