Tal como lo muestra el gráfico elaborado por la Bolsa de Cereales de Córdoba, en la provincia hubo casi 240 mil hectáreas con maíz que se iban a destinar para granos, pero que no se pudieron cosechar con ese fin debido al estrés hídrico que causó la sequía. En consecuencia, pasaron esas hectáreas maiceras a integrar forrajes, lo que representa casi 1,4 millón de toneladas.
Según el informe de los especialistas, si a esto se le suma el maíz destinado originalmente a silaje, se encuentra que fueron directamente a la dieta de los animales un 80% más de maíz que el año pasado.
En soja, la cifra es menor. Según el informe, hubo un 3% más de esa oleaginosa destinada a consumo animal. Indican que del total de la superficie sembrada (4.211.200 hectáreas), fueron cosechables 3.893.900. Esto representa que se “perdieron” para el fin que habían sido sembradas unas 223 mil toneladas.
Sumando el maíz, encontramos que en la presente cosecha se destinaron al ganado 1,6 millón de toneladas de granos que no pudieron cosecharse por la falta de agua.