Julián Falcucci, Maximiliano Hairabedián y otros miembros del Tribunal Oral Federal Nº 1 sesionaron en la Cámara del Crimen local, en el marco de una causa por venta de drogas. El juicio terminó con una condena y dos absoluciones
En un trascendental proceso penal, el Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 1 de la ciudad de Córdoba se constituyó ayer en Villa María para juzgar a tres hombres acusados de vender estupefacientes en una vivienda de barrio Roque Sáenz Peña, a raíz de un operativo realizado el 29 de mayo de 2014.
Así, por primera vez en su rica historia judicial, la ciudad se transformó en sede de un tribunal federal por decisión del magistrado cordobés Julián Falcucci, a cargo de la causa, quien solicitó que la audiencia de debate se sustanciara en el lugar de los hechos para favorecer la concurrencia de imputados y testigos, todos ellos radicados en el ámbito local.
El juicio comenzó a las 10 de la mañana ante la sorpresa de quienes, diariamente, transitan los pasillos del quinto piso de Tribunales. Es que dentro de la sala de audiencias no estaban los miembros de la Cámara del Crimen ni el fiscal Francisco Márquez ni los secretarios que habitualmente intervienen en las audiencias.
Si bien la audiencia concluyó con una condena de cuatro años y dos meses de prisión para uno de los acusados y la absolución de los otros dos, el hecho de haberse realizado fuera del ámbito de los Tribunales Federales de la capital provincial sobresalió por encima del resultado jurídico del proceso.
Al respecto, hay que señalar que el juez Falcucci (quien fue fiscal federal de Villa María entre enero de 2008 y noviembre de 2011) condenó a Gerardo Gabriel Lazos (37), alias Iguana, luego de declararlo penalmente responsable de “comercio de estupefacientes en grado de tentativa”, en concurso ideal con “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”.
Quedó detenido
Gerardo Lazos compareció en libertad y fue detenido inmediatamente después de darse a conocer el veredicto condenatorio. Ante esta circunstancia, su defensor, el abogado villamariense Eduardo Luis Rodríguez, adelantó que va recurrir en casación porque “surge de la causa la falsedad de la prueba con la que se solicitó la orden de allanamiento” a la vivienda de Lazos, motivo por el cual en su alegato había reclamado la nulidad del procedimiento policial.
En el mismo fallo, el juez Falcucci absolvió a Eduardo Martín Lazos (38), conocido como Patito, hermano del anterior, y a Santiago Oreste Olivero (41), alias Santucho o Nene. El primero llegó a la audiencia en la misma situación que Gerardo, mientras que Olivero fue el único que estaba en la cárcel, pero continuará entre rejas porque está implicado en otra causa por venta de estupefacientes.
En efecto, el ahora absuelto convicto fue el único que llegó al juicio privado de la libertad, pero no por la causa compartida con los hermanos Lazos, sino por otra registrada a fines de febrero en Villa María y Villa Nueva, cuando durante la realización de múltiples allanamientos, se secuestraron más de 30 kilos de marihuana.
Aquel megaoperativo policial, que terminó con la detención de 11 personas -entre las que se encuentra Olivero-, alcanzó notoriedad pública porque los jefes de la banda desbaratada se encuentran alojados en la cárcel local.
Cabe señalar que, además del juez Falcucci, se constituyeron en el Palacio de Justicia el fiscal del TOF Nº 1, Maximiliano Hairabedián; el defensor público oficial Rodrigo Altamira (asistió a Olivero, mientras que Eduardo Rodríguez hizo lo propio con los hermanos Lazos), y otros cinco funcionarios capitalinos, además de dos efectivos de la Policía Federal de Córdoba que, junto a personal del Servicio Penitenciario, realizaron tareas de seguridad.