Nació en Arroyo Cabral, el 18 de agosto de 1961. Tiene tres hijos. Es profesor de Historia y Educación Cívica. Comenzó a militar en el peronismo en los claustros de la Universidad de Río Cuarto en la previa de la recuperación de la democracia. En ese ámbito conoció a Eduardo Accastello. En 1992 se radicó definitivamente en Villa María, incorporándose al Ateneo Jauretche. Tuvo diversos cargos. En Río Cuarto se desempeñó como secretario de bloque, luego se fue a La Rioja en calidad de asesor de un diputado. En Villa María fue secretario de la Convención Constituyente, asesor del bloque peronista y en 1999 llegó a una banca en el Concejo Deliberante. Presidió el Legislativo hasta 2002 que pasó a ocupar la Secretaría de Integración Comunitaria del municipio. De 2003 a 2011 fue presidente de la Universidad Popular, de 2011 a 2015 jefe de Asesores del Ejecutivo y actualmente es coordinar de los asesores del Palacio municipal. Hasta 2015 presidió el Partido Justicialista local
Escribe: Nancy Musa
DE NUESTRA REDACCION
Es un cuadro político formado en los preceptos del ala izquierda del peronismo de la década del 80. Un ávido lector, estudioso de la historia del país y apasionado con el debate de ideas. Tiene arraigados los principios doctrinarios, es un crítico del Gobierno de “ceos” y un convencido de que su partido necesita una conducción clara que visualiza en la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Gerardo Russo mantiene un perfil bajo y a los 56 años sigue soñando con una sociedad más justa y más inclusiva. Asegura que los sectores populares y los sectores medios no deben confrontar entre sí porque el enemigo es el poder concentrado que acumula y “se la lleva toda”.
Le preocupa la tensión que puede generar la situación económica y advierte que después de octubre se viene “un ajuste mayor”.
“Acá se apunta a que los ricos sean cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres”, afirma.
-Usted es un cuadro formado en fuertes principios ideológicos, ¿qué está pasando en este momento, las ideologías han perdido importancia?
-Creo que las ideologías existen, tienen muchísima importancia, es más nos gobiernan a partir de determinadas ideologías. Y a partir de las ideologías la gente puede vivir mejor o peor, lo que pasa es que se han invisibilizado. Lo que hoy nos está sucediendo es a partir de una concepción ideológica muy concreta, que fundamentalmente apunta a que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.
Me acuerdo de la canción de Serrat, esa que dice “señor se le está llenando el hall de pobres”.
Las ideologías existen, los gobernantes gobiernan con ideología, los empresarios siguen haciendo plata con ideología, por ahí los que que me parecen más flojos en cuanto a la firmeza de su ideología somos los que hacemos política.
-El uso del pragmatismo…
-Sí, a veces vamos y venimos y no nos reafirmamos, para mantenernos en el poder, en nuestros preceptos ideológicos por el pragmatismo. Pero los preceptos no cambian, por ahí varían las formas de llevar adelante determinadas políticas. En el caso nuestro que somos peronistas, las políticas para solucionar una aspiración colectiva puede no ser la misma que en 1945, pero la justicia social, la independencia económica y la soberanía política como nuestros pilares ideológicos fueron en 1945 y siguen siendo hoy.
Ahora que los peronistas no persigamos la justicia social, que no denunciemos el endeudamiento como un flagrante atentado a la soberanía política y la independencia económica habla de nuestra debilidad ideológica y no de que la ideología haya muerto.
-¿No siente que la sociedad tiene otros valores, otra mirada sobre el tema ideológico?
-Puede ser, la sociedad como dice (Zygmunt) Bauman se ha hecho más líquida. Donde las formas no se mantienen en tiempo, es difícil saber dónde estás parado, son sociedades líquidas y probablemente sea así.
Tal vez la sociedad no está tan pendiente de preceptos ideológicos, lo que deberíamos saber como parte integrante de la sociedad es que más allá de que no visibilicemos las ideologías existen están muy presentes y nos gobiernan con preceptos ideológicos muy claros, lo que pasa que a veces nosotros no los queremos ver.
-El peronismo estuvo mucho tiempo sin un debate interno, ¿en este momento lo están realizando o siguen de acuerdo a como se presentan las circunstancias?
-Me parece que por ahí no deberíamos generalizar. Hay sectores peronistas que debaten mucho y otros sectores peronistas que no debaten nada. En algunos ámbitos hay mucho debate, hay muchos pibes que están sueltos y se juntan a comerse unas empanadas y a discutir porque no tienen el ámbito para hacerlo. Ahí hay debate.
Por ahí la dirigencia es la que debería tener un debate más formal, más sistemático. Creo que el peronismo debería debatir más las políticas que va a implementar o las que no son adecuadas para nuestro país.
Hay un sinnúmero de casos que vos decís y nuestros legisladores qué están votando, dónde lo debatieron. Los partidos ¿han asumido una posición, la militancia está enterada de lo que deciden nuestros representantes, está de acuerdo con la postura asumida?
Me parece que los partidos políticos han dejado de debatir hace rato, parece que se alcanza cierto status de dirigente que te permite saber de todo, y hacer sin consultar o volver a rediscutir las cosas.
Después nos preguntamos por qué la gente no participa y si no se la consulta nunca.
En muchos casos en nuestro partido se debate, hacemos asamblea, compañeros van a los barrios, ¿alcanza con esto? Y, probablemente, no pero tampoco la sociedad está ávida de debatir, estamos más pendientes de la novela que de un análisis político.
-Los vecinos tienen problemas urgentes, cotidianos y da la sensación de que la política no se los resuelve.
-Sí, en muchos casos no se los resuelve y en otros las sociedades se han hecho muy complejas. La resolución de ciertos problemas no es tan sencilla como uno cree. Entre la necesidad urgente del vecino y la resolución del problema tiene su tiempo.
Siempre cuento una anécdota, para una de las elecciones que competimos con Veglia nosotros desde el bloque de concejales justicialistas hacíamos una fuerte crítica al estado del basural. Y habíamos hecho unos folletitos muy lindos, en el cual decíamos que ni bien ganáramos lo que era un basural iba a pasar a ser una placita a través de celdas de enterramiento controladas.
Era muy fácil resolver el tema a través de una hoja A4 doblada en dos. El tema fue que cuando fuimos gobierno ya no fue tan fácil y todavía hoy tenemos problemas con los basurales.
O sea, la sociedad es cada vez más compleja, la gente tiene cada vez más problemas de todo tipo y no todos los puede solucionar la política. La sociedad también tiene que hacerse cargo, nosotros como políticos nos hacemos cargo, pero también la gente tiene que hacerse cargo, no todo es la culpa del otro. Por ejemplo, ahora, hacete cargo de que le votaste a Macri y te van a dejar sin laburo.
-Usted dijo “hacete cargo si le votaste a Macri”, pero mucha gente le votó a Macri por graves errores del peronismo…
-Sí, creo que mucha gente le votó a Macri por graves errores del peronismo y mucha gente le votó a Macri por los enormes aciertos del peronismo. Por las dos cosas. Ya lo decía Hernández Arregui en la década del 70 cuando analizaba por qué había caído el peronismo en el 55. Y decía que el peronismo en el 55 no cayó tanto por sus errores sino por sus aciertos.
Y creo que más allá de los errores que pueda haber cometido el gobierno kirchnerista, terminamos perdiendo las elecciones en gran medida por mucho de los aciertos que tuvimos y fundamentalmente porque perdimos la batalla cultural.
Nosotros perdimos la batalla en cuanto a comunicar el sentido de las políticas que habíamos llevado adelante. Por ejemplo la 125, yo me alegro de que un gobierno decidiera aplicarle retenciones a la renta extraordinaria, cosa que no se hacía desde el Gobierno de Perón, pero cometimos errores comunicacionales.
Probablemente fue un error pelearnos tanto con la provincia de Córdoba, pero también hubo un empaque del Gobierno cordobés.
-¿Y el tema de la corrupción?
-La corrupción no es solo un problema argentino, sino extendido en Latinoamérica, es un tema que no debíamos haber tolerado si se producían hechos detectables dentro de nuestro gobierno. Lo de López no se puede defender bajo ningún punto de vista. La corrupción debe ser cero, no puede haber dos o tres vivos que se metan la plata en el bolsillo.
La corrupción es estructural, y si alguien que recibe hay alguien que da, y hay que denunciar todo eso, con nombre y apellido y se tiene que investigar y juzgar y el que tenga que ir preso que vaya.
Ahora, el latiguillo de la corrupción no se puede usar como herramienta política. Esto me hace acordar a lo que pasó en 1955, Perón se había robado toda la Argentina. Los invito a que lean los diarios de la época.
El problema acá es el peronismo que, aún con sus errores, aún con sus claudicaciones, aún con algunos personajes que los tienen todos los partidos, genera sociedades más equitativas. El problema de fondo es que los negros podían ir a vacacionar, el problema de fondo es que los morochos se podían comprar el autito. Ese es el problema de fondo.
-¿Cuál es la causa para que ese sea el problema de fondo?
-Creo que la avaricia de los que tienen el poder concentrado en sus manos. No les basta con tener empresas, autos, quieren cada vez más. La lógica del capitalismo es ésta, acumular, acumular no sé hasta cuándo, hasta que la gente estalla y sale a la calle cansada.
Y para que la gente no estalle compran dirigencia y por otro lado generan un andamiaje represivo que en algún momento ya no les alcanza. Lo hemos visto a lo largo de nuestra historia.
Y tenemos otro problema, nuestra clase media, yo entiendo la lógica del capitalista que acumula, pero no entiendo a los sectores medios. En realidad entiendo pero no comprendo el porqué.
No podemos generalizar, pero la clase propietaria termina colonizando la mentalidad de ciertos sectores medios que cuando se la ven mal se apoyan en los morochos y tenemos los gobiernos populares.
Cuando están un poco mejor ya les molesta la pensión del negro, la asignación universal porque tienen que poner un pesito más de su bolsillo para sostener a los que todavía no han podido ascender, entonces los sueltan, se quiebra el frente nacional, los sectores medios piensan como patrones y nuevamente tenemos gobiernos antipopulares. Históricamente, nos ha sucedido esto.
El peronismo es un gran generador y levantador de la situación de las clases medias y en un momento se le dan vuelta y le terminan jugando en contra.
El peronismo no ha logrado convencer a los sectores medios de que su suerte está atada a los laburantes, a los morochos y no a la clase propietaria porque los van a volver a joder, como está pasando ahora.
-Usted es profesor de Historia, ¿cuál es el hilo de este péndulo que nos lleva a ir de crisis en crisis?
-Hay varias teorías, algunos dicen que es porque no se realizaron los cambios de estructuras que tendrían que haberse realizado en un determinado momento de nuestra historia, cuando el poder social acumulado permitía estos cambios.
Acá no jugamos solos, los dueños del poder concentrado juegan y vaya que juegan. Ellos tienen mucho más claro cómo hay que jugar, hasta dónde pueden tensionar. El otro equipo juega, a veces retrocede como durante el kirchnerismo, pero cuando vieron una flaqueza avanzaron, y cómo avanzaron.
Se hicieron cargo del gobierno, por primera vez en nuestra historia la clase propietaria tomó el gobierno, hoy que tengamos un gobiernos de ceos significa que las grandes empresas nacionales y transnacionales decidieron hacerse cargo ellos, no a través de representantes, sino lo tomaron ellos.
Lo que es más grave para el campo popular es que lo hicieron a través de los votos, antes era a través de los golpes de Estado, pero esta vez el pueblo refrendó una propuesta. Está bien que mintieron mucho.
Pero ¿qué pensaban que iba hacer un empresario como Macri, avalado por los grupos de poder?
¿Pensaban que se habían vuelto buenos de un día para el otro y que lo que iban a ganar de más lo iban a usar en mejorar el sueldo de los trabajadores? No, el capitalismo funciona de otra manera, el tipo al que vos le dejás de cobrar impuestos, porque le sacás las retenciones, se lleva la plata afuera, porque ni siquiera la invierten acá. El, su familia, y las generaciones de su familia van a vivir muy bien y los morochos confundidos que le votaron, pensando que eran buenos, van a vivir muy mal.
Nuestro gran defecto fue no haber hecho entender esto, subestimamos el poder de los medios, los mensajes subliminales que venían desde hace años, porque las sociedades son ahora sociedades controladas por el capital.
-La grieta se profundizó en los últimos años y cada vez se fogonea más…
-Sí, yo acá tengo sentimientos encontrados. Por ahí me falta formación para poder definirlo más claramente y en esto hay posturas y sigo el pensamiento de Laclau que el conflicto existe en toda sociedad, que es necesario y a partir del conflicto uno puede avanzar.
Hay posturas y hay intereses en la sociedad contrapuestos. No es el mismo interés el que tiene un empresario que el que tienen sus trabajadores.
Estos conflictos van a seguir existiendo, le llamamos grieta o de otra manera. Ahora que la solución sea generar más conflicto y no tratar de resolverlo a través de debates y métodos racionales, eso es otra cosa.
-El punto es que del conflicto no se está saliendo con un debate sino con manifestaciones de ira, descalificaciones o agravios al que piensa distinto
-Sí, no hay debate y en el medio hay una serie de situaciones que van más allá del debate porque a estos conflictos los terminan resolviendo los más poderosos.
Los más poderosos te compran jueces, o los jueces son parte del sistema, te compran políticos, o son parte del sistema, entonces es muy difícil para los más débiles resolver el conflicto con el diálogo.
Hoy, el Ministerio de Trabajo avala la propuesta del Salario Mínimo Vital y Móvil del empresariado, y vos podés debatir todo lo que quieras. Y ahí tiene que haber un árbitro para mediar, pero también están comprados, entonces los poderosos van a ganar siempre.
-¿Por qué se hizo peronista?
-Buena pregunta. Mirá yo vengo de una familia en la que mi viejo era radical, mi abuelo paterno era un pequeño productor agropecuario, 200 hectáreas en la zona de Arroyo Cabral. Y eran radicales a pesar de que los viejos, al campo lo habían podido comprar con los créditos de Perón. Mi vieja venía de Chazón y tenía su familia partida en dos, su padre era estibador de UATRE muy peronista y mi abuela materna era radical.
Pero nunca se discutía de política, yo crecí en ese ámbito familiar y recuerdo que en 1973 cuando Perón gana las elecciones, mi viejo escuchó un rato los resultados electorales y apagó la radio y no sé por qué me fui al pasillo con la radio y me quedé escuchando hasta tarde los resultados.
Y cada vez que decían que el peronismo iba ganando en tal provincia, me ponía contento.
Pasé toda mi adolescencia en Cabral y cuando me fui a estudiar a la universidad de Río Cuarto estaba estudiando Darío Poncio, Eduardo Accastello ya estaba, y nos vinculamos a un grupo de compañeros del peronismo y nos empezamos a enganchar en ese grupo.
Me sentí contenido en ese grupo que peleaba contra la dictadura, que todavía no se había ido, y luego me hice peronista no emocionalmente sino doctrinariamente.
-¿Desde chico se interesó por la política?
-Sí, no tanto por la política sino por las cuestiones sociales. Tengo dos aterrizajes, por un lado a través de Juan Alcalino, el papá del actual intendente de Cabral, él era profesor y además daba cooperativismo.
Me acuerdo que él salía a dar charlas a otras localidades y yo lo acompañaba, me interesaba el tema. Y después siempre me gustó mucho la lectura, tengo una tía que me inició en la lectura y leí mucho.
O sea que entre el cooperativismo y leer era natural para mí, cuando fui a la Universidad, meterme en algo, tan es así que hice cuatro años de Ciencias Económicas y me di cuenta de que no era para mí y me pasé a Historia.
-¿Tuvo una linda infancia en Cabral?
-Sí, muy linda. La infancia de los pueblos era muy linda, la de las casas abiertas, la de los amigos, jugar en la calle, tengo muy buenos recuerdos.
Tuve mucho acompañamiento de mi vieja, mi viejo se iba muy temprano para el campo y volvía a la noche, tuve mucha relación con mis abuelos paternos, de estar mucho tiempo con ellos. Recuerdo una familia armónica, que no nos sobraba nada pero tampoco nos faltaba nada.
Jugábamos a la pelota, a la noche nos juntábamos en la plaza con los amigos, me gustaba mucho el cine.
Y no soñaba con nada en especial, supongo que habré pensado en ser futbolista, jugué en Rivadavia pero era muy malo (se ríe), no tenía así algún sueño especial, sí quería seguir estudiando.
-¿Estuvo en Río Cuarto, en La Rioja y cómo vino a anclar en Villa María?
-Gran parte de mi actividad política la hice en Río Cuarto, siempre me gustó formarme mucho, comienzo la militancia en la Juventud Universitaria Peronista con un grupo de compañeros y luego conozco a integrantes de Intransigencia y Movilización Peronista en Córdoba que conducía Obregón Cano hijo y con algunos compañeros comenzamos a militar ahí.
Era el ala izquierda del peronismo. Y reconocíamos como conducción a don Ricardo Obregón Cano, preso en ese momento. En esa estructura se formaban cuadros con mucho debate político, y teníamos encuentros de formación clandestinos porque en la organización había muchos dirigentes exiliados y dos por tres venían a darnos los cursos.
Y en uno de estos cursos, quedo dentro de la conducción universitaria del espacio que había pasado a ser el peronismo revolucionario. Conozco a un compañero riojano que me invitó a dar un curso en Chamical, fui por tres días y me quedé quince, era una joda terrible (se ríe).
Y un candidato provincial de La Rioja me pidió que le hiciera su propuesta. Fue demencial la propuesta (se ríe), le hago los folletos para la campaña, gana las elecciones y me llama para que me fuera a trabajar con él a La Rioja.
Y me fui a probar a La Rioja, estaba el Turco Menem de a caballo y patilla. Estuve seis años.
Mi viejo se enferma de cáncer, pensé que eran los últimos años de mi viejo y Eduardo ya hacía un tiempo que me venía diciendo que me viniera a militar a Villa María.
Y consideré que era el momento y me vine.
-¿Sigue teniendo la misma relación de amistad con Accastello?
-Hace mucho que no nos vemos, que no hablamos, yo lo aprecio mucho, nosotros tenemos 35 años de militancia juntos.
Pasamos épocas muy lindas de formación política en la universidad, vivíamos para militar.
-Si usted hace un balance qué cosas gratas y que cosas no tan gratas le dejó esa militancia a full.
-Lo bueno que a uno le deja es el haber intentado aportar para construir una sociedad mejor. Yo siempre les digo a mis pibes que materialmente no les voy a dejar nada, una casa que compramos con la herencia de mi viejo y algún pesito que pusimos con mi primera esposa, y un autito de los más baratos. Yo no tengo empresa, no tengo negocio, no tengo depósitos, no tengo nada (sonríe).
Pero yo creí, desde que empecé a militar, que una sociedad más justa era posible.
Pasé todos mis años pensando que es posible y no me arrepiento. Si uno hace un análisis retrospectivo, ve que esa sociedad a la que aspiraba, más justa, más inclusiva, sin tantas diferencias sociales hoy está mucho peor, y nos derrotaron y sí probablemente nos derrotaron.
Pero, bueno a mis hijos les dejo eso. Un padre que con todos sus defectos, con todas sus limitaciones, intentó, que nadie puede decir que me llevé ni cincuenta centavos que no me correspondían y que tengo tres pibes que son muy buenas personas y que también aspiran a una sociedad más justa.
Y valió la pena, sí valió la pena.
-¿Qué le cuestiona a la oposición local?
-Esto de tirar que bajen la tasa de lo que se cobra por electricidad, está bien, pero háganse cargo. En el problema eléctrico la provincia tiene que hacerse cargo de su parte, pero la oposición es representante local de Cambiemos. Y el problema de las tarifas las generó Cambiemos con el tarifazo.
-Usted fue uno de los primeros que adhirió al espacio de Néstor Kirchner antes de que ganara las elecciones ¿qué análisis hace de la candidatura a senadora de Cristina?
-Había dos posiciones dentro del cristinismo. Estaban compañeros como Kiciloff que decía que no tenía que ser candidata porque en lugar de discutirse el rumbo de hoy se iba a discutir el gobierno de ella que es lo que trata de hacer Cambiemos.
Otro sector, donde está Capitanich, consideraba que tenía que ser candidata, ganar la provincia de Buenos Aires y conducir al peronismo. Porque al peronismo lo conduce quien gana, y yo coincido con Capitanich.
Y creo que la postura de Cristina es muy valiente, hoy el peronismo necesita ser oposición, hoy no lo es. Hay sectores del peronismo que son oposición, hay sectores del peronismo que se hacen los pelotudos y hay sectores que acompañan al Gobierno de Macri. El peronismo tiene que ser una fuerza opositora, no destructiva, tratando de que al país le vaya bien, no al gobierno. Porque son dos cosas distintas. Si a un gobierno de ceos y a los grandes empresarios les va bien no significa que a nosotros nos va a ir bien. Probablemente a nosotros nos vaya mal.
Y el peronismo necesita una conducción. Si Cristina gana en la provincia de Buenos Aires va a ser un factor de poder muy importante y el otro factor los gobernadores.
Nosotros necesitamos reconstruir al peronismo a partir de una conducción clara que se plantee como oposición, con propuestas, si hay que acompañar una medida buena para el conjunto que se acompañe, y acá la única conducción posible, para mí, es Cristina.
-¿Más allá de todas las causas judiciales que tiene?
-Más allá de eso. Yo digo con todas las causas judiciales que tiene, si hubieran rascado un poquito y hubieran encontrado algo de verdad, algo en serio, ya estaría presa.
No le encuentran nada serio, creo que no se van a animar a meterla preso antes de las elecciones, pero había una idea de meterla presa para no dejarla ser candidata.
Pero si Cristina gana en una provincia clave, vamos a tener una postura clara, ¿qué piensa el peronismo sobre el endeudamiento? Cuando la doctrina habla de independencia económica y soberanía política.
Cuando el peronismo es derrotado siempre sucede esto, somos una diáspora y el poder pasa por los gobernadores que tienen intereses para poder gobernar sus provincias. Esto ya nos pasó.
Nos ganó Alfonsín en 1983 y ni siquiera Antonio Cafiero pudo unificar al peronismo. Se unifica nuevamente detrás de un líder que gana las elecciones: Carlos Menem.
Perdemos con De la Rúa, nos desperdigamos de nuevo. Y nos volvemos a unir con Néstor Kirchner cuando gana.
-Gerardo, la oposición que tiene Cristina hoy es mayor que su adhesión ¿usted cree que puede volver en 2019?
-No sé, hay que esperar que pase el tiempo, que el gobierno termine de gobernar y que Cristina haga las propuestas sobre el modelo de país que se necesita.
Te doy un ejemplo, Perón desde el exilio llamó a votar en blanco, el voto efectivo en blanco no superó el 50%. En ese momento, uno podía decir que Perón estaba en un momento de debilidad. Pero los otros gobernaron, Perón propuso, volvió y ganó las elecciones con más del 60%.
Es lo que te decía, hay dos campos, jugará Cristina y juegan los factores de poder concentrados. O jugará el peronismo unificado, no sé.
Pero hoy a Macri se lo frena en la Legislatura o en la calle. Me gustaría un peronismo más presente en la calle.
-¿Qué sueño tiene actualmente?
-Mi sueño en lo personal es ver a mis hijos bien, felices, haciendo lo que les gusta, a toda mi familia bien y un sueño colectivo es que volvamos a estar mejor, que la gente vuelva a tener una sonrisa, que nos desenojemos un poco, que discutamos, que seamos efusivos pero no hay necesidad de enojarse.
Y sueño que los sectores populares y medios ganemos en conciencia que hay un enemigo, que es el gordo con la bolsa llena de plata que se la quiere llevar toda. Hay un señor muy avariento que se la lleva toda y ojalá volvamos a tener claridad y no caer en la pelea de pobres contra pobres.
Opiniones
Mauricio Macri
Creo que Macri es absolutamente consecuente con su clase social. Es el emergente de un proyecto económico de país que tiene muy claro adónde va, lo que quiere y lo está aplicando.
No es un cuadro político de la oligarquía, no es su mejor cuadro, pero se ve que hicieron varias pruebas y decantaron en Macri.
Y Macrí está haciendo el gobierno que los sectores concentrados de capital quieren.
Juan Schiaretti
Tiene aciertos como, por ejemplo, estar tratando de paliar de alguna manera los efectos de las políticas nacionales. Con programas que son interesantes, me gustaría que el gobernador y cualquier gobernador peronista tuviera una mayor firmeza para tratar de frenar la implementación de las políticas que golpean a los cordobeses.
Me gustaría verlo más al frente de este tipo de cosas.
Martín Gill
Es un cuadro extraordinario, un cuadro con una formación política como pocas veces he visto, con mucha lectura de la realidad y que tiene absolutamente claro cómo le gustaría que fuera la Villa María de los próximos años.
El es consciente de que asumió una ciudad con el desarrollo de potencialidades a pleno y sin descuidar la obra pública, ha entendido que necesitamos consolidar un cambio cultural. Y creo que está yendo por ese cambio, priorizando la cuestión educativa.
Y miremos las medidas, además, cuántas ciudades bajaron las tasas municipales, supo reconocer que la gente no lo está pasando bien, por eso me parece que a la oposición habría que preguntarle en qué país vive.
Me gusta: Compartir el café con amigos y empezar el día haciendo un análisis político.
Me encanta: Ver a mis hijos, ver cómo desarrollan sus proyectos, su vida. Tener viva a mi vieja.
Me divierte: Leer un libro, ir al cine.
Me entristece: La pobreza, la desigualdad, la deshonestidad.
Me enoja: Muchísimo la desigualdad social.