Así se preguntó un puñado de vecinos tras los dichos del contador Rosso, de si los compradores estaban dentro del fideicomiso, no tendrían problema alguno

Un grupo de vecinos volvió a reunirse en la única casa que se construye en el polémico loteo “Posada del Indio”, el “Aguaclara tiopujiense”, otro caso de incertidumbre de quienes adquirieron sus parcelas y llevan siete años sin poder escriturar.

“No puede decir que no estamos en el aire”, lanzó María Teresa, propietaria de la casa junto a su pareja, Hugo, quien cuando en 2015 se anotició de la situación sufrió un infarto y terminó en el Hospital Pasteur de Villa María.

Junto a otros dueños de terrenos, se preguntaron “cómo es posible integrar un fideicomiso sin ningún consentimiento…”. Esto en referencia a las declaraciones del contador Daniel Rosso, el que la semana pasada explicó que “quienes integren el fideicomiso no están en el aire”.

Rosso, exsocio de José Salusso (de Salusso Bienes Raíces), fue el blanco de las críticas de una docena de los más de 50 autoproclamados “estafados”, damnificados que bramaron: “Por qué arman un fideicomiso. ¿Con el consentimiento de quién?”

Uno sí, otro no

Hugo y María Teresa, además no se pueden explicar que “encima, de los dos lotes colindantes donde levantan la casa, uno aparece en los documentos del fideicomiso y el otro no”. Otra pregunta sin respuesta. “Fuimos a comprar un lote y resulta que estamos en un fideicomiso”, manifestaron dos de las mujeres congregadas.

Para definir la credibilidad, expresaron: “Salusso al menos dio la cara, nos está ayudando y aportó 75 mil pesos para amojonar los lotes… Da para creerle”.

En cambio, “este hombre (Rosso), vino al estudio de Sandra Lenti y el muy caradura ofreció departamentos a cambio de los lotes, y que le pagáramos 50 bolsas de cemento por mes, por 20 años. Nos vino a tratar de idiotas”, narraron.

Dos planos, un plano

“El plano con el que compramos (con fecha 21 de septiembre de 2010) desapareció de Catastro y quedó uno de 2012, que cambia todo, pero resulta que el fideicomiso tiene fecha de julio de 2013, y se hizo con el plano de 2010. Esto no coincide con su propio plano (2015)”, aseguran los adjudicatarios reunidos.

Ese nuevo plano, “causó cambios” en la designación de manzanas y lotes, además de “virar” algunos y provocando que se “pisaran otros”.

“A nosotros no nos cambiaron más que el número de manzana y de lote”, dio fe un vecino, en tanto otro aseguró: “Me viraron el lote de la esquina, que era perpendicular a la ruta y ahora quedó en paralelo”. En otro caso, “cambian el plano y en lugar de tres lotes quedan dos con la misma superficie total, pero sacando un lote al vecino de al lado”, testimonió el afectado.

“Este es un manoseo de la gente”, coincidieron, en tanto “se trata de una balacera de acusaciones entre Salusso y Rosso, y aunque uno dio la cara, seguimos estando en el medio”.

También marcaron que “Rosso dice que se habían hecho obras de agua en el loteo. Sí, las hizo Salusso, están los planos y las facturas”.

¿Venta apresurada?

A los dichos de “una venta apresurada”, como calificó el abogado de la familia Olivero, vendedores de las tierras donde se diagramó el loteo, Mario Literini, los vecinos expusieron el caso de Rubén, tiopujiense que a fines de 2010 (el primer plano del loteo data del 21 de septiembre de ese año) se convirtió en uno de los primeros compradores. Contó que acordó la operación con Salusso y luego concretó la firma del boleto con Rosso en la Escribanía de Alcira Spila, abonando la mitad de contado y el resto financiado. También Rubén está, sin explicaciones, en el fideicomiso…

“¡Y después nos hablan de ventas apresuradas!”, exclamaron los vecinos.

En gestiones

Los vecinos comenzaron a gestionar ahora una reunión con la intendenta Nancy Schiavi, la que se podría concretar la semana próxima.

Por otra parte, el presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa de Servicios Públicos, Vivienda y Crédito Ltda., Darío Ranco, y la secretaria de la misma entidad, Daniela Presuttari (una de las damnificadas en el loteo), comprometieron “el acompañamiento incondicional para todos los propietarios de las tierras” y la predisposición de brindar los servicios en el loteo.