Escribe: Beto Arce
Atractivo, contagioso, placentero… Así fue el partido que Universitario y Unión Social le regalaron a la fría tarde del domingo, que un gran concepto de fútbol mantuvieron expectantes a todos los que se frotaban las manos detrás del alambrado.
Bien jugado, con buenas intenciones, con la pelota bien tratada, aunque no siempre saliera… Universitario se llevó un premio grande de barrio Las Acacias, es que en el último minuto de juego gritó la angustiosa victoria a través de una maniobra sacada de contexto… Despiertos, enchufados, atentos: todos los protagonistas tuvieron su momento, aunque algunos no lograron sostener la intensidad hasta el final. Una cosa es ganar, otra es perder, otra es empatar y otra definitivamente es jugar. Jugar, algo que no todos pueden hacer. Pensar una gambeta y hacerla, imaginar un centro y sacarlo, querer servirla al pie y lograrlo, intentar tocar por lo bajo y crecer… entender la magia del deporte con creatividad. Esto no quita que existan circunstancias que requieran más temperamento o firmeza que otras, pero lo cierto es que cuando la intención de jugar se percibe, el domingo… aunque haga frío, haya viento y caiga llovizna… para todos, es diferente.
La Uni, fiel a su libreto históricos de buenos futbolistas que componen el equipo desde su aparición, tocó la pelota hasta encontrar los espacios necesarios. Eso sí, enfrente no estaba el Unión Social de otras temporadas que lejos estaría de hacerle partido… Un equipo firme, con ambiciones, batallador, pero fundamentalmente con poder ofensivo. Le faltaba el Panzón Márquez (llegó a las 5 amarillas) y sin embargo fue al frente siempre. El sello gallego que trajo el Laucha Brusa da buenas señales de cara al futuro: bien Marchetti y Bracamonte, también Castillo.
Arrancó ganando el CUS desde una pelota parada. Ejecución precisa en un córner de Casale y un cabezazo impecable de Richard Brusa a los 16 m. El “10” la puso perfecta y el pelado se suspendió con mucha tranquilidad y soledad para desviar el balón hacia el fondo: 1-0.
Una mano de Picotti sin intención encendió el banco visitante cuando Moyano no cobró tras un centro de Casale (29 m); no se animó a “vender” la falta Acosta cuando Pipo Molina ya lo había levantado dentro del área (31 m); un tiro de esquina cerrado de Casale obligó cortar con el puño a Bachanini cuando el peligro acechaba (34 m); el propio Bacha tapó quizás la pelota del partido cuando en un mano a mano le bloqueó el arco a Castillo con todo el cuerpo (42 m) mientras Richard Brusa se relamía reclamando el pase-gol; y en la última (45 m) llegaría la igualdad: Acosta le tiró una gambeta larga a Iván Moyano que no lo quiso tocar, perfiló el cuerpo y con cara interna cruzó el remate para anotar una enorme y anímica definición (1-1).
En el complemento Gastón Moyano probó desde fuera del área con un derechazo que salió desviado (18 m) y el arquero Pons le tapó un fuerte disparo al ingresado Pratti tras una apilada por la derecha. El ingreso del conductor fue determinante para que Universitario no renunciara la búsqueda de la victoria. Pero cuando los académicos más empujaban, un rayo de luz… Castillo se llevó puesto a Pierantoni, llegó al fondo, esperó el anticipo de su compañero y golpazo: 2-1. Casale se adelantó entre los marcadores y con toque certero mandó al fondo las buenas intenciones de Alto Alegre a los 28 m.
Había que aguantar. El buen partido que venía haciendo Unión Social dependía de sí mismo, aunque Universitario jamás bajó los brazos y buscó la victoria cuando un empate tampoco estaba mal… El Chino Moyano se comió un gol increíble en la puerta del área chica (38 m) cabeceando muy desviado ante la falla de Salvatori, y luego de una magistral asistencia de Pratti… Pudo liquidar Richard Brusa, pero Bachanini tapó la segunda mejor del partido, también decisiva (39 m).
Capítulo final. Minuto 41: Barengo, uno de los futbolistas que mejor cuida el balón, aguantó y abrió perfecto para Pratti, éste con mucha técnica envió un centro envenenado que tres jugadores no pudieron descifrar. La pelota pasó milagrosamente entre la falla compartida del arquero y los centrales y encontró al Chino Moyano, que de palomita se zambulló al heroico gol.
El juez decidió jugar cinco minutos más al tiempo reglamentario, y en el último… la historia acabaría… por un “Pelo”. Braian Sanabria ya estaba en cancha desde los 29 m y fue el protagonista del cierre. Sector izquierdo, corrían 49.36 m: adelantó el balón y sacó un fortísimo remate dirigido al arco… no conectó nadie para empujarla, durmieron todos en el despeje… y la red se infló: 3-2.
Frustración de Unión Social, a medias… porque qué podía perder, pero nunca pensó que estaría tan cerca de vencer y jugando al fútbol… Triunfó la Uni, en un partido increíble. No le sobró nada, pero ganó, por un “Pelo”…
El árbitro: Richard Moyano: Bien dejó pasar la mano dentro del área de Picotti en el primer tiempo (29 m) porque no hubo intención, pero falló con otra similar del “pelado” en el complemento. Sí pareció penal de Molina a Acosta (31 m) aunque lo salvó el “10” que ni siquiera discutió. Adicionó cinco cuestionables minutos y en el último llegó el gol del triunfo de Universitario. Tarde complicada para el juez. En cinco fechas dirigió tres veces a Universitario.
La figura: Natanael Casale: Llevó a Unión Social a construir una soñada victoria con fútbol. En su zurda se gestaron los dos goles y las mejores intenciones en el arco rival. Sin dudas fue el mejor de su equipo y es una pieza fundamental del esquema. En la Uni, Bachanini fue determinante con sus tapadas en momentos claves del encuentro.
