Se trata de la cuarta alza desde diciembre, totalizando una suba acumulada del 29% desde ese mes hasta la actualidad. En las estaciones de servicio aseguran que la medida influye en los niveles de venta.  En otros rubros deben reajustar sus tarifas para no perder rentabilidad

El domingo fue el Día del Trabajador, pero para varios no fue una celebración, sino la desazón de encontrarse con un nuevo aumento, entre otros rubros, en el precio de los combustibles.

Desde ese día la nafta y el gasoil se venden un 10% más caros, gracias al cuarto aumento que sufrió el rubro desde la asunción del presidente Mauricio Macri en el mes de diciembre.

Con el último aumento, así quedaron las tarifas por litro de combustible en algunas de las petroleras que tienen bocas de expendio en la ciudad:

YPF: súper $19,33, infinia $21,32, diésel $16,73 y euro diésel $19,53.

Shell: súper $20,61, nafta premium $22,62, fórmula diésel $17,81 y diésel premium $20,84.

Petrobras – Oil: súper $19,79, nafta premium $21,91, diésel $17,25 y eurodiésel $20,10.

Un 29% en cuatro meses

Desde diciembre hasta la actualidad los combustibles aumentaron un 29%, un hecho que no pasa desapercibido tanto para los expendedores como para los consumidores y hasta de quienes dependen del combustible para poder realizar sus diferentes tareas laborales.

Al respecto, Gabriel Ressio, representante de la firma GNC Villa María (Petrobras – Oil), nos comentó que “como sucede habitualmente después de cada aumento, luego del incremento del domingo los niveles de venta han descendido notablemente”.

“Los días viernes y sábado la gente llenó los tanques de sus vehículos o cargó la cantidad que pudo, por lo que ayer y el domingo el movimiento en nuestras estaciones de servicio fue muy por debajo de lo habitual”, amplió.

También analizó que “sin dudas los clientes van buscando alternativas para contrarrestar los efectos de cada aumento, algunos optan por cargar menos, otros por utilizar menos sus vehículos”.

“Cada aumento influye en la rentabilidad de las empresas expendedoras de combustible. Como cualquier comercio normal, hay que hacer malabarismos para que el negocio siga siendo rentable”, manifestó.

Para finalizar señaló: “Tenemos que esperar que de a poco se vaya reacomodando el mercado y tratar de recuperar clientes para no sentir tanto el impacto de un nuevo aumento. Si los combustibles siguen aumentando a este ritmo, el de las naftas dejará de ser un rubro rentable”.

“No sé qué políticas tomará este Gobierno con respecto a las variables de ajuste. Así como antes los números eran algo dibujados, ahora de golpe se quieren normalizar todos los valores y eso tampoco es fácil”, dijo.

“Los clientes se quejan”

Por su parte, Eduardo Retegui, empleado de la firma López y Pizzorno (Shell), indicó que “lamentablemente los niveles de ventas han disminuido un poco luego del último aumento, pero habitualmente eso sucede durante los primeros días después de la variación de precios y luego la gente se termina acostumbrando”.

“Los clientes se quejan cuando llegan al surtidor y ven las nuevas tarifas de los combustibles. Obviamente no están conformes con la inflación que existe”, expresó y comentó que, para contrarrestar los aumentos, “algunos optan por empezar a cargar combustibles de menor calidad, con respecto a los que venían consumiendo, y otros eligen gastar menos plata cada vez que vienen a las estación de servicio”.

“Estamos trabajando a pérdida”

En otro rubro, Adriana Calvi, secretaria de la Cámara de Taxis de Villa María, manifestó: “Obviamente este nuevo aumento en los combustibles ha repercutido negativamente en nuestra actividad. Estamos trabajando a pérdida”.

“Cada vez estamos ganando menos. Para mantener y cambiar un auto hay que guardar una parte del dinero que se gana cada día, pero con estos constantes aumentos nos estamos gastando todo”, lamentó.

Clientes disconformes

Por otro lado dialogamos con Matías Lazos, comisionista de la ciudad, quien analizó que “tanto como a los demás rubros, este nuevo aumento en el precio de los combustibles nos afecta, a diferencia que en nuestra actividad podemos solventar ese incremento en las tarifas que les cobramos a los clientes por nuestros servicios”.

“Al ver los aumentos, a veces la gente nos hace cara de pocos amigos, pero después terminan entendiendo perfectamente que debemos aumentar nuestros precios debido a la variación que tuvieron los combustibles”, aclaró.

También señaló que “eso tampoco quiere decir que cada vez que sube el combustible aplicamos un aumento en nuestra tarifa. En enero tocamos los precios por última vez y, para los clientes fijos, para que no sea tan brusco el cambio, la vamos a actualizar nuevamente el mes que viene. Para los clientes ocasionales ya estamos trabajando con una tarifa actualizada después del último aumento”.

“Desde enero al día de hoy nuestra tarifa ha aumentado aproximadamente un 30%, pero cabe señalar que los precios varían bastante de acuerdo al tipo de servicio que se preste y a la distancia a recorrer”, informó.

“Por suerte no aumentamos”

Finalmente, Emiliano de la cadetería Ameghino nos dijo que “en diciembre del año pasado aumentamos la tarifa mínima de 18 pesos a 20 pesos y, por suerte, todavía no nos hizo falta volver a aumentarla”.

“Inclusive en el último tiempo nuestro trabajo ha aumentado bastante y luego de este incremento reciente en el precio de la nafta vamos a analizar cómo repercute en nuestra actividad, pero por ahora trataremos de seguir trabajando con los mismos precios”, aseguró y finalizó señalando que “normalmente nuestra tarifa mínima equivale a un litro de nafta súper y afortunadamente hasta ahora no hemos tenido que variar nuestras tarifas”.