Los trabajadores acudieron a las autoridades municipales para que interceda ante el Gobierno. Sostienen que la firma habría sido notificada anteriormente para ajustarse a las normas vigentes
Una comisión de empleados afectados por los cierres de los establecimientos I y II de la firma Enrique Jonneret e hijos SA, se reunieron con el intendente Carlos Briner, secretarios y directores municipales, a fin de hacerles conocer su preocupación y pedido de mediación.
El encuentro se produjo en la mañana del lunes, luego de las medidas dispuestas, según Resoluciones 301 y 302 de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático del Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos del Gobierno de Córdoba.
Al término del encuentro, el director de Bromatología y Saneamiento, Ernesto Borrageros, explicó que el miércoles 19 de julio se recibió la notificación de la Provincia sobre lo resuelto en estos dos criaderos de cerdos, ordenándose el cese definitivo de toda actividad en ambos establecimientos.
En ese sentido, indicó que “la Municipalidad no es un organismo de aplicación de este tipo de leyes, por lo que la Provincia es la que resuelve las cuestiones relacionadas con el mencionado caso, aunque por una razón de protocolo se comunica al municipio”.
No sería definitivo
El funcionario bellvillense sostuvo asimismo que, ante la preocupación que despertó la decisión, se reunieron “con los propietarios de la empresa” y en la misma mañana del lunes se pusieron “en contacto con Ambiente de la Provincia para conocer las explicaciones del procedimiento”. “La empresa se tiene que presentar en la citada dependencia provincial para dar cumplimiento a esta disposición que, en una primera instancia, no significa un cierre definitivo como clausura total, sino una instancia más para que se den cumplimiento a las normas medioambientales que están vigentes en el orden provincial”, dijo Borrageros.
Seguidamente, el responsable de Bromatología de la Municipalidad aclaró, ante una consulta periodística: “El municipio tiene poder de Policía en todo el ejido municipal, sobre cualquier actividad que haya. Pero en este caso en particular, donde por Ley se rige por Ambiente de la Provincia, no tiene facultades para disponer una clausura, no lo puede hacer”.
Indicó que en abril del presente año estuvieron participando de una reunión los directivos de la empresa y funcionarios de Ambiente de la Provincia y Bromatología de la Municipalidad, en donde se logró un acuerdo para solucionar la cuestión. “Evidentemente no se dio cumplimiento a ello, determinándose la drástica resolución de la dependencia cordobesa”, añadió.
El funcionario dijo que “como se acordó con los delegados del grupo de trabajadores” de los dos establecimientos, “la Municipalidad acompañará a la empresa en todo lo que sea necesario para que se den cumplimiento a todas las normas ambientales vigentes. Es de esperar que de parte de los directivos de la firma esté la voluntad de poder cumplir con las exigencias requeridas”.
Comentó además que “no caben dudas que la empresa fue notificada en reiteradas oportunidades y tendrá sus motivos para dar cumplimiento o no de lo que se le exige” y pidió que la inquietud sea trasladada a los directivos de la firma y a Ambiente de la Provincia.
Ajustándose
Por su parte, los empleados, según lo expresado a los medios, se retiraron conformes de la reunión con Briner y demás funcionarios municipales, indicando que “al municipio le interesa que la empresa siga trabajando, aunque ajustándose a las normativas provinciales establecidas en la legislación vigente”.