Consultar con un médico antes de viajar teniendo en cuenta las características del destino, colocarse las vacunas correspondientes, llevar un botiquín y sacar un servicio médico de asistencia al viajero son algunos de los principales consejos de los especialistas a la hora de encarar unas vacaciones, para poder prevenir o responder con rapidez ante eventualidades de la salud
«La principal recomendación es, por lo menos con un mes de anticipación, realizar una consulta con un especialista en Medicina del Viajero. El indicará las vacunas apropiadas para cada destino y brindará recomendaciones útiles para prevenir enfermedades frecuentes en los viajes”, indicó a Télam Virginia Verdaguer Babic, médica del Servicio de Infectología Infantil del Hospital Universitario Austral de Buenos Aires.
La especialista señaló además que «si el viaje es superior a tres meses, se recomienda también hacer una consulta odontológica previa».
«Si se toman medicamentos, hay que asegurarse de contar con la cantidad necesaria para el tiempo del viaje, considerando también la posibilidad de que éste se extienda por algún imprevisto», sostuvo.
Y añadió que «para poder llevarlos sin inconvenientes hay que transportarlos en su envase original, en el bolso de mano y con una prescripción médica donde consten tanto los nombres genéricos como las marcas».
En el mismo sentido, Alberto Ferreres, médico cirujano y miembro de la Asociación Argentina de Cirugía, remarcó la importancia de la planificación: «Es distinto planear una estadía en una ciudad importante de Europa, con la infraestructura y los servicios totalmente desarrollados, a un periodo vacacional que incluya ‘trekking’ en zonas remotas o lejos de centros urbanos».
«Si la persona cuenta con antecedentes quirúrgicos de relevancia y frente a un viaje prolongado, es más que recomendable interactuar con el médico cirujano de cabecera, quien puede efectuar recomendaciones previas frente a cualquier circunstancia inesperada, así como brindar pautas de alarma», recomendó.
Y añadió: «El hecho de saber que uno tiene patologías eventualmente quirúrgicas no resueltas y comunicárselo a su médico de cabecera antes de viajar también es de ayuda. Por ejemplo, una persona que sabe que es portador de litiasis vesicular (piedras en la vesícula)».
La diarrea del viajero y las enfermedades trasmitidas por mosquitos son algunos de los motivos de consulta más frecuentes en vacaciones.
«La prevención se basa fundamentalmente en consumir sólo agua y alimentos seguros y en la higiene frecuente de manos.
Durante la consulta previaje, su médico podrá indicarle algunas medidas para potabilizar el agua y la medicación para el autotratamiento frente a cuadros de diarrea», sostuvo Verdaguer Babic.
En cuanto a las picaduras de insectos, la especialista destacó que «es importante el uso adecuado de los repelentes y, de ser necesario, cumplir las medidas para evitar la malaria».
«Es fundamental la consulta médica ante un cuadro febril y si al regresar del viaje la persona no se siente bien o tiene fiebre, lesiones cutáneas, diarrea o síntomas respiratorios, también debe consultar inmediatamente indicando el itinerario del viaje realizado», afirmó.
Otro escenario puede ser la aparición de una emergencia quirúrgica: «El primer punto será definir y conocer la situación de emergencia. Muchos hoteles suelen contar con servicio médico de urgencia y podría ser dicho profesional quien efectúe una primera aproximación al caso», sostuvo Ferreres.
«También es recomendable comunicarse con el servicio médico contratado y seguir los pasos estipulados, ya que pueden brindar algún asesoramiento adicional», indicó.
«No es lo mismo una fractura de algún miembro, un infarto agudo de miocardio con requerimiento inmediato de angioplastia con balón o una colecistitis aguda. En el primer caso, la solución inmediata puede consistir en la inmovilización con yeso o bota y el eventual traslado para el tratamiento definitivo en el país, en el otro se impone el tratamiento quirúrgico con la consiguiente internación posoperatoria», continuó.
Finalmente, contar con un buen botiquín puede ser de utilidad ante una emergencia: «Algodón, gasa esterilizada, cinta hipoalergénica impermeable, alcohol, antiséptico, bandas adhesivas, crema para quemaduras de sol, kit para alergias por picaduras de mosquitos (con prescripción médica), tijeras o pinzas, venda elástica y guantes de látex son algunos de los elementos que no deberían faltar”, indicó Verdaguer Babic.
La especialista también recomendó llevar recipiente para preparar agua potable, repelente para insectos, termómetro, toallas desinfectantes, protector solar y protector de labios y tabletas potabilizadoras de agua o filtros.
«En relación a la medicación, es conveniente consultar con el médico para que le recomiende medicamentos para trastornos por la altura, antiácidos, antihistamínicos, antialérgicos, antimaláricos, descongestivos, antidiarreicos, antitérmicos, laxantes, analgésicos», concluyó.