En el Concejo Deliberante
La edil Giselle Machicado propuso que a través de una ordenanza se indique a los establecimientos gastronómicos locales pongan a disposición los productos que solicitaron y no llegaron a consumir. También sugiere que la comida puede ser remitida a espacios benéficos
La concejala del Frente Cívico (FC), Gisele Machicado, integrante del Bloque Juntos por Villa María, presento el viernes último en el Concejo Deliberante villamariense, un proyecto de ordenanza que tiene como finalidad establecer que los establecimientos gastronómicos habilitados en la ciudad de Villa María, tales como bares, restaurantes, confiterías y pizzerías, pongan a disposición de cada cliente los alimentos que no hayan sido consumidos por éstos en el local.
A través de la iniciativa también se invita a suscribir un convenio, invitando a los establecimientos gastronómicos a que provean de aquellos alimentos no consumidos y que serán desechados a comedores, merenderos y/o hogares de día que tienen como función asistir a niños y adultos de manera altruista.
“Con este proyecto se desea promover de una manera consciente la reducción del desperdicio de comida, fomentando por un lado que el vecino pueda llevarse comida que no consumió y por el otro invitando a los establecimientos gastronómicos a que entregan los alimentos no consumidos y que serán desechables, a los comedores, merenderos y hogares de día existentes en la ciudad”, se expresó como fundamento de la propuesta.
Concientización
Según recordó la autora del proyecto, “el sistema de llevar el cliente la comida no consumida es utilizado en varios países como Estados Unidos y Europa con el nombre de doggy bag”.
“La finalidad de esta práctica es concientizarnos que podemos llevarnos lo que uno no come, ya sea para consumo propio o para darle a alguien que necesite, así se podría evitar el desperdicio, teniendo un impacto en la generación de residuos de la ciudad”, sostuvo Machicado.
Se dice que un tercio de los alimentos producidos en el planeta se desperdician.
Durante 2016 en Argentina, se desecharon 9.500 toneladas de comida equivalente a $2.380.000.
“Analizando estos números y teniendo en cuenta la necesidad de alimentos que existe en muchos hogares de nuestro país, nos encontramos en la necesidad de comenzar desde nuestra ciudad a modificar esta realidad”, concluyó la edil del FC.