Rafael Sachetto reconoció que los limitadores de altura que supieron colocarse en la gestión pasada para controlar el paso de camiones no dieron resultados. “Tenemos que mejorar la señalética”, apuntó
Hace exactamente un año, el actual concejal y, por entonces, exsecretario de Prevención Comunitaria y Derechos Humanos de la Municipalidad de Villa María, Carlos De Falco, anunciaba a este medio que se iban a colocar 13 limitadores de altura a lo largo de la Porfirio Seppey para evitar el paso de los camiones por esa arteria.
Concretamente, sólo se pusieron dos gálibos que fueron ubicados sobre la rotonda que se emplazó en la esquina de la exruta pesada y Sarmiento pero que actualmente no están.
Ahora, el secretario de Gobierno y Vínculos Comunitarios, Rafael Sachetto, reconoció que “la colocación de gálibos no es algo que esté en agenda en el mediano plazo porque no han dado los resultados que se pretendían”.
“Ese fue un muy buen intento que se había definido para limitar el paso de camiones”, consideró, pero recordó que “esos limitadores sufrieron muchísimos inconvenientes porque fueron destruidos sistemáticamente a tal punto que ya en la gestión pasada se sacaron y no se volvieron a colocar”.
Sachetto consideró que “los gálibos, conceptualmente, y lo mismo que pasa con los reductores de velocidad, me parece que son dispositivos que no debieran existir en la vía pública porque demoran, retrasan y entorpecen la fluidez del tránsito”. Estas declaraciones no son un dato menor, teniendo en cuenta la cantidad de reductores que hay colocados en las calles de la ciudad y que, en su momento, fueron motivos de quejas de los conductores.
Teniendo en cuenta que el paso de los camiones por la ciudad continúa, el funcionario explicó que “nosotros tenemos que trabajar sobre la educación de los conductores y sobre todo mejorar la señalética, los carteles que indiquen por dónde puede ir el tránsito pesado, que es un proceso en el cual estamos trabajando fuertemente”.
En ese sentido, confirmó que “estamos avanzando en el diseño de algunas estrategias que tienen que ver con la información, la señalética en el lugar y con los controles del tránsito”.
“Estamos haciendo controles, ya hay uno sobre balance en autopista que hace que muchos camiones que vienen en infracción traten de evitarla y utilizan desvíos que vienen por La Negrita, o toman algún otro desvío que los hace ingresar al barrio Las Playas o Industrial”, puntualizó Sachetto.
El titular de Gobierno y Vínculos Comunitarios explicó que, como ya se ha realizado en algunas ocasiones, se está tratando de articular acciones conjuntas con Gendarmería, Policía de Tránsito municipal y Policía de la Provincia “para que se limite cada vez más y podamos disminuir el flujo de camiones en lugares donde generan inconvenientes”.
Esperando la circunvalación
Más allá de las acciones que se lleven a cabo desde el municipio para controlar el tránsito pesado por la ciudad, Sachetto remarcó que están “a la espera, con muchas ansias, de que la obra de circunvalación sea una realidad”.
“Va a ser la obra que resuelva definitivamente el paso y el ingreso de los vehículos de gran porte al interior de la ciudad. Hoy, los vehículos de gran porte necesitan ingresar y atravesar la ciudad porque no tienen otro paso en determinadas situaciones”, subrayó.
El funcionario aseguró que “el intendente está reforzando todas las gestiones que ya se venían haciendo para que la obra se concrete” y reconoció que “viene proyectada hace ya varios años”.
De todas formas, “mientras se espera esa obra, tenemos que ir trabajando con los controles, la señalética, porque a pesar de que hay algunas aún así siguen entrando, estamos tratando de acompañar el proceso para que sean cada vez menos los camiones pero sobre todo estamos haciendo muchos esfuerzos para que la obra de circunvalación se concrete en la ciudad”.