Escribe Valeria Montenegro INTI Comunicación
Especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) desarrollaron una nueva metodología para detectar sustancias cancerígenas en papeles en contacto con alimentos y la transfirieron a los países del Mercosur. El instituto es el único laboratorio oficial que controla ese tipo de materiales celulósicos en envoltorios.
Los fabricantes de envoltorios de papel deben someter sus productos a ensayos de migración en el INTI, para conocer si cumplen con la reglamentación y si se desplazan sustancias desde el envase al alimento.
Todo buen envase debe evitar la migración de algunos de sus componentes al alimento. Por ese motivo, los materiales que envuelven los alimentos deben pasar en forma obligatoria por una serie de controles que tienen por fin garantizar a los consumidores su inocuidad.
Con el objetivo de aportar a ese análisis, especialistas del INTI desarrollaron nuevas técnicas para evaluar los envoltorios de celulosa -que es la materia prima más utilizada en la comercialización de comida- y las transfirieron a los países que integran el Mercosur.
“La Resolución 42/15 del Mercosur sumó una nueva sustancia a la lista de materiales con riesgo cancerígeno: la antraquinona. Desarrollamos una metodología que no existía en la región a fin de detectar su presencia en envoltorios de papel”, explica Fabián Delorenzi, del Centro de Celulosa y Papel del INTI.
La nueva metodología consiste en hacer una extracción en cloroformo (líquido incoloro, derivado del metano) sobre la muestra de papel mediante un equipo Soxhlet. Luego se determina el contenido de antraquinona en el extracto por cromatografía líquida.
En el caso de materiales no reciclados, los fabricantes deben presentar una declaración jurada con los aditivos que aplicaron para la producción del papel. “Hacemos un ensayo de migración global para saber todo lo que puede llegar a trasladarse del envase al alimento -establecido por la reglamentación Mercosur- y otro específico para medir algún contenido particular”, detalla Delorenzi, responsable del Laboratorio Químico y de Procesos.
Para los papeles realizados con celulosa reciclada, se suman otros ensayos porque el material es más complejo. Se evalúa no sólo la migración específica de metales pesados, sino también si contienen tintas, si se transfiere materia prima al alimento o algún componente de las mismas y se buscan elementos potencialmente cancerígenos.
Con el desglose de los componentes, los técnicos solicitan un detalle del tipo de producto que se va a transportar, el tiempo, la temperatura, y realizan una simulación del contacto. Si el papel reciclado va a acompañar un alimento acuoso-graso, como puede ser una pizza, suman análisis de otros compuestos incluidos en la última reglamentación Mercosur (como ftalatos).
Estos estudios son de carácter obligatorio y son certificados por el Instituto Nacional de Alimentos (INAL) o el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en el caso de tratarse de productos cárnicos o vegetales.
Para los productores que desean exportar a Estados Unidos o a Europa, contar con estos informes es vital para cumplir con los requisitos exigidos en los países de destino.Este trabajo se suma a las acciones que impulsa el INTI, institución que este año celebra su 60º aniversario, desde la Comisión de Alimentos del Mercosur. “Si bien estos análisis son de carácter obligatorio, se está avanzando en la inclusión de esta información en el etiquetado, a fin que en un futuro próximo el usuario pueda conocer si el ensayo fue realizado”, anticipa Delorenzi.
Alimentos para combatir el frío sin aumentar de peso
Para hacerle frente a las bajas temperaturas es necesario abrigarse, pero también es importante alimentarse bien para mantener un peso corporal adecuado y aumentar las defensas del organismo, debido a que en el invierno los resfriados y la gripe son frecuentes.
Es común que en invierno se prefieran alimentos calientes, como guisos y sopas, cosas dulces y chocolates, antes que ensaladas y verduras.
¿Qué comer para combatir el frío sin engordar? La nutricionista Mariela Cardozo, en diálogo con Télam, dijo al respecto: “Los alimentos recomendados en invierno son los mismos que en las demás estaciones, o sea, debemos incluir todos los grupos”.
“Frutas y vegetales de estación, carnes magras -sin grasa-, pollo, pescados, cereales integrales, legumbres, lácteos descremados, huevos, frutas secas y semillas en cantidades necesarias”, enumeró.
La especialista explicó que, en cuanto a la alimentación, la única diferencia entre el invierno y las demás estaciones es que podemos modificar la manera de cocinar los alimentos “con el fin de crear preparaciones que nos brinden más sensación de saciedad (nos sentimos más “llenos”) como ser sopas caseras, cazuelas, guisos preparados con poco aceite, cortes magros de carnes o pollo, variedad de vegetales, budines, tortillas y suflé de vegetales light. No hay que utilizar manteca ni frituras ni queso rallado para su elaboración”.
Además podemos incluir infusiones: tés, tisanas, caldos caseros, mate, café y de vez en cuando si estamos antojados de un chocolate caliente podemos prepararlo con leche descremada y cacao amargo.
Cardozo dijo que “es conveniente consumir las bebidas y preparaciones calientes ya que nos proporcionan sensación de saciedad y nos ayudan a regular la temperatura corporal”. Y aclaró que no se recomienda el consumo habitual de sopas comerciales en ninguna de sus versiones, especialmente en personas con problemas de presión alta, ya que el contenido en sodio (sal) que poseen es elevadísimo.
Subiendo las defensas
El descenso de las temperaturas durante la época invernal genera las llamadas enfermedades estacionales, siendo las infecciones respiratorias (resfríos, sinusitis y bronquitis, entre otras) muy comunes, tanto en niños como en adultos, y la alimentación puede ser muy útil para mantenerlas controladas.
¿Qué comer para aumentar las defensas? Cardozo dijo al respecto: “La estructura de nuestras células de defensa o anticuerpos están formadas principalmente por proteínas por lo cual este grupo de alimentos no puede faltar en nuestro plan de alimentación”.
Las proteínas las podemos encontrar en carnes vacunas, pollos, pescados, cerdo, huevos, lácteos y en menor cantidad en legumbres, semillas y frutos secos.
La especialista agregó que también es fundamental el aporte de vitamina C diariamente, “ya que esta es una vitamina hidrosoluble, lo que significa que el cuerpo absorbe de lo que consumimos diariamente y al resto lo elimina por la orina. Esta vitamina participa entre otras cosas en la formación del colágeno, que es una proteína estructural que compone la piel, órgano principal que interviene como barrera de entrada a distintos microorganismos patógenos”.
En tanto, explicó que si el aporte de vitamina C es insuficiente, vamos a tener un colágeno defectuoso y esto nos hace más susceptibles a contraer enfermedades.
Los alimentos fuente de vitamina C son naranja, pomelo, limón, manzana, kiwi, morrón verde, brócoli, entre otros.
“Consumiendo una fruta cítrica por día estamos cubriendo las recomendaciones. En el caso de las personas fumadoras los requerimientos aumentan a casi el doble”, dijo Cardozo.
Para concluir, agregó que «también es conveniente incluir ajo y cebollas que contienen propiedades bactericidas. Cereales integrales que son ricos en ácido fólico y vitaminas del complejo B. Vegetales y frutas de color anaranjado por su aporte de betacarotenos que son muy importantes al actuar como antioxidantes».