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Proyecto contra los efluentes industriales

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Proyecto contra los efluentes industriales
Semanas atrás, desde la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana realizaron controles sobre efluentes que son arrojados al río

VILLA NUEVA – Desde la oposición

Buscan que se genere una ordenanza que obligue a las fábricas de alimentos a contar con tratamientos de efluentes apropiados, además de facultar al Ejecutivo a declarar la emergencia ambiental ante diversas ocasiones

Con la intención de generar una ordenanza que obligue a los establecimientos fabriles especializados en la producción de alimentos a contar con el tratamiento de efluentes industriales apropiado para su actividad, y que así no se genere contaminación ambiental, los concejales del bloque Juntos por Villa Nueva presentaron un proyecto en la última sesión que será analizado por sus pares.

Justina Pucci e Ignacio Tagni plantean que mediante esta legislación el Ejecutivo tenga la facultad de decretar la emergencia ambiental en los casos en que se compruebe la “contaminación de barrios y/o el río Ctalamochita, producida por un establecimiento industrial”; o si “existiere una denuncia por contaminación barrial ante la Municipalidad, por parte de una comisión vecinal, provocada por un establecimiento industrial u otro tipo de empresa”.

A su vez, de aprobarse la iniciativa, se busca que el Departamento Ejecutivo pueda instar “entre diferentes establecimientos fabriles para realizar el tratamiento de efluentes de forma conjunta, en los casos en los que existieren instalaciones apropiadas para ese fin”.

“El DEM podrá exigirles a distintas organizaciones e instituciones la colaboración conjunta, de acuerdo a sus normativas, en los casos en que el tratamiento de efluentes de un establecimiento fabril genere daños al medio ambiente, ya sea el aire, la tierra o el agua”, plantearon en el proyecto de ordenanza.

“Se consideran actividades degradantes o susceptibles de degradar el ambiente las que contaminan directa o indirectamente el suelo, agua, aire, flora, fauna, paisaje y otros componentes, tanto naturales como culturales del ecosistema; las que modifiquen los márgenes, cauces, caudales, régimen y comportamiento de las aguas superficiales y subterráneas y las que emitan directa o indirectamente ruido, calor, luz, radiación ionizante y otros residuos energéticos molestos o nocivos”, referenciaron.

En ese sentido, cabe recordar que existe una fábrica de alimentos sobre la Carranza que tuvo inconvenientes con vecinos por el ruido y olor que generaba. El municipio intervino, los frentistas cortaron la calle y así llegaron a ser invitados a la empresa para escuchar el compromiso de que se iban a llevar a cabo las obra necesarias para eliminar o apaciguar los inconvenientes.

“El Preámbulo de nuestra Carta Orgánica Municipal reza ‘preservar el medio ambiente para lograr una mejor calidad de vida y el artículo 26 dispone que es deber del Estado municipal resguardar el equilibrio ecológico, preservar el ambiente y mejorar la calidad de vida, además de garantizar la protección de los intereses difusos, ecológicos o de cualquier otra índole dentro de su ámbito y sin perjuicio del amparo judicial; propender a que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las generaciones futuras e intervenir en tareas propias, participando en el control del macro y micro ambiente’”, recordaron los ediles.