Ese es el resultado de los diagnósticos realizados en diferentes establecimientos de la región de Villa del Rosario, donde la UNVM tiene su carrera de veterinaria, según adelantó la coordinadora del Programa de Voluntariado Universitario Ovino Nacional, Julieta Agulló Paolucci.

“Este proyecto surge en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y lo estamos replicando desde la carrera de Veterinaria de la UNVM”, dijo Julieta, quien estudió la tecnicatura en Producción y Administración Rural en la de la Sociedad Rural. Aclaró que si bien se trabaja desde el ámbito académico, “está abierto a toda la comunidad que esté interesada en la temática, a diferencia de un proyecto de investigación que queda limitado a ciertos alumnos”.

Tomando aquella experiencia, “llevamos adelante este voluntariado que es una manera de devolver a la sociedad las oportunidades que la universidad nos brinda”. “Una tarea que realizamos es la capacitación y diagnóstico, en esquila, vacunación. En la zona de Villa del Rosario se trabaja sobre ejemplares que no se desparasitan como sería debido y vemos qué vector de enfermedades aparecen, como casos de las que transmiten las ovejas”, expresó.

La voluntaria explicó además que, en su interés personal por consumir carne de cordero, “costumbre patagónica” (es oriunda de Puerto Santa Cruz), “en el interés por el consumo de la carne de cordero, aparece este disparador para poder construir una oferta sin contras, y como futuros médicos veterinarios, es pensar en la salud de los animales y las personas, Por eso trabajamos con detectar la brucelosis. Por ahora, debemos decir que en unos 100 casos analizados, el registro es negativo. O sea que dimos con ovinos sanos”.

En la práctica, “por convenio con la Cámara de Productores de Ovinos de Córdoba (CAPOC), se visitan los establecimientos para realizar una encuesta para saber las condiciones, nosotros caravaneamos y sangreamos, y no dimos con casos positivos en este período, desde diciembre”.

Las herramientas con las que cuentan, es una “caja de campo y caravanas, que están contempladas en la partida presupuestaria”. “Diagramamos y planificamos la visita, vamos, diagnosticamos, procesamos los datos y luego brindamos una devolución al productor, más un análisis puntual y FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), que hacen a un informe bastante completo para el productor.