OPINION – Ensayo sobre los candidatos

Escribe Víctor Scocozza (*)

Qué bueno se hable políticamente tanto de 2019 en lo referido a la elección de nuevas autoridades que nos representen a los ciudadanos.

Me gustaría que el que fuera elegido, acepte dos términos muy conocidos y en los que no ampliaré: la democracia y la república.

También me gustaría que quien me represente, adhiera a mis cuatro desafíos que debe afrontar un político.

1- Naturaleza: que recuerde día a día sin olvidarse jamás que este planeta que nos alberga es nuestra casa, única casa y desde que el hombre habita la Tierra ha abusado de ella sin recordar que ella nos da la vida. Si ella se enferma, también enfermaremos nosotros y lo más grave, si ella muerte, también moriremos nosotros.

2- Progreso: que el ser humano merece cada día más adherir a los nuevos emprendimientos que nos permiten gozar más de las nuevas tecnologías, pero nunca olvidando que todo el progreso debe contemplar no solo el mejoramiento de nuestra calidad de vida en todos sus sentidos, sino también, no olvidar jamás el prójimo.

3- Conocimiento: es de vital trascendencia cada día que pasa conocer más y mejor los saberes del porvenir, siempre y cuando dichos conocimientos puedan preservar el bien común, caso contrario, conocerlos no son de utilidad.

4- Globalización: esta palabra nos resuena día a día. No es la globalización que leemos la que pretendo. No es esa que manejan desde el poder para sumirme a sus idearios y me hagan perder mi identidad; sino por el contrario, que me permitan redescubrir las opciones que tenemos como ciudad o región y poder potenciarnos a nivel nacional e internacional.

Ojalá el nuevo intendente de Villa María cumpla con mis ideas, solo así me sentiré representado, caso contrario, sumisamente cumpliré mi deber de ciudadano, seguiré sometido a políticos ineptos, incapaces de ver la realidad y creídos en que sus ideas son las únicas que existen. Persistiré así, luego de casi 20 años de imposibilidad de participación por no estar identificado con las ideas de los representantes, devenidas del autoritarismo, del populismo, de la demagogia y hasta del propio nihilismo.

Un gobierno abierto exige participación, colaboración y transparencia, lejos estamos con el gobierno anterior y con el actual de ser un gobierno abierto, solo marketing político de la nueva democracia.

No me olvido que deseo que, quien me represente, sea una persona honesta, con trayectoria en esta comunidad y que practique la ética de la manera más cercana a la política. Todos sabemos que ambas no se llevan de la mano, pero mientras más se busquen, más cerca estarán una de la otra.

Espero este ensayo sea disparador de muchas nuevas ideas del pensar.

(*) Médico villamariense