Inicio Suplementos El Diario Político “Queremos que el Gobierno llegue a su término, pero que no nos deje un terrible desastre”

“Queremos que el Gobierno llegue a su término, pero que no nos deje un terrible desastre”

0
“Queremos que el Gobierno llegue a su término, pero que no nos deje un terrible desastre”

Edgardo Luis Garmendia

Nació en Villa María el 21 de agosto de 1971. Se crió en Villa Nueva, su lugar de residencia. Casado, tres hijos. Siendo un joven se interesó por defender los derechos de los trabajadores y encontró su vocación en el terreno sindical. A fines de los 90, ingresó a cumplir labores en una empresa de transporte y fue el camino para participar activamente en su gremio. Es secretario general de la CGT Villa María y delegado regional de AOITA. En 2015 llegó a una banca en el cuerpo legislativo villanovense con la boleta de Villa Nueva para la Victoria encabezada por el intendente Natalio Graglia. Actualmente, es el presidente del Concejo Deliberante

 

Escribe: Nancy Musa
DE NUESTRA REDACCION

Siendo un niño se encontró con el pico y la pala cavando zanjas junto a su abuelo. El trabajo fue parte sustancial de su vida desde la infancia, en algún momento soñó con ser campeón del mundo de boxeo, pero la realidad lo llevó a pelear batallas fuera de un cuadrilátero y sin tirar la toalla.

Rebelde, combativo, sin rodeos. Focalizado en la defensa de los obreros, va al frente con algunos juegos de cintura para eludir los golpes. Edgardo Garmendia es firme en sus convicciones y sueña con seguir aportando lo mejor de sí para lograr que todos tengan las mismas oportunidades.

 

-Tras la movilización sindical realizada en Córdoba, ¿qué decisiones tomaron?

-Yo no pude ir porque estuve enfermo, pero tuvimos la representación de nuestra regional como debe ser, porque fuimos los artífices de esta movida, siempre hemos estado reclamando y solicitando la manifestación y sobre todo la participación tanto en la CGT regional como en la CGT nacional.

De hecho, en el documento que se confeccionó, fue propuesto por nuestra CGT el pedido de un plenario general de regionales y llevado a un comité central confederal en donde seguramente va a haber definiciones y se va a proponer la renovación de la conducción general de la CGT.

 

-Si tuviera que analizar el comportamiento que tuvo la CGT nacional frente a los reclamos de los trabajadores ¿cómo lo definiría?

-Creo que ha sido demasiado pasiva la reacción de la CGT. Siempre lo hemos dicho, hemos solicitado medidas de acción directa y llegado a cierta instancia creo que hay darle respuestas a la gente con una movilización y un paro. Nosotros a lo que apostamos es a un programa como el que supo confeccionarse en La Falda y Huerta Grande, seguido de un plan de lucha.

Porque un paro aislado cada tres o cuatro meses no tiene ningún sentido. Al último paro propuesto por la CGT lo criticamos. Fue un día lunes y en realidad creo que el Gobierno lo tomó como un feriado más.

 

-¿Quieren generar un mayor impacto?

-Sí, debemos tener un plan de lucha si queremos llamar la atención del Gobierno para decirle que no estamos de acuerdo con estas políticas, que un gran porcentaje de la sociedad está necesitando un cambio de rumbo. Hoy vemos que benefician a unos pocos, que son los amigos del Gobierno, pero le dan maltrato y perjudican a un gran sector de la población que son los más débiles. Hablamos de los trabajadores, de los jubilados, los trabajadores que viven de changas, que hoy se ven resentidos porque la gente empieza a eliminar gastos y lo primero que se eliminan son las changas.

 

-¿Qué nivel de temperatura observa hoy en las bases, no en los dirigentes, sino en los trabajadores?

-Creo que hay sectores a los que en este momento le está llegando la situación real y eso va a ser un despertar para la totalidad de los sectores. Nosotros vemos que desde el interior, del interior del país, es donde se está empezando a cocinar la cosa.

Creemos que la construcción debe venir de abajo hacia arriba, muchas veces hacemos hincapié en eso porque pensamos que desde las bases se llega a mover a las cabezas. Como decía Perón “con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”.

Ojalá que ese momento llegue y podamos torcer el rumbo de la economía del país.

 

-¿Por qué considera que se debe torcer el rumbo?

-Porque este Gobierno lo que está haciendo es seguir adelante con su plan estratégico que no ha tirado ni un solo beneficio para los sectores más carenciados.

Solamente ha beneficiado a los grandes poderes corporativos y vemos que las estrategias que tienen no son para torcer el rumbo y decir vamos a generar la industrialización nacional, vamos a regular las importaciones. No vemos eso, sigue todo igual y el perjuicio va a ser más grande para estos sectores.

Queremos que el Gobierno llegue a su término, pero que no nos deje un terrible desastre en la economía y sobre todo con la gente que hoy está sin comer.

Hay gente que hoy no está comiendo, que no tiene el plato de comida diario.

 

-¿Cuándo comenzaron a notar que la crisis pegaba con fuerza en el bolsillo del trabajador?

-Nosotros lo dijimos en la campaña, cuando se debatía entre las dos opciones. Hemos sido crítico del Gobierno anterior, hemos salido a la calle, nos hemos manifestado, hemos hecho paro por el impuesto a las ganancias, pero veíamos que los modelos de país no se asimilaban uno con otro.

Y entre el mal mayor y el menor, priorizábamos el menor. Y sabíamos lo que este Gobierno de derecha venía a hacer, la historia lo dice, la historia marcó a través del tiempo cuáles son las recetas que aplican estos gobiernos, las mismas que ya se aplicaron en otras oportunidades.

Y también tenemos las consecuencias que han dejado los acuerdos con el Fondo Monetario, nos deja una deuda que en su momento decíamos a cien años, pero creo que con estas negociaciones nos han embargado muchos años más.

Y de eso se trata, nos preguntamos cuánto nos lleva recuperarnos de un desfasaje de estas características. Al Gobierno anterior le llevó doce años y faltaron muchas cosas de concluir, pero estábamos en un camino, el de la igualdad, el de la inclusión, el de la oportunidad.

 

-El sindicalismo está siendo muy atacado últimamente, existen denuncias de corrupción, les llaman mafias ¿usted qué piensa sobre estas acusaciones?

-Creo que hay gente buena y gente mala en todos los ámbitos y en todos los sectores. Por ahí veo que muchos se espantan cuando vemos actos de corrupción, pero es tan corrupto el que recibe la dádiva como el que la ofrece.

Pero pareciera que el que la ofrece siempre queda limpio o es la víctima. Pienso que deben existir actos de corrupción en todos los ámbitos, pero no todo el mundo es malo. Creo que hay que separar la paja del trigo y ver bien quiénes son los que conducen. El movimiento sindical argentino es uno de los más respetados a nivel mundial, creo que la organización que tiene no se puede perder y este Gobierno apunta a eso.

Apunta a descentralizar, a dividir.

 

-¿El plan económico que se está implementando, para usted es premeditado o fruto de los errores?

-Creo que vinieron con un plan bastante aceitado y en eso el pueblo argentino ha sido estafado. Si volvemos a escuchar algunas propuestas de campaña, nos damos cuenta que mintieron.

En primera instancia, Macri anunció algunas de estas características, pero después las desmintió en el debate que tuvo con Scioli. Pienso que un gran sector de los votantes de este Gobierno ha sido engañado electoralmente.

 

-¿La reforma laboral tiene posibilidades de prosperar?

-Creo que el movimiento sindical argentino va a salir a la calle y no va a dejar que se convierta en ley. Pero no te puedo decir que no está siendo aplicada. Hoy, con la situación económica que estamos viviendo, quizás la misma crisis lleva a la especulación de muchos. Hay reducciones horarias, hay empleados a los que los hacen renunciar para acceder al monotributo, hay varios sectores castigados que por temor al despido renuncian a la formalidad.

La gente, frente a esta situación, opta por no quedarse sin trabajo.

 

-¿En su gremio AOITA hubo despidos o están piloteando la situación?

-Tenemos cierta estabilidad laboral, a no ser por algunos conflictos que tenemos con dos o tres empresas que están en situaciones bastante serias. En lo general, se está cobrando en tiempo y forma, no hemos tenido despidos masivos, pero hay algunas empresas que han manifestado su gran preocupación por el tema de los subsidios.

 

-Si tuviera que decir en qué punto de la situación del país nos encontramos hoy comparado con otros tiempos, ¿estamos repitiendo alguna historia similar?

-Sí, creo que estamos cerca de los 90, me parece. Lo que pasa es que en otros años, veíamos venir la crisis. Pero hoy, esta corrida cambiaria del dólar que se ha disparado en pocos meses, con una devaluación de más del ciento por ciento, ha traído graves consecuencias, sobre todo a las Pymes que son las grandes generadoras del empleo formal. Hoy están siendo castigadas con los tarifazos, hay empresas que no pueden pagar los servicios y se ven obligadas a despedir gente. Eso es terrible, no es fácil encontrar otro trabajo en este momento.

 

-¿Cómo empezó su carrera en el mundo sindical?

-Yo empecé a trabajar a los 13 años en una farmacia céntrica, la dueña era bastante jodida y me tenía en jaque todos los días, había mucho maltrato laboral, ahí trabajé hasta los 17 años y durante cuatro años fui hostigado bastante. Creo que eso fue el inicio de mi interés por la justicia, por los derechos de los trabajadores.

Después hice muchos trabajos, estuve en una droguería, fui remisero, peón de albañil, trabajé en boliches hasta que llegué al transporte.

En el transporte también sufrimos hostigamiento laboral, quita de derechos, hasta que hubo una época en que hizo el traspaso de una empresa y empezamos a tomar la conducción de los compañeros o ponerse al frente por ser el más caradura (risas).

En el traspaso, fui despedido por defender a un compañero que había sido echado injustamente, hasta que la Justicia resolvió que fuera reincorporado.

 

-¿Y a su regreso fue delegado?

-Volví y fue una situación complicada porque los compañeros querían que me presentara como delegado, pero tenía la contraparte de todas las dificultades que había pasado cuando me despidieron. Es muy traumático un despido, sobre todo cuando sucede cerca de las fiestas de Navidad, se agrava por la situación emotiva, y no conseguir trabajo, no tener estabilidad, rebotar de un lado para otro.

Bueno, lo consulté con mi señora que me dio todo el apoyo, yo quería ser delegado, si no lo era sabía que no iba ser fácil callarme la boca ante las injusticias (risas) y ahí arrancamos siendo delegado oficialmente.

Y creo que fue muy productivo, porque llegamos a consensuar con el dueño de la empresa que él tuviera su rédito y los trabajadores tuvieran lo que les corresponde. Y aún más, porque logramos varios beneficios que no estaban en el convenio colectivo.

Logramos el refrigerio, el calzado, un buen diagrama de trabajo, eso trajo una gran satisfacción a los compañeros.

 

-¿Esa personalidad combativa, la trae desde niño?

-(Risas) La verdad que sí. Te voy a contar una historia. Yo soy hijo de madre soltera, no conocí a mi padre hasta los 24 años, desde niño siempre tuve mucha inseguridad, me faltó la figura paterna y todos esos miedos que acarreé hasta los 16 años influyeron. Una vez fui a ver un festival de box y pensé qué se sentiría ser boxeador. Me atreví ir a un gimnasio, te comento que me moría de miedo hasta que me puse los guantes (risas). Y me dije que tenía que vencer el miedo, ese fue mi primer desafío, poder controlar el miedo.

Empecé a boxear, me decían que era bueno y comencé a controlar el miedo. Creo que no sé si fue una revancha con la vida, pero en mí se creó una autodefensa.

 

-¿Dónde transcurrió su infancia?

Yo nací en Villa María, pero me crié en Villa Nueva, vivíamos con mis abuelos maternos. En mi infancia era bastante salvaje, tenía una cuota de rebeldía, mi familia súper humilde, mi abuelo me enseñó las buenas costumbres, la honestidad, hablar siempre de frente, esas son las cosas que le agradezco a mi familia.

 

-¿Era una familia politizada?

-No, para nada.

 

-¿A qué edad comenzó a trabajar?

-A los 10 años con mi abuelo que hacía conexiones de cloacas. Me llevaba para que lo ayudara a hacer las zanjas y era bastante pesado (risas). Me costaba bastante cavar con el pico y la pala.

 

-¿Esa cultura de mandar a trabajar a los niños fue positiva?

-Creo que un niño debe estar en la escuela, debe estar estudiando. Los niños deben formarse, después llegará el tiempo de trabajar. El estudio es lo que trae réditos en un futuro, no solo en lo económico sino también en lo personal. La formación es la clave.

 

-Pero hoy existen millones de chicos fuera del sistema ¿no hay solución para ellos?

-La solución es la educación, si hablamos a nivel regional es una cosa, si hablamos a nivel nacional o de grandes urbes es mucho más difícil.

Hace pocos días tuvimos un episodio en Villa Nueva en el CENMA Cencar, donde hubo rumores que se podía llegar a cerrar esa instancia. En ese espacio están contenidos jóvenes de 14 años en adelante, son asistidos y se logran buenos resultados.

Nosotros desde el Concejo, con el intendente, emitimos una resolución solicitando al Ministerio de Educación que siguiera adelante con esta modalidad.

Porque estos chicos encontraron su lugar en el Cencar y varios de ellos participan del Concejo Deliberante Estudiantil. Es necesario que apoyemos la educación y sobre todo en estos sectores marginales.

 

-¿Cuáles son las principales preocupaciones que tienen en Villa Nueva?

-Sobre todo la falta de trabajo. Ocho de cada diez personas que van a la Municipalidad a pedir asistencia, quieren trabajar. Estamos necesitando fuentes de trabajo. La gente quiere trabajar, el trabajo dignifica, necesita sentirse útil, ganar dinero, vivir dignamente.

Cuando escucho que dicen que no era real lo que se vivía antes, que no era real que un trabajador pudiera tener los beneficios que hoy en día son necesidades básicas, como tener luz, gas, un aire acondicionado.

¿Por qué no lo puede tener, porque algunos pueden tener derechos y otros no, por qué es irreal? Eso me molesta mucho.

 

-¿Lograron tener una buena red de contención para las familias más desprotegidas?

-Se están dando algunos planes que vienen del Gobierno provincial, algunas otras ayudas económicas, el municipio está teniendo presencia en las ayudas a sectores que están pasando por crisis. Pero se hace difícil porque el mismo municipio está teniendo recortes con la alícuota del gas, con el aporte sojero y también entendiendo que en épocas de crisis cuando la gente tiene que priorizar qué es lo que paga y qué no paga, es obvio que prioriza las necesidades básicas y va dejando de lado los impuestos.

Es más tenemos mucha gente en Villa Nueva que ha dejado de pagar la luz para poder comer. Es una situación muy delicada.

 

-¿Le sorprendió el ofrecimiento para ser concejal de su ciudad?

-(Risas). En realidad, fue sorpresivo. Un día me llamaron el actual intendente Graglia y Guillermo Cavagnero, y me plantearon si quería ser el primer concejal. Me llamó poderosamente la atención y no sabía qué hacer, nunca había incursionado en política, lo mío era más en lo gremial, pero me sedujo la proposición y sobre todo para trabajar por mi ciudad.

Amo mi ciudad, crecí en Villa Nueva, fui al colegio Bolivia, al Pío Ceballos, jugué en Alem, jugué en el baby, toda mi vida la hice ahí, tengo mi casa en Villa Nueva, la mayor parte de mi familia.

Villa Nueva me dio mucho y poder aportar un granito de arena por mi ciudad me llena de satisfacción.

 

-¿Es buena la relación en el Concejo o las internas están al rojo vivo?

-(Se ríe). Está bueno el debate, está buena la diversidad de opiniones, sabemos que hay posturas opuestas y tenemos que lidiar con eso. Por supuesto, hay peleas, discusiones, pero tenemos que poner lo mejor para convivir y seguir adelante. La política es así.

Y pienso que estas cosas van a ir tomando mayor temperatura a medida que se acerquen las elecciones.

 

-¿Qué tema polémico enfrentaron en los últimos tiempos, de esos que sacan chispas?

-Tuvimos un tema muy polémico que fueron los lamentables despidos de los trabajadores de la Fábrica Militar. Nosotros, desde el Partido Justicialista y con Unión por Córdoba hemos dejado bien claro nuestros desacuerdos con las medidas que está tomando el Gobierno nacional.

Nos hemos manifestado en contra del acuerdo con el Fondo, del recorte a los Bomberos, de esta quita a los subsidios a las bibliotecas públicas, en contra del ajuste a las universidades, a la salud, a los jubilados.

Y eso, causa alguna molestia en los partidos opositores nuestros, que defienden sus criterios y por eso se arman grandes debates. Y lo último fue por los compañeros de Fábrica Militar, en su momento no apoyaron la resolución que habíamos presentado y a los días después del hecho consumado se condolieron con la situación.

Sugirieron que el municipio priorizara a los trabajadores de la Fábrica cuando el propio intendente se puso a disposición de ellos, pero también de la misma manera tiene que hacer el intendente con cada ciudadano villanovense que está pasando por esa situación que es muy grave.

 

-¿Qué porcentaje de aumento en los salarios consideran necesario en este momento?

-De acuerdo a lo que están tirando fuentes oficiales, se está hablando de que la inflación podría rondar entre el 42% y el 45% y ojalá no estemos más arriba.

Urgente debería haber una recomposición salarial para todos los sectores y que esté aparejado con la inflación. En años anteriores los aumentos le iban ganando a la inflación y hoy no sucede de esa manera.

Hay sindicatos que lograron el 15%, cuando hoy ya estamos con una inflación arriba del 20%, hay sectores que no lograron todavía un aumento, es inexplicable. Hablamos de una inflación en estos meses del 20% al 25%, pero no es así, porque hay rubros que han aumentado más del 100%, la góndola es la que refleja la realidad.

 

-¿Por qué se hizo peronista, Edgardo?

Justamente, me hice peronista porque empecé a leer algunos libros donde se habla de la justicia social. La justicia social es la igualdad de oportunidades, la redistribución de la riqueza, es hacer que las personas puedan tener las mismas oportunidades. Las personas no eligen nacer en un hogar rico o pobre, por eso el Estado debe estar presente para generar oportunidades para todos, acceso a la educación, a la salud, a la vivienda.

Esas cosas tiene el peronismo que te seducen, te enamoran, te sensibilizan. Eso de decir la patria es el otro es muy fuerte, ponerse en el lugar del otro es empatía,   Agustín Tosco decía que no solo es aquel que vive la situación, sino el que la comprende.

Nosotros tenemos muchos compañeros con un buen pasar, pero tienen incorporado en su piel, en su sangre la solidaridad, la defensa del que menos tiene, ponerse en el lugar del otro y pensar que todos tenemos que estar mejor.

Eso tiene el peronismo que te cautiva.

 

-¿De qué manera está observando la causa de los cuadernos?

-Recién hablábamos de la corrupción del sindicalismo y repito que en todos los ámbitos hubo gente que cometió errores o hizo cosas indebidas. Pero me parece que los medios hegemónicos están poniendo una cortina de humo y usando demasiado esta situación. Uno escucha que podrían haber existido o no, que están las fotocopias y no los originales, creo que la corrupción debe ser atendida y deben ser castigados, mediante la Justicia, los que cometieron ilícitos.

Pero las urgencias del día no son los cuadernos. La urgencia del orden del día es que tenemos que ser más sensibles y ver que hay gente que está pasando hambre, hay gente que no tiene dónde dormir, hay gente que tiene hijos a los que no les puede dar un alimento.

Eso es grave, gravísimo y no se está contemplando, no se le está dando la atención necesaria, no se están aportando los recursos, por parte del Estado, a esas urgencias.

 

-¿El peronismo va a seguir disperso o tiene pensado caminar hacia la unidad?

-Creo que se va a unir, no sé si creo o es un deseo. Unirse es la única alternativa de poder revertir esta situación y vuelvo a referirme a Perón que dijo “para un peronista no hay nada mejor que otro peronista”. El peronismo debe dejar de lado las mezquindades, sus egoísmos y mirar por lo que necesita la Patria y el movimiento.

 

-¿A Cristina la ve como una posible candidata para el año que viene?

-Cristina me ha gustado, entiendo que cometió errores y me gustaría escucharla reconocer algunos errores. Uno de los errores aprende y debería tener la grandeza, la humildad para reconocer algunas situaciones en que se puede haber llegado a equivocar.

Por supuesto, creo que es una gran líder, una gran presidenta que ha tenido unos cojones bárbaros para pararse ante el mundo, no sé lo que va a decidir, pero ojalá que tengamos un candidato a la altura de lo que es Cristina.

 

-Ustedes están con una posición claramente contraria a las políticas de este Gobierno, por estas actitudes muchos los tildan de golpistas ¿qué les responde?

-No es así. Si dijéramos que el reclamo no es legítimo, tienen a derecho a cuestionarnos, pero hoy el reclamo es nacional, y a los que dan su opinión si no es favorable al Gobierno de turno lo tratan de K, de golpista. Por ahí no son tan democráticos como dicen ser.

Si somos democráticos tenemos que aceptar las críticas de los demás, no estamos obligados a ver las cosas de la misma manera.

Acá hay cosas muy puntuales y muy serias como la vacuna para la meningitis para los niños de 11 años, el recorte a los jubilados, tenemos una situación extrema que por ahí espanta y asombra.

El otro día hablando con el secretario general del Sindicato de Farmacias a nivel provincial, nos comentaba los casos de abuelos que van a las farmacias y que están comprando sus medicamentos por unidad, porque les han quitado la cobertura.

Por unidad, compran un comprimido por día. Es terrible, ante esas cosas lo mínimo que podemos hacer es presentar un reclamo, es más creo que es muy poco lo que estamos haciendo.

 

-¿Se vienen los paros en septiembre?

-La CGT ha propuesto un paro para el día 25, la CTA para el día 24 y 25, en Córdoba y desde la CGT Villa María proponemos que el paro se haga antes.

Por la urgencia de la situación, el 10 o el 13, no sé qué va a resolver la CGT nacional. Pero hace un mes tuvimos un plenario de regionales en Villa María, donde nació una modalidad de poder llevar adelante con otras provincias, medidas de acción directa simultáneas.

Después de este plenario fuimos invitados a una reunión en Santa Fe y allí también propusimos esa modalidad. Y se planteó que se pudiera hacer en el cordón industrial, días atrás ya la llevó adelante la CGT de San Lorenzo. A eso apuntamos, decimos que la construcción debe venir de abajo hacia arriba y estamos luchando porque así sea.


-¿Cómo es su relación con el intendente Natalio Graglia?

-Nos llevamos bastante bien, tenemos un buen diálogo, muchas similitudes en lo que necesitamos para Villa Nueva, trabajamos en conjunto y tenemos los mismos objetivos.

Siempre hablamos de mantener la unidad y apostar por la unidad de los diferentes sectores, pero por sobre todo me gusta la postura de Natalio Graglia que siempre ha sabido entender cuál es mi rol, que me debo al movimiento obrero.

 

-¿Y su relación con Eduardo Accastello?

-Es muy buena, creo que ha sido el gestor de una gran metamorfosis, que fue la transformación de Villa María. Creo que es un político de alta visión, un gran gestor y tenemos muchas esperanzas con Accastello.

 

-¿Usted cree que volverá a disputar la Intendencia?

-Sí, creo que sí, él ha manifestado que quiere ser candidato a intendente y es la mejor opción.


-¿En algún momento, usted se planteó ser candidato a intendente o nunca lo pensó?

-La verdad que las cosas se van sucediendo a medida que van transcurriendo algunos episodios. Nunca me puse a pensar en ser concejal de mi ciudad y se dio. No pensé ser presidente del Concejo y lo soy hasta llegar a quedar como intendente interino.

Y fue la primera vez en la historia que Villa Nueva tuvo un representante del movimiento obrero como intendente interino.

Bueno, no sé si será muy loco pensar en la Intendencia. Si los compañeros me lo solicitan y Villa Nueva lo necesita, yo estoy al 100% dispuesto a ser candidato.

Yo apuesto por la unidad del peronismo, pero no descarto, si en algún momento se dan las circunstancia, ser precandidato. Con mucho gusto.

 

-¿Cuál es su sueño?

-Sueño poder aportar con mi trabajo, estoy al 100% en lo que hago y a veces mi familia me reclama porque uno no se puede desprender de cada compromiso, tanto en lo gremial, en lo político, en lo institucional, eso me demanda mucho tiempo, pero me apasiona. Me encanta ser útil, estar, y ser canal de solución de algunas situaciones me llena de satisfacción.

 

-¿Se va a presentar por un nuevo mandato en la CGT?

Sí, tengo todas las intenciones, algunos compañeros me han manifestado que puedo contar con su apoyo, así que vamos a apuntar por una gestión más.

 

Opiniones

Mauricio Macri

Es un millonario que llegó al poder para satisfacer sus necesidades de llegar a ser presidente y que vino con una opinión clara de darle beneficios a un sector y creo que tiene poca sensibilidad para con el resto de los ciudadanos y para con los pobres.

 

Juan Schiaretti

Es un gran administrador, está trayendo muchas obras a la provincia, a Villa Nueva le está dando muchos beneficios, critico algunas posturas que van en contra del movimiento obrero.

 

Martín Gill

Es una persona sumamente preparada, un gran académico, pero esperábamos participación desde el movimiento obrero en las políticas locales y nunca la tuvimos.

 

Me gusta: La familia y los amigos.

Me encanta: Que se respeten los derechos de los trabajadores.

Me divierte: Estar con la familia, con mi gente.

Me entristece: La injusticia.

Me enoja: El maltrato.