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Recuerdo y adiós: “Chau, Huguito”

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Recuerdo y adiós: “Chau, Huguito”
Petitti, en la fotografía con sus muletas, junto a otros vecinos de la localidad de Luca

LUCA – Carta de despedida a Hugo Petitti

Palabras del intendente para despedir a un activo personaje de la localidad que el pasado domingo, a los 65 años, murió víctima de un paro cardíaco

Chau, Huguito…

Cuando un impedimento físico no es obstáculo para caminar por la vida haciendo el bien por su comunidad…

Tu movilidad y andar los caminos del interés social siempre fueron acompañados por dos muletas que dominabas con tus brazos.

Desde chiquito la vida te quitó fuerzas en tus miembros inferiores, pero Dios te lo compensó con un alma solidaria y te anticipó el recuerdo cariñoso de tus vecinos por la inquietud de hacedor y comprometido con las cosas pueblerinas.

Pocas líneas para describir lo que era aquel amigo que el domingo, repentina y sorpresivamente se fue. Nos dejó el Huguito.

Ese chico, el adolescente y luego con varios años a cuestas, siempre fuiste el mismo Huguito, que jamás esquivó las ganas y el entusiasmo de colaborar con las instituciones desde el lugar que fuere.

Estar al frente durante muchos años de la Estafeta Postal, le permitió lograr su jubilación y por esa condición de ingresar a la clase pasiva, lo llevó a liderar el Centro de Jubilados y Pensionados de Luca.

Bostero de alma, al igual que de Rivadavia de Arroyo Cabral e integrante de la Comisión Directiva del Club San Fermín (de Luca), institución en la que pese a su inconveniente motriz, también lo llevó a recorrer los rectángulos bochófilos como jugador.

La Liga de Fútbol de Villa María lo contó como delegado de Alianza de Luca y del Verde de Arroyo Cabral. Era de discusiones y conocedor de los reglamentos deportivos, tanto del fútbol como de las lisas y rayadas, cuya Asociación Villamariense también lo tuvo como representante del club local…

Jugamos juntos al deporte de blanco y ambos disfrutamos en el Chateau Carreras de Córdoba (hoy Estadio Mario Alberto Kempes) de ver a nuestro Boquita…

Le encantaba la locución y manejó una publicidad de altavoces para “darse el lujo”, en la radio de la escuela primaria, de sentarse frente al micrófono y por el aparatito radial informarnos de las noticias deportivas.

Al Rastrojero de papá Leopoldo, lo hacía “puré” para trasladarse a otros lugares a ver fútbol zonal y otras “diversiones”.

Así de sencillo, como son los buenos tipos y personas, era Huguito. Así de solidario y colaborador era el hijo más joven de mamá Coca.

Pero qué macana, el Huguito se fue.

Por allí andará camino al cielo, acompañado por sus muletas y el afecto de todo un pueblo.

Chau, Huguito.

Un amigo

(Osvaldo Arietti, intendente de Luca).