Se trata de Walter Miranda, quien confesó los hechos cometidos en perjuicio de su expareja, Sofía Carballo Aráoz. Está detenido desde mediados de noviembre y, con una pericia favorable, podría obtener la “libertad condicional” a mediados de mes
Un repartidor de gaseosas de Villa María fue condenado ayer a un año y cuatro meses de prisión por una serie de hechos de violencia de género que tuvieron como víctima a su expareja, pero como está próximo a cumplir nueve meses entre rejas, quedó a un paso de obtener la “libertad condicional”.
En el marco de un juicio de trámite abreviado, Walter Fabián Miranda (34) fue declarado autor responsable de “amenazas calificadas por uso de arma”, “amenazas simple”, “violación de domicilio” y “desobediencia a la autoridad reiterada” en perjuicio de Sofía Deolinda Carballo Aráoz (27).
Miranda no sólo reconoció su culpabilidad en todos los hechos que se le atribuían, sino que además dijo sentirse “muy arrepentido” del daño causado, sobre todo por las consecuencias que le trajo haber quedado detenido y no haber podido ocuparse de su hijito de 2 años en todo este tiempo.
“Mil perdones”
“Le pido mil perdones a Sofía”, expresó el convicto primario al prestar declaración en la Cámara del Crimen local a poco de comenzada la audiencia. Y agregó: “La cárcel me sirvió para dejar de consumir drogas y alcohol, y para eso estoy haciendo tratamiento psiquiátrico y psicológico; además, me encuentro trabajando como ayudante en la Enfermería (de la cárcel) y estoy terminando la secundaria”.
Miranda no tiene antecedentes penales, circunstancia que, sumada a la confesión lisa y llana de los hechos, le posibilitó acceder a una pena más leve que puede permitirle recuperar la libertad dentro de un par de semanas.
En efecto, si la pericia psicológica que se le practicará en los próximos días determina que está en condiciones de reinsertarse socialmente (su conducta en el penal de barrio Belgrano es “buena” y no registra sanciones de ningún tipo), el repartidor obtendrá la excarcelación luego de cumplir ocho meses entre rejas.
Qué dice la ley
Al respecto, cabe señalar que el artículo 13 del Código Penal de la Nación establece que “el condenado (…) por tres años o menos, que hubiere cumplido ocho meses de prisión, observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrá obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de la Dirección del establecimiento e informe de peritos que pronostique, en forma individualizada y favorable, su reinserción social”. Asimismo, deberá cumplir una serie de “reglas de conducta” que se fijarán oportunamente.
La detención
Walter Miranda fue detenido el 16 de noviembre pasado, luego de varios episodios de violencia verbal en contra de Carballo Aráoz, a quien llegó a amenazar de muerte con un cuchillo tipo Tramontina.
La seguidilla de ilícitos incluyó que el ahora condenado incumpliera una orden judicial de restricción que le impedía acercarse o mantener cualquier tipo de contacto con la mujer, quien había denunciado el permanente hostigamiento de su exconcubino luego que decidiera terminar con la relación.
En una oportunidad, Miranda le envió un mensaje de WhatsApp en el que le decía que quería volver con ella, aunque utilizando términos agraviantes, y en otra ocasión pasó frente a la casa de Carballo Aráoz en moto pese a tener prohibido cualquier tipo de acercamiento, infundiendo temor a la denunciante.
Otro hecho similar se produjo cuando Sofía llegó a su domicilio de noche y en el momento que se disponía a cerrar el garaje, el hombre ingresó a la vivienda sin su autorización; hubo un intercambio de palabras, pero el incidente no pasó a mayores.
El hecho más grave se produjo cuando, circulando en su motocicleta, Miranda se puso a la par del auto que conducía la joven (se dirigía a su trabajo, en el Departamento de Bromatología de la Municipalidad), extrajo un cuchillo de entre sus ropas y se lo pasó por su propio cuello, en inequívoca amenaza de muerte.
Finalmente, el 16 de noviembre el irascible repartidor llegó al domicilio de Carballo Aráoz, en barrio Felipe Botta, donde volvió a reclamarle que regresara con él. “Ya salgo”, le dijo la víctima desde el interior del inmueble, y mientras él la esperaba afuera llamó a la Policía y Miranda fue detenido minutos después en flagrancia.
Juez y partes
El juicio fue presidido por el camarista Félix Martínez y contó con la participación del fiscal Correccional, Horacio Vázquez; de la abogada Analía Paula Nicolli y de la secretaria Marcela Mattalía.
Previo a la audiencia, el acusador público y la defensora habían acordado solicitar la pena que luego impuso el juez Martínez si Miranda se allanaba a confesar los hechos.