“Soy propietario de un taxi, profesión que ejerzo desde hace seis años. De hecho, un trabajo que para mi condición de jubilado y cobrando la mínima ayudaba en gran forma para vivir un poco más holgado.

El punto es que hace unos meses, una nueva agencia comenzó la actividad con una particularidad: hacer un 20% de descuento en la tarifa, que entiendo al ser un servicio público no debería ser modificada.

Pongo por ejemplo los micros, que para sus recorridos las tarifas son todas iguales, para no hacer de ellas un desorden en las terminales, si no, tendríamos colas enormes en ventanillas y las otras deberían cerrar.

Aquí, alguien (no se quién) ayudó a esta empresa a comenzar su tarea. Porque si uno piensa que con sólo ocho autos pudo pagar tres operadores mínimo, alquiler de local, luz y otros servicios, a mí honestamente no me cierran los números.

Al tiempo y creo que hoy cuenta con una flota de 80 a 90 móviles. A mí me gustaría como propietario que el señor que está al frente de la misma me explique cómo hace para que le quede un dinero aceptable como para cambiar la unidad cada dos o tres años, mantener un servicio acorde a los pasajeros que necesitan viajar cómodos, con aire en altas temperaturas, etcétera.

Sin contar tener la mala suerte de roturas o choques que se dan a diario, además tener choferes con todo lo que la ley demanda.

Estábamos más o menos bien, ellos llegaron a sembrar discordia, peleas inútiles entre colegas.

En ciudades vecinas como Río Cuarto, la tarifa es de 17 pesos con un gas a seis pesos. Aquí estaba a 15 pesos, se bajó a 12 pesos, con un gas de 7,40 pesos, más todas las cosas como aumentan.

Espero que ese señor, al cual no conozco, recapacite en su postura de seguir creando discordia, acepte una tarifa única e inamovible. Para poder ser como antes, trabajar en libertad, con las mismas reglas, algo que se perdió gracias a Co-Taxi”.

Raúl Stia
DNI 5.397.192