
Trabaja con la “wedding planner” más famosa del país y ahora es reportero del jefe de Gobierno de Buenos Aires a quien lo retrató junto a Mick Jagger de los Rolling Stones

-¿A la fotografía ya la concebías de adolescente como tu vocación?
– Creo que nunca dije con convicción querer ser tal o cual cosa de chico. Probablemente quería ser bombero. La secundaria la cursé completa en la Escuela del Trabajo y tal vez por eso quería ser ingeniero electrónico. Pero a la Universidad entré para estudiar Administración de Empresas y egresé como Licenciado en Diseño y Producción de Imagen.
-¿Cuándo fue el primer contacto con una cámara y en qué circunstancias?
– Sinceramente no recuerdo bien, pero una vecina a la que consideraba mi abuela me regaló una vieja cámara que tenía guardada y le puso un rollo de 12 exposiciones blanco y negro. Me acuerdo haber hecho esas 12 fotos por mi barrio, entre los que había algunos retratos de mis amigos, pero que finalmente nunca las pudieron revelar en el laboratorio. Tendría unos 9 años en esa época.
-¿Tenés familiares o cercanos que se hayan interesado en la fotografía?
– A decir verdad en mi casa no hay artistas (tampoco me considero uno), pero a veces me pregunto cómo llegué a interesarme en cuestiones más relacionadas con el arte, como la fotografía, el cine o la música. En mi familia se habla más sobre actualidad, se leen muchos diarios. Creo que de alguna manera mi trabajo como fotógrafo tiene que ver con eso, con contar o mostrar hechos que pasan a diario, aunque sea un casamiento. El fin es revelar la cotidianidad de los eventos en imágenes para toda la vida.

-¿Hiciste algún estudio al respecto o fue más autodidacta la formación?
– Si bien estudié Diseño, que en sus primeros años enseña Fotografía como base de toda la carrera, considero que mi desarrollo como fotógrafo ha sido más como autodidacta y que en realidad todos los fotógrafos deberían serlo. La fotografía no es algo que se pueda enseñar, no se puede enseñar a ver, simplemente se ve. Pueden enseñarte cómo se maneja una cámara, pero la fotografía es mucho más que eso.
-¿Cuáles fueron tus primeros trabajos fotográficos?
– Comencé trabajando para un estudio en la ciudad hasta que pude invertir en mis propios equipos y ponerme a trabajar en eventos sociales e ir armando de a poco mi cartera de clientes. Como al principio no tenía muchos clientes y estaba mucho tiempo en Internet, comencé a investigar y encontré un foro de fotografía de bodas donde empecé a interactuar, hasta que me invitaron a un congreso en Las Vegas al que fuimos con varios colegas argentinos. Cuando volvimos empezamos a trabajar en lo que se llama Fotoperiodismo de Bodas y así empecé a recibir pedidos de presupuestos para cubrir casamientos en distintos puntos del país y esos fueron mis primeros trabajo.

-¿Cómo llegaste a trabajar en Buenos Aires, además del contacto con la “wedding planner” Bárbara Diez?
– Luego de ese viaje a Estados Unidos en 2010, mi mercado estaba en Internet a través de mi blog con el que trabajé mucho para poder posicionarlo en las búsquedas de Google. Así logré firmar contratos con novios que, por ejemplo, estaban en Dubai y se casaban en Santa Fe. Además se generó un “networking” (redes) con colegas de Córdoba, Rosario y Buenos Aires que posibilitó el intercambio de trabajos o las recomendaciones mutuas, así mis eventos en esas ciudades fueron creciendo. El contacto con Bárbara, hasta el día de hoy lo considero como mágico, porque no había ningún punto de conexión en todo mi trabajo con ella. Sin embargo, un día me llegó un mail presentándose, contándome de su libro sobre bodas y pidiéndome algunas de mis imágenes. Arreglamos para juntarnos en Buenos Aires a tomar un café. Allí me contó sobre su libro y me invitó a formar parte de sus proveedores de bodas.
Según las distancias
-¿Existe mucha diferencia entre trabajar en Capital Federal y en el interior del país?
– ¡Las diferencias son interminables! Empezando por la logística y las distancias hasta las costumbres de las celebraciones, la música, etcétera. Aunque las fiestas de Villa María se parecen un poco más a las fiestas de Buenos Aires, más que en otros lugares en los que he trabajado. Y la cercanía que se genera con clientes del interior no es tan fácil de conseguir con los novios en Buenos Aires, al menos en mi experiencia. En Villa María, también, se ha dado que fotógrafos y videógrafos trabajan de manera muy profesional, planteando producciones casi publicitarias. Eso, en su momento, fue una gran motivación para mí. Algunos colegas de la “vieja escuela” se animaron a dar un salto de calidad que fue generando de a poco mayor demanda y ya hay dos centros educativos especializados (F5 y la carrera de Diseño).
-¿De qué manera te convocan a trabajar para Rodríguez Larreta?
– La convocatoria surge de la necesidad del equipo de Horacio en posicionar su imagen como candidato a jefe de Gobierno porteño con una estética más documental, resaltando su personalidad con mayor naturalidad y simpleza. Por eso es que Bárbara (esposa de Rodríguez Larreta), nos recomendó junto a Naty Roca, una colega de Córdoba, para este trabajo. Finalmente Naty desistió y yo decidí enfrentar ese reto. Así fue que prácticamente de una semana a otra estaba instalado en Buenos Aires siguiendo a Rodríguez Larreta en su actividad diaria. Ya hace poco más de un año y medio que formo parte de ese equipo y el año pasado fue muy particular porque junto con los equipos de trabajo de Macri y de Vidal se conformó una unidad que trabajó intensamente en lo que fueron las campañas para presidente, gobernador y jefe de Gobierno a la que también se sumaban las candidaturas del interior de país y del conurbano.
Festival de Peñas. Vino a cubrir el último Festival y desea realizar un trabajo documental al respecto, teniendo en cuenta que el año que viene se hará la 50º edición. Se puede ver en medium.com/@waltercarrera
Adiós a Cerati. La cobertura del funeral de Gustavo Cerati, llamada “Vueltas por el universo”. “Esa noche cada imagen estaba llena de sentimientos, propios y ajenos. Fue mágico y el resultado aún no deja de sorprenderme”.
A Mick Jagger. “Ser reportero de Rodríguez Larreta me llevó a lugares impensados como recorrer las villas 1-11-14 o la 31 en plena noche o fotografiar a Mick Jagger. Aunque me gustaría continuar con mi trabajo de casamientos, como aficionado del rock, deseo fotografiar a mis músicos favoritos”.
A favor del teléfono. “Al contrario de conspirar considero que el celular potencia la posibilidad de crear imágenes relevantes y obliga de alguna manera a ejercitar la visión que es la verdadera herramienta del fotógrafo. La cámara es sólo un intermediario”.
Juan Ramón Seia