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“Revival” experimental de Babasónicos

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“Revival” experimental de Babasónicos

En el marco de la fiesta “Déjà vu”, el grupo liderado por Adrián Dárgelos coronó una grilla que habían iniciado las bandas locales Harén y De la Rivera. El cantante de los “Baba” anticipó que el año próximo lanzarán un álbum con nuevas canciones

El grupo de Dárgelos revisitó temas que ya había interpretado el año pasado en el mismo multiespacio, con un formato alejado de la estructura de la banda de rock y más cercano a la experimentación sonora y sensorial

Con “Impuesto de fe”, Babasónicos había demostrado con creces que su sofisticada producción musical de una docena de discos podía sufrir mutaciones y abordajes disímiles, con la incorporación de instrumentos exóticos o poco utilizados en el vivo, y así y todo salir airoso.

En tanto, con la presentación de “Repuesto de fe”, su continuación directa nutrida con buena parte del repertorio anterior (no por nada la velada se llamaba “Déjà vu”), la banda confirma que ha encontrado un formato que le sienta bien, que se le aleja de la estructura cuadrada de la banda de rock y se libera hacia una performance experimental; donde lo que impera se calibra con las texturas sensoriales que emanan del escenario, más que con un alarde pirotécnico de guitarras conjugadas con baterías endiabladas.

 

Contexto de “fiesta”

La figura, por momentos fantasmal y por otros extasiada, del cantante Adrián Dárgelos -en una versión encanecida, avejentada y barbuda-, colaboraba bastante con esa postal cercana a un ritual chamánico, debido a su indiscutible magnetismo como “frontman”. A diferencia del año pasado, donde la puesta de “Impuesto…” fue con butacas sentadas (en septiembre de 2016, el multiespacio se asemejaba a un gran teatro), esta vez, la disposición corporal se libraba a expensas de la muchedumbre que discurría parada.

También, el contexto de “fiesta” presuponía otras condiciones de espectáculo, con una grilla que iniciara con dos bandas locales: Harén (con bailarines invitados) y De la Rivera, las cuales actuaron en un escenario un poco más pequeño colocado delante del escenario principal, y la intervención en los intervalos del Dj Flaco Vega.

 

De la Rivera fue uno de los grupos locales invitados, junto a Harén que también invitó un grupo de bailarines

Temas conocidos y rescatados

Un distintivo peculiar de los “Baba” es que, aunque se embarcan en el proyecto “revival” de revisitar su discografía, no conceden totalmente el catálogo de “grandes éxitos”, sino que van mechando temas más conocidos con rescates de obras más dilectas por el fan de la primera hora. “Posesión del tercer tipo”, de “Trance zomba” (1994), es un buen ejemplo de esa estrategia al ser revalorizado en esta nueva etapa, además de que en su letra subyace el espíritu indolente y ritualista del grupo: “Te conseguiré mil voces que te harán meditar”, “salvajes de traje me quieren enseñar”.

La lista comprendió ese vaivén iniciando con “Natural” y los más picantes “Sin mi diablo” y “Yegua”, pasando por “Los burócratas del amor” (de Romantisísmico”, 2013), “El maestro”, “Putita”, “Rubí” (ese bolero moderno intervenido con la voz inconfundible de Carca), hasta llegar a “Irresponsables”, el hit del consagratorio disco “Infame”. Gracias a artilugios instrumentales como el theremin, el gong y los diferentes teclados, los músicos se dieron el lujo de hacer mixturas en temas como “Vampi” (uno de sus últimos temas que cuenta con una frase antológica: “¿De qué sirve ser inmortal si no se puede morir de amor?”), junto a “El loco”, el éxito que junto a “Deléctrico” conformaron la artillería pesada de “Jessico”, el álbum parteaguas del grupo y de buena parte de la escena nacional en aquel caótico 2001.

Ya en el cierre , tras “Los calientes”, los bises fueron para “Zumba/Yoli” y “Gratis”. Previo a ello, Dárgelos aprovechó para hacer una de sus poquísimas referencias al público: adelantó que el año que viene llegará un disco nuevo. Puede entonces que se repita la visita.

En el orden de los debe, los espectadores criticaron el ralentizado sistema de venta de bebidas.

Juan Ramón Seia