Escribe Juan Pablo Morre
El “Verde”, con una destacada producción, debutó con una goleada (3 a 0) de local frente a San Lorenzo de Las Perdices
Después de 2015 con poco “ruido”, Rivadavia demostró, en su primer cotejo de esta temporada, que no resignará nada de tiempo en su afán de recuperar el prestigio que supo conquistar en el plano local.
Por lo que, con ese espíritu de reflejar un equipo intenso y ambicioso, el “Verde” justificó, con goles de gran factura, el claro y contundente triunfo por 3-0 que le propinó a San Lorenzo de Las Perdices que, más allá de sus nombres importantes, estuvo lejos de una versión óptima de equipo, tanto por falencias propias y, esencialmente, por los méritos de un rival aplicado y compacto.
Con la misma intensidad que impone su nuevo técnico José Villegas desde la línea de cal, el local rápidamente mostró sus cartas y dominó, de principio a fin, la primera etapa, a través de una presión alta en la salida del rival, movilidad constante de sus atacantes y veloz rearmado defensivo para dilucidar cualquier avance del rival.
Entonces, con un “Santo” confundido producto de las reiteradas pérdidas de pelota en propio campo, lo que le impidió encontrar conexión entre sus líneas, Rivadavia se aproximó rápidamente al área rival y generó sus chances. A los 10’, “Maxi” Demarchi conectó erróneamente un centro de su primo Javier y, a continuación, Guillermo Arce, tras “quitarle” la pelota a Cesarini dentro del área, exigió la respuesta de Sami Suárez. Entremedio, Lucas Bolatti, tras pared con su hermano Gabriel, tiró elevado, en las poquitas que generó la visita en la tarde de ayer.
Esa búsqueda constante del “Verde” en el primer período, que durante media hora resultó muy bien solventada por la línea de cuatro rival, tuvo finalmente su premio, porque apareció, en su esplendor, el juvenil Facundo Castro quien pese a su corta edad, entiende a la perfección el juego.
Entonces, cuando le llegó la pelota, su pausa y claridad con el esférico, le permitió a los cabralenses tomar la mejor decisión y así fue que, a los 38’, Castro esbozó lo mejor de la tarde. Eludió a Mancilla con un “sombrerito”, armó una pared con Bracamonte y, ya dentro del área, le cedió -con una pre
cisa habilitación- el gol a “Nico” Domínguez quien, en su retorno al club, anotó el 1 a 0 con que concluyó el primer tiempo.
Para ese entonces, el local monopolizó la pelota, controló el trámite y tuvo en Castro a su hombre importante, en contrapartida a Alvaro Nieva, quien pese a que se movió constantemente, no gravitó ante la improductividad en la cual estuvo envuelto su equipo en esos 45 minutos iniciales.
Después del entretiempo, el “Santo” tuvo destellos de recuperación. Mostró ímpetu, necesidad y el incesante trabajo de Pedro Mancilla para aspirar al empate, después de equilibrar el juego.
Pese a ello, continuó -ya con menos espacios frente a un rival que se posicionó en campo propio- sin poder poner en grandes aprietos al arquero rival, Emiliano Rodríguez, y sin potenciar la tarea de Nieva y Ellena (casi no conectaron con los atacantes y, en el caso del ex-Yrigoyen, fue remplazado).
De todas maneras, tuvo sus chances con un par de remates desviados y peligrosos de Gabriel Bolatti. Con los minutos, Dulla fue oxigenando su ataque con los ingresos de Facundo Bolatti y Guido Ferreyra, y prácticamente llegó a “arrinconar” al rival que, pese al crecimiento de su estandarte defensivo Samuel Garis, cedía rápidamente la pelota y puso en riesgo su ventaja parcial.
Ante esto, Villegas también movió el banco y encontró las respuestas anheladas; es que, Ardissino equilibró la “pelea” en el mediocampo y, en su debut en el “Verde”, Nicolás Bertholet aplicó su experiencia y terminó siendo clave para finiquitar la victoria. Es que, al exatacante de Colón tomó la decisión correcta en una réplica y dejó cara a cara a Ardissino, quien fusiló a Suárez y marcó el 2 a 0 que selló el partido.
A partir de allí, Rivadavia se floreó frente a un rival consternado y sin fuerzas, y terminó por redondear su notable debut con goleada con el tanto del propio Bertholet, quien sentenció el 3 a 0 con un tiro direccionado al ángulo derecho de Suárez.
La figura
Facundo Castro
Aportó la cuota de distinción del partido y fue el principal gestor del 1 a 0 de su equipo. Siempre eligió con exactitud cuando la pelota pasó por sus pies. También se destacaron Domínguez, Ardissino y Garis, dentro de un nivel compacto del local.
El árbitro
Richard Moyano
Correcta actuación. Controló el trámite con serenidad y ubicación. Utilizó con acierto las amarillas y ello le permitió que el juego no se distorsionará, más allá de la colaboración que mostraron los jugadores.