BOCHAS
El Club Deportivo y Biblioteca Rivadavia de esta ciudad dejó inaugurado el jueves por la noche su segunda cancha de bochas de piso sintético, en un acto que contó con una numerosa presencia de vecinos, deportistas, dirigentes de otros clubes y de autoridades municipales. Esta es la novena cancha de piso sintético de las 27 con que cuenta la Asociación Villa María de Bochas.
La entidad del barrio homónimo que tiene desde hace algunas semanas como presidente a José Escamilla, cuenta en la actualidad con varias disciplinas que se practican en el lugar, entre ellas tenis criollo y handball, aunque también el gimnasio del club es utilizado por colegios y otros equipos de básquet y handball.
La ceremonia contó con la presencia del Intendente Martín Gill, del concejal José Carignano, Marcos Bovo (Ente Deportes y Turismo), Fernando Badrán (Director de Deportes), entre otras autoridades, además del exintendente Eduardo Accastello.
Luego de algunas semblanzas de la vida social y la historia deportiva de la entidad, a cargo del maestro de ceremonia, el bochófilo Martín Orellano (responsable de la Subcomisión de Bochas) dijo “gracias por venir a competir este sueño hecho realidad, que fue una iniciativa de la Comisión Directiva junto a la Subcomisión de bochas”. Posteriormente agradeció
Escamilla, destacó que “era imposible negarme a colaborar con el club, cuando me lo vinieron a proponer”, a la vez que destacó la presencia de vecinos. “En este barrio yo me crie y en este club yo era parte de los equipos que jugaban en la Liga Villamariense durante muchos años”.
El presidente del club y legislador provincial, anunció además que “en los próximos días vamos a renovar el techo del salón principal y en una segunda etapa realizaremos el cielo raso, de la cancha de bochas”.
También Martín Gill resaltó “el valor del club (…), la presencia en cada barrio y el trabajo solidario en el que ellos se realiza”.
Luego, se lanzaron las primeras bochas y posteriormente, en el salón del club se realizó una cena para celebrar el sueño logrado, que contó con cerca de un centenar de personas.