Dejó su camioneta en el estacionamiento y se fue al interior de la superficie comercial a comprar. Al salir…
“Che, ayer le robaron a un amigo la mochila con la compu de arriba de la camioneta. Te paso los datos de la compu por si se lo podés pasar a conocidos que trabajen en casas de computación, por si llega a aparecer alguno a querer desbloquearla: Acer negra con i3, disco de 1T y 4 G de RAM”, el mensaje de WhatsApp se distribuía entre un grupo de conocidos, para tratar que el producto del robo fuera comercializado o de utilidad para el ladrón.
Mientras sus amigos le daban una mano con las redes sociales, el damnificado realizaba la correspondiente denuncia.
Según dejó asentado, la computadora portátil (herramienta adquirida semanas antes para poder desarrollar un trabajo que había conseguido), se hallaba dentro de una mochila que fue sustraída del interior de una camioneta que dejó estacionada en la playa del supermercado Changomás.
El vehículo no tiene los vidrios polarizados y, evidentemente, el “amigo de lo ajeno” se percató de ello.
Todo parece indicar que una de las cerraduras de la camioneta fue violentada por el autor del ilícito, que se alzó con el botín valuado aproximadamente en 12 mil pesos.
“Lo importante en este tipo de hechos, más allá de las diligencias que pueda llevar adelante la Policía a partir de las imágenes de cámaras de seguridad (si las hubiera y estuvieran en funcionamiento), es que los comerciantes del sector conozcan el hecho y no faciliten ni la reducción de la mercadería ni su puesta en funcionamiento blanqueando las claves que tiene”, dijo ayer a EL DIARIO un comisario de la Departamental.