El tradicional espacio gastronómico inauguró un nuevo y más amplio espacio. Son dos décadas en la ciudad y tres en James Craik
Veinte años en Villa María y treinta en James Craik son los que cumplirá La Parrilla del Colo el año próximo. El tradicional espacio gastronómico, que día a día es elegido por cientos de personas, se prepara para celebrar los aniversarios con renovación, ampliación de la carta y la calidad de siempre.
Para esto, lo primero que hicieron fue, hace aproximadamente una semana, inaugurar un nuevo local en la ciudad. En bulevar España 865 ofrecen ahora un espacio más grande, de dos plantas y con un sector vip para eventos.
“En enero del 89 empecé en James Craik, donde hoy está mi hijo mayor; y en el 99 me vine a Villa María”, recordó Carlos Goya, dueño de La Parrilla del Colo y excombatiente.
Carlos, sentado junto a su hijo Elías, quien está “tomando la posta” desde hace algunos años, repasaron los inicios en la ciudad, “en la esquina de San Luis y Alvear, con un local muy grande”. Posteriormente, en 2006, “abrimos algo más chico porque estaba un poco saturado con el negocio” y ahora han vuelto a tomar impulso en el renovado espacio, dejando atrás el local en España 243, donde permanecieron 11 años.
“Hoy prácticamente está Elías al frente, vengo a colaborar, intentando dejarlo de a poquito, aportando experiencia y dando una mano sobre todo los fines de semana”, planteó Carlos.
–¿Cómo es la realidad actualmente?
Carlos: “Ahora no se trabaja parejo toda la semana. Se trabaja muy bien el fin de semana y en la semana está floja. Seguimos con parrillada, pastas caseras, tenedor libre, a la carta, milanesas de carne y pollo, empanadas y mesas de fiambres. Tenemos mucha gente que nos sigue, sobre todo los fines de semana de la región. Y mucha gente de Villa María también. Hemos pasado peores épocas que la actual, porque con el negocio de tamaño más grande las crisis te pegan más fuerte, pero ahora vamos tirando. Hemos achicado algunos gastos, los servicios se han ido arriba, pero lo vamos aguantando”.
–¿Qué época de los 20 años en Villa María fue la mejor?
-Veníamos en pleno auge del 99 al 2001, cuando vino la crisis. Teníamos un promedio de seis mil cubiertos mensuales. Durante la crisis se cayó a 4.000. La superamos y volvimos a andar bien. Pero tenemos nuestra gente, que viene desde hace años. Los sábados, un 20% es la misma que vuelve cada sábado. Es una satisfacción que se vayan contentos y vuelvan”.
Elías escucha atentamente a su papá. Desde los 13 años que ya deambula por el negocio, aprendiendo el oficio, los secretos y los detalles que marcan la diferencia. “Ya siendo muy chico pasaba mucho tiempo en el negocio. Empecé de a poco, le fui metiendo más pilas y hoy prácticamente puedo hacer todo acá adentro, desde la cocina, la parrilla, la bacha. Además, estoy haciendo cursos para seguir sumando cosas como postres y otras comidas”, contó el joven.
Carlos aseguró que, después de tantos años, el desafío se renueva para intentar sostener la clientela, ante tantos negocios gastronómicos que van apareciendo en la ciudad. “Es difícil porque la gente de Villa María es modista. Le gustan los negocios nuevos y por eso esto de hacer un cambio, renovarse un poco”, insistió.
Además, hay secretos que permiten sostenerse a la vanguardia durante dos décadas. “No depender exclusivamente de la gente de la ciudad”, afirmó y explicó: “La gente de paso, los viajantes, ayudan mucho. Uno ya tiene sus clientes. Pero la gente de afuera es fundamental, porque Villa María al mediodía no es como en Córdoba, no se mueve tanto, la gente vuelve a su casa a comer. Entonces con la gente de paso siempre tenés durante el día, en la semana”.
En ese sentido, consideró que desde hace años ellos notan una evolución favorable de la ciudad desde el punto de vista turístico que, lógicamente, los beneficia. “Han habido cambios, por los muchos eventos que hay en la ciudad. Gente de la zona que viene a pasar el fin de semana. O que solo pernoctan porque están de paso. La universidad también es fundamental, y la apertura del España hasta la Universidad también será fundamental”, subrayó quien nació en James Craik pero hizo la primaria en nuestra ciudad.
–¿Qué es lo que más disfruta la gente?
Elías: “La pasta disfruta mucho. La comodidad, la atención”.
Carlos: “A la gente le gusta mucho la achura, pero por ahí no se consigue siempre. Por eso armamos una cámara grande para poder tener siempre. Hace muchos años que tenemos los mismos proveedores, y es fundamental conservarlos, por la relación, porque te van a bancar en un momento difícil también”.
Conocedores del rubro, afirman que “hoy en día prácticamente no hay problema con la carne, porque el carnicero que carnea bueno, carnea bueno siempre” y compararon los precios de la gastronomía local con otros sectores de Córdoba: “He andado por las Termas, o Carlos Paz, y pagás un 30% más. En todo Villa María la gastronomía no es cara. Igualmente salir a cenar con la familia no es fácil”.
De martes a domingo, al mediodía o a la noche, La Parrilla del Colo sigue siendo una de las opciones más elegidas. Incluso para aquellos que no se sientan a comer. “Se está vendiendo muy bien el asado por kilo para llevar”, cerró Carlos.