El funcionario de Cambiemos fue crítico con las compensaciones a productores que decidieron la semana pasada y dijo que espera que sea la última medida de esa naturaleza

El subsecretario de Lechería de la Nación, Alejandro Sanmartino, admitió ayer que es «sumamente crítico» con el sistema de compensaciones y que espera que el anunciado la semana pasada por el Gobierno que integra «sea la última vez», al tiempo que propinó durísimas críticas a la política del kirchnerismo en la materia.

El funcionario del Gobierno nacional llegó ayer a Villa María y fue recibido por el intendente K Martín Gill. Primero fueron a la Escuela Superior Integral de Lechería y más tarde al Parque Industrial, donde la actividad se centró en lo que es el clúster quesero.

En ese marco, dijo que había que dejar de hablar de crisis del sector y en cambio apuntar a la prosperidad, pero cuando trazó un panorama fue muy crítico.

«El estado de situación al que llega la producción lechera, tanto el tambo como la industria, fue producto no de una medida del 10 de diciembre, sino de varios meses atrás y de un pasado en donde el Gobierno arbitrariamente abría y cerraba las exportaciones como si fuera un grifo o como si fuera un puerta 12 de aquel fatídico día en cancha de River», señaló a los periodistas.

«Con las primeras medidas macro, que fueron la liberación de todas las restricciones a las exportaciones, la unificación del tipo de cambio y la eliminación de las últimas retenciones a los lácteos, se generó el camino de vuelta a tener una capacidad exportadora que no se tenía en los últimos tiempos y previsibilidad para que las industrias puedan empezar a manejar el sobrestock, que fue la espada de Damocles que obligó a bajar el precio de la leche, a un endeudamiento de la industria, del productor y un quebranto económico», detalló.

Reivindicó las medidas adoptadas por el macrismo al sostener que «estructuralmente han generado el comienzo del saneamiento del negocio y una vez planteado esto el acuerdo firmado establece un puente para que los productores puedan recibir dinero rápidamente en términos de compensación, la que regirá tres meses, además de darse un compromiso de la industria en suba de precios y una ayuda en términos de créditos en la transición que se va a dar hasta que en marzo, abril o mayo se vuelva a establecer un equilibrio en el mercado, lo que se va a lograr con una reducción de los stocks».

Cuando se le señaló que el Gobierno anterior implementó compensaciones y esa medida fracasó, se confesó crítico de esta política y dijo esperar que sea la última vez en que se implemente, «porque un Estado no tiene la capacidad de manejar el negocio de la lechería en lugar de los industriales y productores, no nos ponemos en el papel de decir cuál va a ser el precio de la leche al productor, cuál en la industria, quién va a poder importa y quién no, pretendemos que el mercado funcione y con un Estado presente, pero que sea la última compensación».

«Este arbitrio del Estado ubicándose donde no debía hizo perder muchísimo valor a toda la cadena», objetó mirando hacia el kirchnerismo. «No sólo los productores perdieron plata y tuvieron que financiar los stocks sino también que la industria financió el stock obligando a perder plata y a generar una pérdida de valor importantísima», agregó.

El funcionario de Cambiemos recalcó que de «lo que se trata es que la cadena láctea vuelva a recuperar valor a partir de tener dos mercados fuertes como es el interno – en donde van 3 de cada 4 litros- y uno exportador que tiene oportunidades y que hay que trabajarlos para colocar no los excedentes sino parte de la leche y tener un mercado alternativo para competir con el supermercadismo».

Admitió que estas decisiones del macrismo «no alcanzan» pero aseveró que «son el comienzo de un cambio de expectativas, ya los productores venían en quebranto económico, desfinanciados y lo que es peor desanimados, porque veían que no estaban establecidas las reglas de juego para la lechería».

«Estamos cambiando todo eso en términos de dar previsibilidad, reglas claras de juego, y entender que no podemos meternos donde no nos corresponde, porque generamos ruido, distorsiones, y pérdidas», ilustró.

«Este es un primer paquete de medidas fuertes, contundentes: con éstas el 80% de los tambos van a acercarse a los 3 pesos como mínimo, muchos los van a pasar. Es un comienzo», apuntó.

Cabe consignar que durante la visita institucional a la ciudad también fue de la partida la legisladora K Nora Bedano.