Santiago Iglesias se ha convertido en uno de los símbolos de Ameghino y es uno de los jugadores más identificados con estos años del equipo villamariense, desde que es conducido desde hace unos cinco años por Pablo Castro.
El jugador nacido el 28 de noviembre de 1989 en Chajarí, Entre Ríos, en diálogo con EL DIARIO, cuenta: “A los cuatro años empecé básquet, fútbol y natación, las tres cosas al mismo tiempo. Cuando llegó el momento de tener que decidir por una, lo hice por el básquetbol”.
A lo largo de su trayectoria ha pasado por varios clubes: “Empecé en Vélez Sarsfield de Chajarí, el club de toda la vida, estuve hasta los 14 años. A esa edad fui reclutado por Central Entrerriano de Gualeguaychú, donde me quedé dos años entrenando con el equipo de Liga, rotábamos pero nunca entrábamos, pero fue una linda experiencia. Luego jugué medio año en Juventud Unida de Gualeguaychú, en lo que en su momento se llamaba Liga B. De ahí me fui a Buenos Aires, a jugar la Liga B en Banco Nación, estuve un año y después pasé a Ferro Carril Oeste, donde me quedé otro año; regresé a Banco, para jugar la B de Capital. Ese año llegué a Villa María, con Ameghino jugué tres meses la segunda parte de la Liga Cordobesa y regresé a Buenos Aires, donde estuve en Platense y terminé mis estudios y logramos el ascenso. La segunda parte del año volví a jugar a Ameghino, perdimos la final de la Liga Cordobesa ante Complejo de Justiniano Posse y en 2014 me quedé todo el año en Ameghino, antes llegaba siempre para la cuarta o quinta fecha. Logramos el título de la Liga Cordobesa y el ascenso. Y todavía sigo acá”.
Luego de cuatro temporadas en la ciudad, el jugador hizo un balance de su experiencia en Ameghino: “Llevo casi cuatro años en Villa María y siento que hemos ido de menor a mayor. El primer año logramos clasificar a los play off, donde le robamos un partido al número 1 de la fase regular, y quedamos afuera. Al año siguiente llegamos a cuartos de final y perdimos con Complejo de Posse (torneo 2012-13); un año después perdimos la final con Posse y ahora en 2015 ganamos la final y el ascenso. Me siento un villamariense más. Acá me tratan muy bien, estoy muy cómodo, así que la idea es seguir mucho tiempo más, tratando de conseguir algunas cosas más, tal vez un ascenso, que puede darse este año o más adelante. Pero siempre en Ameghino”.
Sobre los números que arrastra en este Torneo Federal, donde Ameghino ha ganado ocho y perdido ocho encuentros, pero con la salvedad de haber jugado 10 partidos de visitante, el jugador analizó: “Por el momento nuestros números son positivos, es nuestro primer año en esta Liga, hay que acomodarse. Tuvimos muchos partidos de visitante y nuestro récord es igual, ocho triunfos y ocho derrotas. Sabemos que tenemos que mejorar mucho para lograr lo que nosotros necesitamos, que es ganar más partidos. No estábamos jugando como queríamos. Pero cuando uno gana, y si es de visitante, es más fácil entrenar y lograr esas cosas; en cambio, si perdemos se nos complica todo más”.
En cuanto al cotejo de esta noche frente a Rivadavia de Mendoza señaló: “Estamos tranquilos, trataremos de ganar este encuentro complicado que tendremos ante Rivadavia, para aspirar a más. Creo que si hacemos un gran partido y lo ganamos, podemos pensar en grandes cosas, hoy en día es el mejor equipo de la serie. Hay que tratar de ganar, sabemos que tienen un gran equipo y grandes jugadores, pero Ameghino depende de sí mismo. La clave está en nuestro juego y en nuestra defensa”.
Finalmente, sobre el análisis que realiza de estos primeros 16 partidos en el Torneo Federal, el jugador opinó: “Arrancamos mal, tuvimos 2 triunfos y 6 derrotas, y en los últimos ocho partidos los hemos revertido, ganamos 6. Creo que hemos logrado imponer nuestro ritmo y nuestra defensa, que es lo que necesitamos. Todos sabemos que si somos intensos en defensa, es muy difícil atacarnos, y nosotros sacamos más rápido nuestro contraataque. Tratamos de mejorar eso, nos falta mucho todavía, pero vamos por ese camino”.