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Se despidió con grandeza

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Se despidió con grandeza
Cristopher Contreras cuida el balón en el medio. El atacante redondeó un buen partido

Con goles de Demichelis, Fernández y Girardi, Alem goleó 3 a 0 a Unión Central. Hizo lo que debía, pero no le alcanzó para pasar a cuartos

Cristopher Contreras cuida el balón en el medio. El atacante redondeó un buen partido

Escribe Daniel Rodríguez

Lo extrafutbolístico dejó a Alem, el campeón del Apertura, marginado temprano del Clausura.

Aquellos puntos que no sumó en un partido ganado por una situación polémica que trascendió los límites de la sede de la Liga Villamariense hubiesen sido fundamentales ayer para acoplar lo futbolístico a su paso ganador en la temporada, sobre todo luego del 3-0 que logró ante Unión Central, en La Leonera.

Desde los 50 segundos, Alem ya era más que Unión. Es que cuando recién comenzaba el partido, en una pelota que le quedó servida a Luis Demichelis luego de que Carranza lo habilitara de cabeza, el local ya se ponía 1 a 0. Luego llegarían los goles de Pablo Fernández y Girardi para completar la goleada frente a un Aurinegro que estuvo sin brújula y sin norte.

Con un oído en la cancha y otro en la radio, saltaron al campo los once elegidos por Cristian Agosto para enfrentarse al siempre duro Unión Central. Sin embargo, el partido ya comenzaba a serle favorable cuando casi desde los vestuarios el 9 local fusilaba a Alanis, poniendo en ventaja a su elenco.

El equipo tricolor coordinaba sus acciones con un Argañaraz intratable en el mediocampo.

Luego, durante todo el primer tiempo, los villanovenses fueron superiores e hilvanaron jugadas interesantes que incomodaban a toda la defensa organizada por Marcelo Zucotti, que tuvieron una visita trágica.

Por medio de Juárez, Cristopher Contreras y Carranza, el León trepaba en la cancha y estaba más cerca de sentenciar el resultado. De igual manera, la cuestión ofensiva se veía incomodada y casi lo empardan (Porta no alcanzó a rozarla luego de un tiro libre de Basualdo a los 20’). Es que los de calle Rucci se veían favorecidos por las pelotas paradas en un juego que se vio bastante friccionado (hubo siete amonestados y tres jugadores vieron la roja).

Ya en el segundo tiempo, luego de una falta de Melano (la cual le valió la segunda amarilla y expulsión) Pablo Fernández – quien tuvo un juego excepcional- tomó la pelota y definió fuerte y al medio, aumentando la ventaja. Ya iban 2-0.

Luego todo fue tricolor. Los visitantes empezaban a sufrir el desgaste del primer tiempo y la falta de conexión entre sus volantes, lo que le generaba problemas a la hora de quedarse de cara a los contragolpes.

Con el ingreso de Girardi, Páez y Cerutti, Agosto potenció la cuestión ofensiva ¡y sí que le sirvió! En una contra por el sector derecho, Girardi lo vio adelantado a Alanis y desde aproximadamente 25 metros definió magistralmente por arriba de la humanidad del “uno”, decretando la goleada por 3 contra 0.

Con el resultado ya puesto, todo se convertía en una vorágine. Agosto caminando de un costado a otro y en el banco los suplentes, preguntando por el resultado de Colón-Juventud.

En cuanto al arbitraje, vale la pena mencionar que -de a poco – a Verón se le fue el partido de las manos, aunque quisiera imponer justicia en los últimos minutos.

Con pelotas divididas bastante cuestionadas, offsides que eran (o no) y reclamos de los dos equipos, el árbitro tuvo una tarea regular con errores y aciertos bastante criticados.

El partido estaba caliente, y por eso -después de una supuesta falta que involucró a dos jugadores- Elhall y Moyano tuvieron que irse antes, al ser expulsados por roja directa.

Aún le quedaba un poco más al partido. A los 35’ Jacobi, de tiro libre, reventó el travesaño en lo que podría haber aumentado la ventaja. Mientras, por el lado del aurinegro, tuvo una buena aproximación para descontar por medio de un tiro libre con rosca de Basualdo que cruzó todo el arco y se fue afuera, por la derecha de Matías Gómez.

Fue finalmente 3 a 0 para Alem, que goleó y se floreó. Pero el encuentro terminó finalmente cuando las noticias llegaban a Villa Nueva desde la cancha del Colón. Todos juntos, sentados en el banco de suplentes, rogaban una alegría, imploraban un gol más de Juventud River Plate. No pudo ser.

Con tres puntos menos por una sanción y con una goleada a su favor, el último campeón finalmente no pasó la primera ronda y un silencio azotó la Leonera, mientras el cielo se cubría de nubes grises que parecían a tono con un final trágico para el defensor de la corona que, ganando, gustando y goleando, se terminó despidiendo de la Liga porque no lo favorecieron los números, más que el juego.

 

La figura

Pablo Fernández. El “5” local hizo todo bien. Corrió, metió y hasta marcó el segundo de penal. Un ícono del club que destaca su vigencia y calidad.

 

El árbitro

Jorge Verón. Regular. Con un trámite confuso y fallos muy criticados, el encargado de impartir justicia tuvo una tarde complicada en un partido decisivo. Se complicó con los asistentes al momento de los offsides.